La muerte de un empresario enfanga otra vez a los Mossos
La formaci¨®n deficiente, la existencia de ¡°zonas calientes¡± y las injerencias pol¨ªticas reabren las dudas sobre la polic¨ªa
La muerte del empresario Juan Andr¨¦s Ben¨ªtez tras una violenta detenci¨®n policial en el Raval de Barcelona ha sido el ¨²ltimo de un largo historial de incidentes que lastran la credibilidad de los Mossos d¡¯Esquadra. La crisis desatada por el suceso es honda y ha hecho tambalearse a la c¨²pula del Departamento de Interior. Pero no es, ni de lejos, la primera que enfanga a la polic¨ªa catalana.
Los expertos se?alan dos problemas capitales. El primero, la unidad antidisturbios, responsable del brutal desalojo de los indignados de la plaza de Catalunya ¡ªlas im¨¢genes dieron la vuelta al mundo¡ª y de las heridas a manifestantes con pelotas de goma. El ¨²ltimo caso es el de Ester Quintana, que perdi¨® un ojo durante la huelga general del 14-N de 2012. La Generalitat, enga?ada por los mandos policiales, ha dado media docena de versiones de un caso que a¨²n se est¨¢ investigando en los juzgados y en el que tambi¨¦n hay mossos imputados.
13 de los 300 agentes de la comisar¨ªa del Raval est¨¢n imputados
El segundo problema apunta a la existencia de grup¨²sculos de polic¨ªas que act¨²an de forma abusiva en algunas comisar¨ªas; por ejemplo, se?alan los expertos, en la del Raval, a la que pertenecen los ocho mossos imputados por la detenci¨®n del empresario del Gayxample. ¡°Que tengamos alg¨²n cafre no significa que podamos descalificar al resto del cuerpo¡±, defiende el director general de la polic¨ªa, Manel Prat, que estos d¨ªas ha bordeado la dimisi¨®n. Prat ha anunciado m¨¢s controles en esa comisar¨ªa. ¡°Es lo que ingl¨¦s se llaman pockets, bolsillos de mala praxis¡±, explica la especialista en seguridad Gemma Galdon. ¡°Son lugares en los que se producen pr¨¢cticas irregulares y nadie las para. Los que no est¨¢n de acuerdo piden el traslado. El resto, se quedan. La mala praxis expulsa a los buenos y atrae a los malos¡±, resume.
Solo en la comisar¨ªa del Raval, la zona m¨¢s conflictiva de Barcelona, hay 13 agentes imputados de los 300 destinados all¨ª. Ocho por el caso de Ben¨ªtez, tres m¨¢s por la detenci¨®n de un periodista y otros dos por golpear con un casco a un motorista que circulaba sin carn¨¦. Adem¨¢s, uno de los implicados en el caso del periodista est¨¢ tambi¨¦n expedientado por jalear en su perfil de Facebook un v¨ªdeo donde la polic¨ªa rusa maltrataba a unos detenidos.
Galdon opina que parte de los problemas de los Mossos tambi¨¦n se explican por las prisas de los pol¨ªticos para crear una ¡°polic¨ªa de Estado¡±. Los Mossos tuvieron que crecer r¨¢pidamente con promociones ingentes de alumnos para asumir las competencias de seguridad en Catalu?a. La formaci¨®n que reciben, agrega, es deficiente. ¡°En mis clases, un 10% de alumnos no acababa de entender la responsabilidad de ser polic¨ªa. Esas personas no deber¨ªan formar parte del cuerpo¡±.
Una experta dice que las malas pr¨¢cticas tienden a extenderse
El inmenso eco que est¨¢ teniendo el caso de Ben¨ªtez se debe, en parte, a la existencia de im¨¢genes que muestran lo sucedido: c¨®mo varios polic¨ªas golpean al hombre mientras est¨¢ tendido en el suelo. Tampoco es la primera vez que unas im¨¢genes dejan en evidencia los abusos de los Mossos. En 2007, una c¨¢mara oculta instalada por los responsables del Departamento de Interior destap¨® la existencia de malos tratos a detenidos en la comisar¨ªa principal de Barcelona, la de Les Corts, donde tambi¨¦n surgi¨® un n¨²cleo de polic¨ªas que desarrollaron malas pr¨¢cticas.
El Departamento de Interior se ha visto forzado a suspender de empleo y sueldo a los agentes por el?caso Raval, pero les sigue defendiendo a ultranza. Pese a las evidencias: el v¨ªdeo muestra rodillazos, patadas y pu?etazos, as¨ª como los gritos de Ben¨ªtez, que est¨¢ en suelo, aprisionado por al menos cinco polic¨ªas. Tras escuchar a 11 testigos y analizar el v¨ªdeo, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa sostiene que uno de los agentes propin¨® cinco pu?etazos en el lado izquierdo de la cabeza de Ben¨ªtez, unas conclusiones que Interior rechaza de plano. El dato es clave porque, seg¨²n la autopsia, el hombre muri¨® por golpes en la zona ¡°cr¨¢neo-facial¡±.
