¡°El tiempo no consigue curar lo que se quiere tapar¡±
Manel Vila (Barcelona, 1956), funcionario de carrera del Ayuntamiento de su localidad natal, es Ciudadano de Honor de Sarajevo e impulsa el Museo del Sitio en la capital Bosnia, que sufri¨® 1.395 d¨ªas de asedio desde abril de 1992 a cargo del ej¨¦rcito popular yugoslavo. Este jueves ha intervenido en el encuentro Ciudades destruidas por la guerra, organizado por el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n en el marco de los actos del bicentenario de la destrucci¨®n de la ciudad. Habla en primera persona, como un sajarevita m¨¢s.
Pregunta. Fueron 1.395 d¨ªas de sitio. ?C¨®mo se vivi¨® aquello?
Respuesta. Ellos lo vivieron como un conflicto entre vecinos. Al principio, la ciudadan¨ªa entendi¨® que iba a durar una semana o un mes, en la confianza de que la comunidad internacional iba a parar aquella agresi¨®n, sin imaginar que iba a durar tres a?os y medio. Llegaron a caer 700 obuses diarios. Hubo instrucciones claras pidiendo la m¨¢xima cotidianeidad posible. La gente trat¨® de vivir con normalidad, dentro de lo posible en una guerra a base de bombardeos. Durante el sitio, nunca falt¨® el peri¨®dico, ni la cerveza, ni el tabaco. Otro elemento clave fue la resistencia de las mujeres, porque fueron ellas, con su sabidur¨ªa, quienes defendieron la ciudad. El d¨ªa a d¨ªa era mucho m¨¢s agradable de lo que el agresor se pod¨ªa imaginar.
P. ?Qu¨¦ papel jugaron la cultura y el humor social?
Sarajevo no habla de acuerdos de paz, sino de acuerdos de no guerra¡±
R. Fue primordial. Nunca en los m¨¢s de tres a?os de ataque se dej¨® de celebrar el festival cultural que se organiza todos los a?os. Frente al silencio de los poderosos gobernantes, la clase intelectual logr¨® alzar la voz. Fue clave la llegada de Susan Sontag. En Sarajevo actuaron grupos culturales que a trav¨¦s del humor, la far¨¢ndula... hac¨ªan m¨¢s soportable la vida. Nunca falt¨® el cine y el teatro, se elegi¨® a Miss Sarajevo durante el cerco, lo que dio lugar a la canci¨®n del mismo nombre que compuso Bono e interpret¨® con Pavarotti.
P. ?Y la diplomacia municipal?
R. Bosnia no estaba reconocida como Estado a nivel internacional. No hab¨ªa embajadas; todo qued¨® a merced de la ayuda que ofrecieron Estrasburgo, Brighton, Amsterdam, Barcelona¡ La diplomacia municipal ayud¨® a sobrellevar y en ocasiones a superar el sitio. Durante el conflicto, el tel¨¦fono para contactar con el Ayuntamiento de Sarajevo era el del Ayuntamiento de Barcelona. Para Barcelona, Sarajevo fue su distrito n¨²mero 11 y cre¨® una unidad administrativa para canalizar su ayuda.
P. Es f¨¢cil imaginar la reconstrucci¨®n de una ciudad, pero ?c¨®mo se rehace la convivencia?
R. Normalizar la relaci¨®n entre vecinos cuesta mucho. A¨²n est¨¢ pendiente en algunos barrios. En la Universidad de Sarajevo est¨¢n muy contentos porque el 10% de los estudiantes son serbios, cuando antes de la guerra era un 30%. Hay un proyecto para crear un museo sobre las ense?anzas que nos dio la cotidianeidad de la guerra. Con la aportaci¨®n de intelectuales de Belgrado, Zagreb y Podgorica, se va a preparar un material de todo lo que nos une y lo poco que nos separa.
Durante el asedio, el tabaco Drina llev¨® la inscripci¨®n ¡®Olvidar mata"
P. ?El tiempo lo cura todo?
R. Durante un a?o del asedio, el tabaco que m¨¢s se fuma en Sarajevo, el Drina, llev¨® la inscripci¨®n Olvidar mata, en lugar de Fumar mata. El tiempo lo cura todo si hay un proceso de justicia, de memoria y de reconciliaci¨®n. Hay que hablar, porque el tiempo no consigue curar lo que se quiere tapar.
P. La reconciliaci¨®n. ?Hay conciencia de vencedores-vencidos?
R. En los Balcanes perdieron todos, absolutamente todos. Eslovenia fue la primera en ser reconocida, y la mejor parada. Pero Croacia tiene unas cicatrices incre¨ªbles; Bosnia, Serbia, Montenegro y Kosovo a¨²n arrastran secuelas. En Sarajevo no hablan de los acuerdos de paz de Dayton, sino de los acuerdos de no guerra. Con Dayton se acab¨® la guerra, pero esto no form¨® la paz.
P. Casi 20 a?os despu¨¦s, ?c¨®mo es Sarajevo ahora?
R. Sarajevo celebr¨® el pasado 6 de abril los 20 a?os del inicio de la guerra. Curioso. Conmemoraron la fecha llenando la calle central, la avenida Mariscal Tito, con 11.541 sillas rojas. Fue la manera que idearon para hacer presentes a los ausentes. La ciudad se ha recuperado urban¨ªsticamente, pero la limpieza ¨¦tnica en los Balcanes es total. La mayor¨ªa de los pueblos son muy compactos ¨¦tnicamente, y esto tardar¨¢ varias generaciones en cambiar.
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