Si no lo miras, no lo ves
El chapapote de la violencia de g¨¦nero sigue anegando, a¨²n, demasiadas gargantas indefensas
En medio de todo esto, muere asesinada una mujer. Muy lejos de las playas de Mux¨ªa, donde a¨²n segu¨ªa latiendo el cad¨¢ver marino hace dos a?os, muere asesinada una mujer en M¨¢laga. Es la v¨ªctima n¨²mero 44 en 2013, un a?o m¨¢s de terrorismo contra las mujeres, licuado tibiamente entre los frentes de la informaci¨®n. A trav¨¦s de la madeja enfebrecida de los titulares sucesivos, del malestar de la comunidad cient¨ªfica por una sentencia absolutoria que lanza un mensaje denigrante a la comunidad internacional de absoluta impunidad para el destrozo del medioambiente, muere asesinada una mujer. Seg¨²n la sentencia, Galicia ¡°se recuper¨® del todo¡± y ¡°nadie demostr¨® la persistencia¡± de los da?os ecol¨®gicos del vertido. Como ha dicho Ionan Marig¨®mez, director del Instituto de Estudios Marinos de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, ¡°Si no lo miras, no lo ves (¡). Sostener esto es una desfachatez porque tres a?os y medio despu¨¦s de la cat¨¢strofe se cortaron los grandes planes de investigaci¨®n¡±. Si no lo miras, no lo ves. Sucede igual con casi todo: con las playas de Mux¨ªa, el desprestigio de la clase pol¨ªtica, la crisis de liderazgo de la izquierda, el rid¨ªculo comunitario por las afirmaciones del ministro Wert y las becas Erasmus y la sandalia que no lleg¨® a volar sobre la cabeza de Rodrigo Rato, mientras miles de familias siguen siendo expulsadas educadamente de sus casas y otra mujer cae, herida por arma blanca.
Quiz¨¢ estamos cansados de mirar. Quiz¨¢ esperamos mucho de determinadas sentencias judiciales y de las medidas, siempre bien intencionadas, contra el terror dom¨¦stico. El chapapote de la violencia de g¨¦nero sigue anegando, a¨²n, demasiadas gargantas indefensas, que no se pueden limpiar ni a paladas jur¨ªdicas ni con protecciones policiales. Seg¨²n muchos expertos, a cuatro metros de la superficie siguen existiendo restos t¨®xicos, que ya han alterado los h¨¢bitos de alimentaci¨®n de la poblaci¨®n av¨ªcola, multiplicando las poblaciones de par¨¢sitos. Ni el Gobierno ni la Xunta han seguido destinando fondos para la investigaci¨®n de los da?os: desaparecida la financiaci¨®n no se acab¨® la rabia, y todo ha sido volver hacia el turismo. Sin embargo, la decana de la facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Vigo, Bel¨¦n Rubio, ha seguido investigando todos estos a?os, llegando al 2011. El resultado: nueve a?os despu¨¦s del hundimiento del Prestige, se siguen encontrando muestras del horror.
No es eso lo que dice la sentencia, que no conoce ninguna responsabilidad pol¨ªtica. Recordamos, empero, ciertas afirmaciones: de Aznar (¡°Son perros que ladran su rencor por las esquinas¡±), frente a los manifestantes en Madrid, hasta Rajoy (¡°Unos peque?os hilitos solidificados de plastilina en estiramiento vertical¡±), poco despu¨¦s de saltar por encima de los charcos con la misma pericia alambicada con que maneja el plasma de s¨ª mismo, para evitar el barro de una respuesta n¨ªtida, y adem¨¢s verdadera.
Frente a la impunidad de estos cr¨ªmenes, la educaci¨®n y la justicia est¨¢n sobrevaloradas
Muere asesinada una mujer con su verdad peque?a, mientras el futuro m¨¢s grandilocuente se decide en sentencias que apenas nos convocan y en fines de semana de congesti¨®n pol¨ªtica en los que los partidos se re¨²nen para el jaleo interno, ese palmeo intr¨¦pido para la arenga l¨²gubre, mientras la poblaci¨®n camina hacia otra parte, sin distinguir apenas entre la basura expuesta por las calles de Madrid, la del recorte de las becas Erasmus o la del apoyo al ministro de un presidente del Gobierno que asegur¨® en sede parlamentaria, que cuando tuvo noticia de las cuentas de B¨¢rcenas en Suiza ya no era empleado del PP, para que al d¨ªa siguiente aparecieran sus n¨®minas de entonces. Si no lo miras, no lo ves. Ni el chapapote, ni la falsedad, ni todo este derrumbe.
Esta sociedad est¨¢ perdiendo la vista. Mientras tanto, tambi¨¦n ha perdido a otra mujer: Eva, de 36 a?os, que ha muerto apu?alada en M¨¢laga por un tipo que acumula, al menos, otras tres denuncias por violencia, de la propia Eva ¡ªque al final la retir¨®¡ª y de otras dos mujeres. Eva, por su parte, hab¨ªa sufrido agresiones en otras dos relaciones previas. Las palabras de siempre, con su dolor intacto. Solamente en 2013, 44 mujeres asesinadas en Espa?a por sus parejas o exparejas, cinco de ellas en M¨¢laga.
Frente a la impunidad de estos cr¨ªmenes, la educaci¨®n est¨¢ sobrevalorada; y tambi¨¦n la justicia. Nos estamos hundiendo en un lodo abusivo, cenital y fangoso, que nos deja a los pies de continuos abusos. La anestesia conduce a la ceguera. Mientras el sistema languidece, es asesinada otra mujer.
Joaqu¨ªn P¨¦rez Aza¨²stre es escritor.
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