?C¨®mo se explica que una polic¨ªa como los Mossos, nacida en democracia, acumule casos de abusos? La ciudadan¨ªa se muestra indignada. Y los mandos policiales consideran que hay un ataque injustificado al cuerpo.
Jaume Asens es abogado, adem¨¢s de miembro de la comisi¨®n de defensa del Colegio de Abogados de Barcelona. Acumula una vasta experiencia en denuncias contra abusos policiales. Del medio centenar de casos que ha llevado, calcula que apenas una decena habr¨¢n acabado en condena. La mayor¨ªa, por faltas de lesiones. ¡°No hay suficientes mecanismos de control. Adem¨¢s, hay un exceso de protecci¨®n a la autoridad policial, o una infraprotecci¨®n del ciudadano¡±, lamenta. Asens cree que los abusos no son exclusivos de un solo cuerpo policial. ¡°Si pasara m¨¢s en los Mossos, la ¨²nica explicaci¨®n ser¨ªa la falta de experiencia y la exigencia de aumentar su n¨²mero muy r¨¢pido¡±.
¡°No creo que los Mossos tengan un problema de formaci¨®n o competencias profesionales. Tenemos una polic¨ªa bastante competente. Una polic¨ªa no se puede improvisar en pocos a?os, pero aqu¨ª la hemos hecho, y bien¡±, discrepa el catedr¨¢tico en Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Pompeu Fabra Carles Rami¨®. A su entender, el problema radica en otra esfera: la injerencia pol¨ªtica.
¡°Los pol¨ªticos han entrado demasiado en la direcci¨®n, incluso en la t¨¦cnica¡±, defiende. Por ¡°ingenuidad¡± y porque se trata de una polic¨ªa bastante nueva, los responsables pol¨ªticos ¡°intervienen de forma muy directa, incluso en la l¨®gica operativa y t¨¦cnica¡±. Lo que, a su entender, deriva en una ¡°mezcla¡± de intereses pol¨ªticos, y policiales. ¡°De tanta convivencia, se contaminan. Los pol¨ªticos piensan como polic¨ªas y los polic¨ªas de arriba piensan como pol¨ªticos¡±.
Los pol¨ªticos acaban pensando como polic¨ªas", afirma un experto
Un error que conduce a respuestas err¨®neas y tard¨ªas. ¡°Si el poder pol¨ªtico, en lugar de decidir de forma estrat¨¦gica, se ve inmerso cuando hay cr¨ªticas, nos defenderemos todos juntos. El pol¨ªtico se sentir¨¢ tambi¨¦n responsable¡±, explica. De ah¨ª la sensaci¨®n de que Interior est¨¢ instalado en la falta de autocr¨ªtica. ¡°Si sale mal, ?qui¨¦n es el responsable? El pol¨ªtico ya no puede hacer de pol¨ªtico¡±, lo que acaba generando desconfianza social, reflexiona Rami¨®. El experto advierte de que, con el tiempo, algunos polic¨ªas pueden no resultar aptos, lo que aconsejar¨ªa una expulsi¨®n. Galdon, por su parte, lamenta que los cursos solo sirvan para ascender, y no para hacer una criba.
¡°Tuvimos 9.000 detenciones en 2012 en Raval. Y en el resto de distritos no pasa nunca nada. ?Por qu¨¦ no nos planteamos qu¨¦ pasa en el barrio en lugar de decir qu¨¦ pasa en la comisar¨ªa?¡±, se queja el portavoz del Sindicat de Policies de Catalunya, David Miquel. Los sindicatos han cerrado filas con los agentes imputados y sienten que hay un ataque al cuerpo. ¡°El deporte nacional es poner la lupa a los Mossos¡±, lamenta Miquel, que defiende que los golpes que se ven en v¨ªdeo, en la reducci¨®n de Ben¨ªtez, son correctos en una actuaci¨®n compleja.
