La Fiscal¨ªa investiga a la pareja de atracadores de O Saln¨¦s por un homicidio

Miguel ?ngel Serrano Losana, de 42 a?os, y Carmen Castillo Romero, de 34, conocidos como ¡°los atracadores de O Saln¨¦s, podr¨ªan estar implicados en una docena de robos con intimidaci¨®n y en la muerte de una mujer que falleci¨® como consecuencia de los golpes recibidos por los asaltantes de su domicilio.

La Fiscal¨ªa de Pontevedra ya tiene todos los datos para recomponer el rosario de acciones criminales perpetradas por la pareja que culmin¨® con su detenci¨®n el 4 de mayo pasado en Silleda despu¨¦s de 5 d¨ªas de fuga y de persecuci¨®n policial. Su implicaci¨®n en el presunto homicidio est¨¢ pendiente de unos an¨¢lisis de ADN y de varias huellas localizadas por la Guardia Civil en casa de la fallecida. Despu¨¦s de sembrar el p¨¢nico en la comarca de O Saln¨¦s, donde vivieron los ¨²ltimos meses, la escalada de violencia de ambos culmin¨® con el robo de un coche con dos menores dentro a las puertas de un centro infantil de Pontevedra y a punta de cuchillo.

Miguel y Carmen hab¨ªan puesto su objetivo en un veh¨ªculo f¨¢cil de robar para poder huir de la Guardia Civil que le pisaba los talones desde hac¨ªa varios meses tras los robos que hab¨ªan preparado, utilizando casi siempre de tapadera los servicios de ella como empleada de hogar para ganarse la confianza de sus v¨ªctimas.

Esta vez la v¨ªctima era un hombre que aparc¨® su Toyota Yaris negro ante la guarder¨ªa de la calle Rosal¨ªa de Castro para dejar a su hija de dos a?os. Mientras acompa?aba a la peque?a hasta la entrada del centro, la pareja aprovech¨® para meterse en el coche, que ten¨ªa las llaves en el contacto. Pero al entrar se encontraron con dos menores en el asiento trasero, hijo y sobrina del conductor, que obligaron a salir intimid¨¢ndoles con un cuchillo. Los dos fugitivos perpetraron su ¨²ltimo golpe en una gasolinera de A Estrada donde repostaron. Antes de que el empleado pudiese cobrar, Miguel aceler¨® el coche y huy¨® a toda velocidad como lo hab¨ªa hecho en otras ocasiones, pero solo llegaron hasta Silleda donde un control policial les dio el alto y les detuvo.