Ben¨ªtez qued¨® moribundo tras ser reducido por los Mossos en el Raval
El empresario del 'Gayxample' sangraba y no ten¨ªa pulso cuando fue atendido por el SEM La Polic¨ªa afirma que la pelea previa con un vecino fue ¡°de escasa intensidad¡±
Cuando el personal sanitario pudo atender a Juan Andr¨¦s Ben¨ªtez, su vida pend¨ªa ya de un hilo. El empresario del Gayxample estaba sin pulso y presentaba heridas sangrantes en el rostro tras ser reducido de forma violenta por agentes de los Mossos d¡¯Esquadra. Es lo que afirmaron ayer cuatro de trabajadores del Sistema de Emergencias M¨¦dicas (SEM) que asistieron a Ben¨ªtez la noche del 5 de octubre en el Raval.
Un m¨¦dico, una enfermera y dos t¨¦cnicos declararon ayer como testigos ante la juez que instruye el caso Raval. Los operarios explicaron que, al llegar a la calle Aurora, atendieron a una mossa a la que, supuestamente, Ben¨ªtez hab¨ªa mordido. No observaron heridas, pero s¨ª un enrojecimiento. Mientras tanto, los mossos estaban deteniendo a Ben¨ªtez sobre el asfalto. No vieron nada con claridad, pero escucharon gritos de ¡°dolor¡±. Adem¨¢s de rodillazos y patadas, seg¨²n los investigadores, el empresario recibi¨® cinco pu?etazos en la cabeza, lo que pudo ser decisivo en su muerte. Los agentes lo redujeron, lo esposaron y lo introdujeron en el coche patrulla. Un mosso se dio cuenta de que estaba inconsciente y avis¨® al SEM, que llevaba all¨ª ya unos 15 minutos, detallaron.
Los profesionales observaron que Ben¨ªtez estaba en parada cardiorrespiratoria y pidieron a los Mossos que le quitaran las esposas y lo sacaran del veh¨ªculo para atenderle. Uno de ellos vio ¡°traumatismos¡± en la cabeza del empresario y ¡°sangre en el perfil izquierdo¡± de su cara. Los m¨¦dicos le practicaron maniobras de reanimaci¨®n durante m¨¢s de media hora. La v¨ªctima solo recuper¨® sus constantes vitales siete minutos. El resto del tiempo hasta su muerte ¡ªhoras m¨¢s tarde, en el Cl¨ªnic¡ª vivi¨® ¡°artificialmente¡±, agregaron los testigos.
Una testigo borr¨® im¨¢genes del ¡®caso Raval¡¯ en presencia de una ¡®mossa¡¯
El relato del personal sanitario apunta a que la intervenci¨®n policial fue decisiva y desacredita las tesis del consejero de Interior, Ramon Espadaler, que sigue defendiendo a los agentes. Ocho de ellos est¨¢n imputados por un delito contra la vida, torturas, obstrucci¨®n a la justicia y coacciones.
La autopsia revel¨® que Ben¨ªtez muri¨® por golpes en la zona ¡°craneo-facial¡±, aunque tambi¨¦n influy¨® una dolencia card¨ªaca. El atestado inicial de los Mossos precisa que Ben¨ªtez se golpe¨® la cabeza contra la pared y que result¨® herido en una pelea anterior con un vecino marroqu¨ª. Las im¨¢genes de los hechos y los testigos lo han desmentido. Una ampliaci¨®n del informe del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa ratifica que la pelea con El Yazid A. fue ¡°de escasa intensidad y corta duraci¨®n¡± y caus¨® a Ben¨ªtez ¡°lesiones de escasa entidad¡±.
El informe policial detalla nuevos golpes tras volver a analizar las im¨¢genes
El informe reconstruye los hechos de aquella noche. ¡°El motivo que dio inicio¡± (...) fue ¡°un delito de robo o usurpaci¨®n¡± en la vivienda de Ben¨ªtez, en la calle de Aurora.
El empresario denunci¨® ese robo en casa con una llamada a la Guardia Urbana, posterior a la pelea. La transcripci¨®n de esa conversaci¨®n ha provocado protestas de la Generalitat porque la Polic¨ªa no incluy¨® la frase ¡°estoy sangrando¡± que se oye decir a Ben¨ªtez. En el nuevo el error ha sido reparado. En cualquier caso, Ben¨ªtez alude al robo de su perro, un b¨®xer llamado Pepe. La b¨²squeda de Pepe fue el ¡°origen de la pelea¡±. Ben¨ªtez, ¡°posiblemente bajo la influencia de alg¨²n tipo de sustancia¡±, sigue el informe, se dirige a una familia marroqu¨ª y exige a una mujer, ¡°con violencia verbal y f¨ªsica¡±, que le devuelva al can.