El sindicato de mandos (SICME) coincide en que Raval es una de las zonas m¨¢s complicadas de Barcelona. Pero su portavoz, Jordi Dalmau, s¨ª ve aspectos a mejorar. ¡°Como que el atestado no refleje exactamente lo que pas¨®. Eso tambi¨¦n ocurre en otros lugares. En el atestado se tiene que escribir absolutamente todo, hasta el detalle m¨¢s insignificante¡±, asegura. Dalmau admite incluso que las grandes promociones de Mossos hayan generado alguna disfunci¨®n. Pero critica que ¡°todo el mundo se atreve a analizar el v¨ªdeo¡±. ¡°No s¨¦ si hay un delito o no, lo que s¨¦ es que las im¨¢genes pueden ser compatibles con una actuaci¨®n correcta. Aunque internamente, tenemos que asumir que probablemente no es una buena actuaci¨®n¡±, cuenta el portavoz, que niega falta de formaci¨®n. ¡°Como en todas las polic¨ªas, la profesi¨®n se aprende en la calle¡±.
En la calle, la de la Aurora, del Raval, es donde Ben¨ªtez hall¨® la muerte la noche del 5 de octubre. Aunque todo empez¨® con el robo de un perro. O con su desaparici¨®n. Pepe, un b¨®xer, ¡°abandon¨®¡± su piso el d¨ªa 4, pero Ben¨ªtez no se dio cuenta hasta un d¨ªa despu¨¦s. Estaba sobreexcitado. Aporre¨® la puerta de Liberto y de Mar¨ªa Isabel, sus vecinos de abajo, para que le devolvieran a su Pepe. No le abrieron. ¡°No estaba bien¡±, cont¨® tras los hechos Liberto. En la calle, Ben¨ªtez sigui¨® preguntado por su perro y se dirigi¨® a una familia que descargaba la compra ¡°mediante violencia verbal y f¨ªsica¡±, recoge el informe del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP), que investiga la muerte. ¡°?Os voy a matar, vais a morir!¡±, le dijo a la familia, seg¨²n declar¨® El Yazid A., que sali¨® en defensa de su mujer cuando Ben¨ªtez la agred¨ªa. Ambos acabaron a golpes. Pero tras la pelea ¡ª¡°breve¡± y de ¡°escasa intensidad¡±, seg¨²n la polic¨ªa¡ª el mismo Ben¨ªtez llam¨® a la Guardia Urbana y alert¨®, de forma confusa, sobre lo ocurrido. La llamada consta en el sumario.
El deporta nacional es poner la lupa a los Mossos", dice el portavoz del Sindicat de Policies de Catalunya
¡ª?Usted se encuentra bien?
¡ªNo, nos hemos peleado y estoy sangrando, est¨¢ aqu¨ª toda su familia; me han robado de todo.
¡ª?Pero le han robado?
¡ªS¨ª, ellos me lo¡; esta droga te hace perder la visi¨®n moment¨¢neamente, pero despu¨¦s la recuperas.
Esa llamada se produce a las 22.31. Ben¨ªtez y El Yazid A. est¨¢n heridos leves y la calle est¨¢ en calma. Hasta que la llegada de los Mossos (alertados de la pelea) altera la paz. La historia acabar¨¢ de forma tr¨¢gica: Ben¨ªtez, esposado en el coche patrulla y con una parada card¨ªaca.
?Qu¨¦ hab¨ªa ocurrido? ?Qui¨¦n le mat¨®? Ben¨ªtez quiso subir ya a casa y, seg¨²n la versi¨®n oficial, golpe¨® a una mossa que le reten¨ªa. El desaire provoc¨® la reacci¨®n de sus compa?eros, que se lanzaron sobre ¨¦l en el suelo.
Las im¨¢genes de la reducci¨®n, difundidas por EL PA?S, han provocado un terremoto pol¨ªtico y social. La juez Eva Molt¨® ha imputado a los ocho mossos por un delito contra la vida y torturas, pero tambi¨¦n de obstrucci¨®n a la justicia y coacciones: los polic¨ªas vertieron agua sobre el charco de sangre que dej¨® Ben¨ªtez y exigieron a los vecinos que borrasen los v¨ªdeos.
Ben¨ªtez era empresario. Regentaba dos tiendas de ropa ¡ªMi tropa y American Men¡ª en el Gayxample, el barrio gay de la ciudad. Lleg¨® a Barcelona tras una d¨¦cada en Londres. Sus amigos no supieron de su muerte hasta el martes, dos d¨ªas despu¨¦s. ¡°Le llam¨¢bamos al m¨®vil y estaba apagado¡±, recuerdan Juan Carlos y Andr¨¦s, que le ayudaban en las tiendas. El lunes y el martes abrieron, a la espera de que diese se?ales de vida. Al final se presentaron en su piso y confirmaron lo que tem¨ªan: ¨¦l era el muerto del Raval del que tanto se hablaba.
Mientras la carrera pol¨ªtica de Prat prende de un hilo, los mossos imputados declaran el mi¨¦rcoles ante la juez. A Pepe lo encontraron unos vecinos que lo han llevado a los homenajes celebrados en memoria de su due?o (y contra la polic¨ªa) en Barcelona.
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