La ¨²nica pista del narcotraficante Pelopincho lleva a la polic¨ªa a Brasil
Una testigo del pa¨ªs sudamericano, ¨²ltima baza para hallar al narco huido
Desde que en noviembre de 2010 el juzgado de Caldas excarcelase a Jos¨¦ Antonio Pouso Rivas, alias Pelopincho,? el narcotraficante y uno de los mayores blanqueadores de dinero descubiertos en Galicia desapareci¨® misteriosamente del mapa dejando pocos rastros. Su ausencia puso en alerta a expertos agentes contra el crimen organizado de la Polic¨ªa y la Guardia Civil semanas antes del macrojuicio en el que Pelopincho ten¨ªa que comparecer como principal acusado de blanquear a trav¨¦s de veintitantos testaferros m¨¢s de 15 millones de euros en dinero y propiedades. El tribunal hab¨ªa ordenado su captura.
Las primeras pistas fiables apuntaron a que el marinero de Ribeira hab¨ªa sido secuestrado por mafias marroqu¨ªes despu¨¦s de un frustrado desembarco de hach¨ªs que ¨¦l organiz¨® nada m¨¢s salir de la c¨¢rcel en libertad provisional. Incluso se manej¨® la hip¨®tesis de que el objetivo policial hubiera sido v¨ªctima de un ajuste de cuentas en una de sus frecuentes escapadas al extranjero. Pero mientras el juzgado n¨²mero 1 de Cambados acapara la complicada b¨²squeda del traficante, prorrogando el secreto de las diligencias desde hace m¨¢s de dos a?os, una nueva pista ha centrado la atenci¨®n de los investigadores. La polic¨ªa ha logrado dar con un testigo en Brasil que podr¨ªa tener todas las claves del caso.
Se trata de una mujer a la que la Fiscal¨ªa de Pontevedra ya ha logrado localizar a trav¨¦s de la colaboraci¨®n de Interpol. El juzgado ya ha enviado comisiones rogatorias a las autoridades judiciales del Estado brasile?o donde la testigo reside y ya ha recibido confirmaci¨®n de su domicilio. Ahora, la Fiscal¨ªa est¨¢ pendiente de que la mujer preste declaraci¨®n y conteste a las preguntas que se le han formulado en comisi¨®n rogatoria. Su testimonio es la ¨²ltima baza que tienen los investigadores para aclarar el paradero de Pelopincho. De hecho, si la testigo no llegase a despejar los interrogantes sobre el narcotraficante m¨¢s buscado el caso quedar¨ªa archivado al menos provisionalmente.
La pista en Brasil de Pouso y el dato de que la informante sea una mujer ha resultado veros¨ªmil para la polic¨ªa. Desde los a?os noventa en que hab¨ªa comenzado su r¨¢pida escalada en el blanqueo de dinero la vida del marinero que aprendi¨® el oficio de narcotraficante en los barcos que hac¨ªan transportes de hach¨ªs y coca¨ªna a la Pen¨ªnsula transcurri¨® entre Espa?a y Brasil mientras hu¨ªa de la justicia. Pouso Rivas fue condenado en dos ocasiones por tr¨¢fico de drogas pero solo cumpli¨® una de las condenas, logrando escapar a su segundo internamiento. En Brasil conoci¨® a las cuatro mujeres que luego ser¨ªan sus parejas, madres de ocho de sus 10 hijos reconocidos y sus principales testaferros de negocios de hosteler¨ªa en Galicia.
El primer antecedente del caso Pelopincho es el atestado de la denuncia por desaparici¨®n de su ¨²ltima compa?era sentimental, la joven brasile?a Taisa Dasilva Oviedo, con la tiene tres hijos de corta edad. La denuncia se tramit¨® en el puesto de la Guardia Civil de Padr¨®n y se le dio traslado a la brigada de desaparecidos de la Comandancia de A Coru?a. Ella sospechaba que algo grave le hab¨ªa ocurrido porque ten¨ªa por costumbre despedirse y llevar equipaje cuando se ausentaba varios d¨ªas de casa.
La Guardia Civil enseguida relacion¨® el caso con la denuncia de un secuestro anterior, presentada el 19 de noviembre de 2010 en Pontevedra por la esposa de Jos¨¦ Bernardo Villaverde Amil, con antecedentes por tr¨¢fico de hach¨ªs. Pouso y Amil hab¨ªan coincidido en la c¨¢rcel, cuando el primero fue detenido en 2005 por su implicaci¨®n en el proceso de blanqueo. La mujer relat¨® que dos individuos se presentaron en el domicilio de Villaverde en Pontevedra y se lo llevaron. Dos semanas despu¨¦s, el coche que emplearon sus captores para secuestrarlo apareci¨® calcinado en un pinar cerca de la capital sin que se pudiera obtener ninguna huella. Un a?o m¨¢s tarde declararon en el juzgado de Cambados los tres presuntos traficantes que prepararon la descarga de una tonelada de hach¨ªs con Pouso Rivas en noviembre de 2010. Pero Manuel Sineiro Fern¨¢ndez, Machucho; Fernando Su¨¢rez Su¨¢rez, El Pirata; y Jos¨¦ Luis Fabeiro, los tres vecinos de la R¨ªa de Arousa, se acogieron a su derecho de no declarar. Ninguno de los tres imputados en la extra?a desaparici¨®n de Pelopincho quiso hablar del asunto.
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