De la cola del paro a facturar millones

?Se acuerda? El profesor all¨ª, en la pizarra, pasando lista de los alumnos. O aquel folio que corr¨ªa de pupitre en pupitre para que los estudiantes apuntasen sus nombres. Sistemas b¨¢sicos de control de asistencia que se han repetido durante siglos en las aulas. Hasta ahora. Una peque?a empresa de C¨®rdoba Qualica-RD ha inventado un aparato de base tecnol¨®gica que puede revolucionar algo tan sencillo como pasar lista. Y de una forma infalible y ya desarrollada anteriormente: a trav¨¦s de las huellas dactilares de los usuarios.

Es solo un ejemplo de lo que hace la firma, especializada en la fabricaci¨®n de tarjetas de identificaci¨®n y productos de control de personas aplicando sistemas de radiofrecuencia. Qualica-RD naci¨® en julio de 2012 de la mente de los hermanos G¨®mez, Alejandro, de 40 a?os, y Francisco Javier, de 38.

¡°Ten¨ªamos una idea muy clara, montar una empresa de ¨¢mbito internacional, porque la crisis estaba en su auge y pens¨¢bamos que el mercado estaba en el exterior¡±, se?ala Francisco Javier G¨®mez, licenciado en Derecho y con un m¨¢ster en Comercio Internacional. La crisis econ¨®mica es, de hecho, el germen del que, literalmente, ha crecido la firma. ¡°Ahora ha superado todas nuestras expectativas¡±, reconoce G¨®mez. En solo un a?o han vendido seis millones de tarjetas y han logrado alcanzar 1,2 millones de euros de facturaci¨®n con solo cuatro empleados. La empresa se diferencia del resto por su gama de aplicaciones y por una pol¨ªtica comercial que protege los precios y garantiza una cuota de mercado y de beneficios econ¨®micos. Y eso, en la selva de mayoristas y proveedores que ajustan sus precios sin apenas margen para el beneficio, es oro puro.

Su primera inversi¨®n provino de los 30.000 euros del paro de los dos hermanos y que capitalizaron para ponerla en marcha. ¡°No ten¨ªamos nada. Llev¨¢bamos a?os trabajando en el sector de la impresi¨®n de tarjetas de identificaci¨®n personal, sistemas de control de acceso y de horario y nos hab¨ªamos quedado en la calle. As¨ª que la crisis fue la puerta que se nos abri¨® para poder volar solos. Dar un salto m¨¢s y convertirnos en fabricantes¡±, a?ade Alejandro G¨®mez.

Hab¨ªa dos formas para que Qualica-RD hiciese verdad su sue?o. O convertirse en fabricantes del hardware necesario ¡ªuna impresora de tarjetas¡ª o haciendo que otros fabricaran los aparatos para ellos. ¡°Optamos por esta segunda opci¨®n, que era la m¨¢s econ¨®mica. Buscamos los proveedores adecuados y nos fabricaron una m¨¢quina a medida¡±, destaca Francisco Javier. A los dos hermanos no les financi¨® ning¨²n banco. ¡°Adem¨¢s de la capitalizaci¨®n del paro, contamos con el pr¨¦stamo de un amigo y la suerte de que en el sector nos conoc¨ªan perfectamente y nos apoyaron: los clientes pagando por adelantado y los proveedores nos dieron cr¨¦ditos¡±, explica. Sin apenas dinero, sin recursos y con mucha ilusi¨®n, Qualica-RD naci¨® en el piso de 50 metros cuadrados de Alejandro.

Para que una empresa triunfe es b¨¢sico un concepto, diferenciarse del resto. Para Francisco Javier G¨®mez, su punto fuerte es el modelo de negocio, basado fundamentalmente en los grandes proyectos que requieren de los servicios de estas impresoras, sus tarjetas y los software de la empresa. ¡°Ah¨ª es donde somos muy buenos, porque somos capaces de adaptarnos casi a cualquier necesidad del mercado¡±, detalla. El logotipo de Qualica-RD se ha colocado ya en 18 pa¨ªses y ofrece servicios a instituciones como Presidencia de Gobierno, Patrimonio Nacional, Ayuntamientos como el de Madrid, los Juegos de Londres o la Copa Am¨¦rica. ¡°Nos adaptamos a las necesidades que nos ofertan los fabricantes tradicionales de impresoras, porque no lo dominan¡±, dice Alejandro.

Y el modelo de negocio fue tambi¨¦n lo que los expertos destacaron cuando los hermanos G¨®mez presentaron su empresa en la Universidad de Cambridge, gracias al premio Emprendedor XXI. ¡°Como mayoristas, hab¨ªamos sufrido mucho las pol¨ªticas comerciales de los fabricantes, que son p¨¦simas. Dan v¨ªa libre a muchos distribuidores por pa¨ªs y ellos se acaban quemando entre ellos, hundiendo los precios y qued¨¢ndose con muy poco margen de beneficio. Nuestra idea era ir a contracorriente y tener un producto propio; en este caso, una impresora propia y crear una pol¨ªtica de distribuci¨®n diferente que sea muy protectora con el canal de distribuci¨®n y con el propio producto, para que no se queme ninguno de los dos¡±, explica Francisco Javier.

Siguiendo esta estrategia, en el ¨¢mbito nacional, Qualica-RD trabaja con distribuidores y mayoristas seleccionando muy bien los precios y protegi¨¦ndolos mucho de los vaivenes del mercado. Por ejemplo, la eliminaci¨®n de los descuentos de las ventas a trav¨¦s de Internet. ¡°Somos muy proteccionistas, como hace Apple con el iPhone¡±, se?ala Francisco Javier. En el mismo sentido, en el mercado internacional la empresa ha buscado un solo distribuidor por pa¨ªs. ¡°Vamos a los mayoristas m¨¢s grandes y nos quedamos con ellos. As¨ª, cuando surge un proyecto solo tiene dos opciones: optar por el producto de siempre con otras cinco empresas ofertando lo mismo a menor precio o trabajar con nuestro producto exclusivo en el que se reserva todo el mercado de nuestra impresora y de las tarjetas¡±, matiza.

Para Qualica-RD, las impresoras a medida que venden son una llave que les abre mercados y que les permite vender otros productos de software. O tambi¨¦n abrir nuevos proyectos como el identificador de huellas dactilares que se ha desarrollado con la colaboraci¨®n de la Universidad de M¨¢laga y que ya se usa en sus aulas. Los dos hermanos han estado esta semana en la feria m¨¢s importante del sector, en Par¨ªs, y la firma ya busca ampliar su mercado exterior en Am¨¦rica.