El trabajo, moneda de cambio
Fomento emprende un programa para que los inquilinos de viviendas sociales que no puedan abonar su mensualidad realicen labores en beneficio de su comunidad
¡°Entra mucho fr¨ªo. Nos arrancaron una ventana y cuando llegan estas fechas tengo a mis hijos con bronquitis¡±, lamenta Ra¨²l Villena, de 32 a?os, quien abre las puertas de su casa y ense?a las humedades que calan la estructura. Este oficial de jardiner¨ªa que lleva casi tres a?os sin encontrar un empleo habla rodeado de sus primos, su esposa, sus hijos y su suegra. Duermen seis en un piso de dos habitaciones en Pico Aneto, uno de los bloques m¨¢s castigados del barrio Las Palmeras, en C¨®rdoba. All¨ª la vida es dura, la zona est¨¢ azotada por el paro, la conflictividad, las drogas y la violencia y sus vecinos luchan cada d¨ªa por salir adelante en medio de las dificultades. Una de ellas es no poder pagar el alquiler social de las viviendas p¨²blicas en las que viven. Unos abonos que, en el caso de esta barriada, van de los 30 a los 60 euros al mes.
La Consejer¨ªa de Fomento y Vivienda ha puesto en marcha all¨ª ¡ªy en otros tres municipios andaluces¡ª un proyecto piloto para que aquellas personas que adeuden pagos, se acojan a trabajos voluntarios en beneficio de su comunidad de vecinos como compensaci¨®n. Labores que ir¨ªan desde la reparaci¨®n de viviendas al mantenimiento y mejora de los espacios comunes de los bloques de casas.
Andaluc¨ªa cuenta con un parque p¨²blico de 83.819 viviendas. La Junta calcula que el 10% de las familias que las habitan tienen problemas para pagar el alquiler social y podr¨ªan estar dispuestas a acogerse al sistema compensatorio de trabajos para los vecinos. Por el momento, se ha empezado en cinco puntos concretos: adem¨¢s de C¨®rdoba, se est¨¢ atendiendo a vecinos residentes en viviendas p¨²blicas de Granada, Los Palacios y Villafranca (Sevilla) y Almer¨ªa. ¡°No es una medida para evitar desahucios. La Junta lleva un a?o y medio sin desahuciar a nadie de su parque p¨²blico¡±, subraya la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cort¨¦s. ¡°Es una medida para fomentar la implicaci¨®n y la responsabilidad de los vecinos en las comunidades¡±, zanja.
Vecinos como Jos¨¦ Manuel Secilla, de 34 a?os, que lleva los tres ¨²ltimos en paro. Vive tambi¨¦n en Pico Aneto y cuando se le pregunta por su situaci¨®n, la sonrisa se le tuerce. ¡°Lo peor es la desesperaci¨®n. Levantarse y no saber qu¨¦ hacer. No tener nada. Por eso creo que si hacemos trabajos aunque sean chapucillas, que sean buenas para el resto, nos sentiremos ¨²tiles. Ser¨¢ mejor para todos¡±, comenta. Seg¨²n cuenta Elena Cort¨¦s, la iniciativa del trabajo compensatorio del alquiler social parti¨® de algunos vecinos del parque p¨²blico de vivienda. ¡°Es una propuesta que arranca precisamente de gente que nos pregunta qu¨¦ puede hacer, c¨®mo puede contribuir a mantener su casa si no tiene dinero; y han sido los propios vecinos en algunos casos los que se han ofrecido a colaborar de este modo. Y queremos que las mujeres se impliquen especialmente¡±, se?ala la consejera.
En C¨®rdoba, el programa piloto ha comenzado con un taller b¨¢sico de alba?iler¨ªa, electricidad y fontaner¨ªa. ¡°Durante unas semanas, los alumnos se formar¨¢n y despu¨¦s podr¨¢n acogerse a la iniciativa de trabajo compensatorio¡±, puntualiza la delegada de Fomento y Vivienda en la provincia, Mari Santos C¨®rdoba. ¡°Estamos en esta primera fase de aprendizaje, luego tocar¨¢ hacer la selecci¨®n de aquellas familias que cumplen el perfil que buscamos: gente que quiere pagar pero que no puede¡±, dice.
¡°Llevo tres a?os en el paro, en mi casa nadie trabaja. ?Qu¨¦ quieren? Lo poco que entra lo usamos para comprar comida¡±, resume Carlos Villena, otro vecino de Pico Aneto. Ra¨²l por su lado, cuenta que con la venta de chatarra y la comida que su pareja pide en el supermercado no les da para vivir. Y menos para pagar el alquiler. ¡°Pero si trabajamos ser¨¢ casi como si pag¨¢semos el piso. Y adem¨¢s son trabajos para nosotros, para los vecinos. Yo empezar¨¦ por arreglar la azotea¡±, dice antes de despedirse y cerrar la puerta.
Las primeras experiencias, en Almanj¨¢yar
De las cuatro experiencias piloto que se realizan en Andaluc¨ªa para compensar las deudas del alquiler social, el programa m¨¢s avanzado es el del barrio de Almanj¨¢yar, en Granada. All¨ª ya se han seleccionado a cinco familias inquilinas del portal 2 de la promoci¨®n de Caser¨ªa de Aguirre. Todos ellos tienen escasos recursos debido a su situaci¨®n de desempleo y no pueden hacer frente al pago del alquiler y de la comunidad, que oscila entre los 100 y los 200 euros mensuales.
Las cinco familias participantes en la experiencia pintar¨¢n los elementos comunes del edificio, colocar¨¢n puertas para restringir el acceso a los patios comunitarios abiertos y renovar¨¢n las instalaciones el¨¦ctricas, deterioradas por actos vand¨¢licos. La Consejer¨ªa de Fomento, que ha asumido el coste de los materiales, ha decidido en colaboraci¨®n con la comunidad de vecinos comenzar con las obras consideradas prioritarias por los residentes en el edificio.
En el desempe?o de estas labores, esas personas estar¨¢n supervisadas por personal t¨¦cnico de la Agencia de Vivienda y Rehabilitaci¨®n de Andaluc¨ªa (AVRA, antes EPSA) y por los trabajadores sociales que act¨²an permanentemente en la barriada de Almanj¨¢yar desarrollando labores de inserci¨®n integral de esta poblaci¨®n. Las previsiones de la consejer¨ªa son ampliar esta experiencia a otras familias deudoras de buena fe tambi¨¦n residentes en la promoci¨®n de Caser¨ªa de Aguirre, compuesta por 128 viviendas p¨²blicas en r¨¦gimen de alquiler gestionadas por AVRA. Para ello, la consejer¨ªa realizar¨¢ previamente una labor de inspecci¨®n y verificaci¨®n para constatar que existen razones justificadas para el impago del alquiler. En la provincia de Granada, la Junta posee un parque p¨²blico residencial de 7.700 inmuebles. De ese conjunto, en torno a un millar se localizan en el barrio de Almanj¨¢yar de la capital granadina.
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