El Yazid A., que ha sido exculpado, sali¨® en defensa de su mujer y se pele¨® con Ben¨ªtez, que despu¨¦s se calm¨®. Pasaron ¡°entre siete y 20 minutos¡±, seg¨²n los testigos, hasta que, alertados por los vecinos, llegaron las dotaciones de los Mossos. Una agente identific¨® a Ben¨ªtez, que quer¨ªa irse a su casa. Aqu¨ª, las versiones difieren, pero, de alg¨²n modo, el hombre golpe¨® a la mossa, lo que provoc¨® la inmediata reacci¨®n de sus compa?eros, que le redujeron en el suelo.
Las llamadas entre los Mossos y la sala de mando revelan que, desde el momento en el que identifican a Ben¨ªtez hasta que le detienen, transcurren tres minutos. Otros siete minutos pasan entre la detenci¨®n y el instante en que ¡°es asistido por la ambulancia¡±.
Tras la actuaci¨®n policial, algunos testigos vieron un gran charco de sangre en el lugar en el que el hombre hab¨ªa sido reducido. Esos testigos afirmaron que observaron a un mosso vertiendo una botella de agua sobre el charco, de ah¨ª que la juez les haya imputado tambi¨¦n por obstrucci¨®n a la justicia. ¡°En las horas siguientes y en d¨ªas posteriores¡±, sigue el informe, distintos agentes se presentaron en las casas de los vecinos para interrogar sobre la existencia de im¨¢genes y, en su caso, pedir ¡°la destrucci¨®n de los archivos¡±, lo que explica el delito de coacciones.
Caroline I., una francesa que vive en Barcelona, fue una de las personas que recibi¨® la visita de una agente esa misma noche, seg¨²n ha declarado ante los investigadores. La mujer escuch¨® unos gritos, sali¨® al balc¨®n y, al observar la escena, ¡°hizo fotos y alg¨²n v¨ªdeo con su tel¨¦fono m¨®vil¡± durante un minuto. Poco despu¨¦s, sigue su relato, ¡°observ¨® c¨®mo una agente (mujer) de Mossos requer¨ªa que se abriese la puerta de acceso a su finca, a la vez que seguidamente escuch¨® sonar el timbre de su vivienda¡±.
La mossa, siempre seg¨²n la versi¨®n de esa testigo, le pregunt¨® si hab¨ªa tomado im¨¢genes de los hechos. Caroline I. contest¨® que s¨ª y se ofreci¨® a borrarlas ¡°voluntariamente¡±, cosa que ¡°realiz¨® en presencia de la referida polic¨ªa, la cual se march¨® una vez que vio c¨®mo la declarante realizaba dicha acci¨®n¡±. La mujer dijo que borr¨® los archivos porque iba contra sus principios, aunque admiti¨® que esa decisi¨®n ¡°la precipit¨® la presencia y pregunta policial¡±. Dos de las fotos, detall¨® a la polic¨ªa, las envi¨® a un amigo a trav¨¦s de WhatsApp. La mujer entreg¨® su m¨®vil a los investigadores, que ahora est¨¢n tratando de recuperar el material destruido.
Giovanna S., italiana, tambi¨¦n grab¨® lo sucedido en la calle Aurora, pero no borr¨® ning¨²n archivo. Su v¨ªdeo, de hecho, es una de las piezas clave del caso Raval, ya que muestra los golpes que los Mossos propinaron a Ben¨ªtez. Los investigadores han aumentado ¡°los niveles de brillo y zoom¡± y, gracias a esa mejora t¨¦cnica, han llegado a nuevas conclusiones. El informe detalla que, en uno de los v¨ªdeos, se observa a un mosso que ¡°realiza los gestos t¨ªpicos de propinar un total de seis pu?etazos, en dos secuencias de cuatro y dos golpes respectivamente¡±.
El informe incluye un incidente ocurrido la noche del 4 de octubre (un d¨ªa antes de los hechos) en la parada de metro de Barceloneta. Ben¨ªtez tuvo que ser atendido porque se hallaba ¡°con severos s¨ªntomas de intoxicaci¨®n de alg¨²n tipo de sustancia alcoh¨®lica, estupefaciente o medicamentosa¡±. En la llamada a la Urbana consta que dijo: ¡°Esta droga te hace perder la visi¨®n moment¨¢neamente, pero despu¨¦s la recupera¡±. La juez a¨²n no ha recibido el informe toxicol¨®gico que aclarar¨¢ si Ben¨ªtez estaba bajo los efectos de alguna droga, como tambi¨¦n sostienen los testigos.
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