Atrapados en productos t¨®xicos
Miles de personas pierden sus ahorros en preferentes de bancos y empresas o fondos inmobiliarios Los afectados denuncian que fueron mal informados
Oficialmente, la recesi¨®n ha terminado. Pero la crisis sigue destapando productos t¨®xicos que han empobrecido a miles de ciudadanos, que han visto c¨®mo el dinero ¡ªo parte de ¨¦l¡ª que ten¨ªan guardado se ha esfumado. Muchos de ellos eran ahorradores que se convirtieron, sin saberlo, en inversores. Los m¨¢s de 50.000 afectados en Catalu?a por las preferentes de las antiguas cajas de ahorros han expresado su malestar en la calle y estos d¨ªas sus representantes acuden al Parlament a denunciar esos casos. Pero no son los ¨²nicos productos t¨®xicos que se comercializaron: desde hipotecas vinculadas a la evoluci¨®n de monedas extranjeras hasta la compra de bonos de empresas que hoy han quebrado.
Matar¨® se ha convertido en la m¨¢xima expresi¨®n de esa venta masiva de preferentes. Al menos uno de cada ocho ciudadanos fue afectado por la venta de preferentes de Caixa Laietana. El diputado Pere Aragon¨¨s (ERC) le record¨® al expresidente de la entidad, Josep Ibern, que se ha tenido que crear un juzgado en Matar¨® para atender la avalancha de casos. Ibern rechaz¨® toda responsabilidad en la venta de preferentes. ¡°Ya le aseguro yo que no hac¨ªamos nada diferente de lo que hac¨ªan los otros¡±, se excus¨®.
Algunos bancos han solventado mejor que otros la devoluci¨®n de ese dinero. Las preferentes de CatalunyaCaixa, por ejemplo, perdieron el 61% de su valor dada su antig¨¹edad. Miles de esos afectados tienen abierta la ventanilla del arbitraje para recuperar toda su inversi¨®n. El presidente de la entidad, Jos¨¦ Carlos Pla, prev¨¦ que los arbitrajes est¨¦n resueltos a lo sumo en abril.
Las participaciones de las entidades bancarias, sin embargo, no son los ¨²nicos productos que hoy atienden los juzgados. Muchas empresas tambi¨¦n emitieron sus preferentes. Lo hicieron, por ejemplo, Repsol, Sol Meli¨¤, SOS Cu¨¦tara o Eroski-Fagor. En el ¨²ltimo caso, el concurso de acreedores de la firma de electrodom¨¦sticos dej¨® atrapados a 10.000 preferentistas. ¡°El caso m¨¢s extendido es el de las preferentes bancarias, pero hay muchos instrumentos. El perfil del afectado es muy similar: gente conservadora que conoc¨ªa solo la cultura del plazo fijo y que no quer¨ªa riesgos, pero que compra estos productos porque en la oficina de toda la vida le dicen que se trata de algo similar al plazo fijo¡±, explica Arcadi Sala-Planell, letrado del bufete BBS Abogados, especializado en estos litigios.
El Col¡¤lectiu Ronda atiende a 10.000 personas por productos t¨®xicos
Sala-Planell lleva el caso de Esteban Planas, un cliente cuya demanda contra Banco Santander ha sido admitida a tr¨¢mite por el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 46 de Barcelona por la venta de participaciones preferentes de SOS Cu¨¦tara (De¨®leo). ¡°En diciembre de 2006 contaba con 100.000 euros tras vender un piso heredado. Aunque ten¨ªa la intenci¨®n de comprar una vivienda, la directora del banco me dijo que los destinara a ese producto, que daban una buena rentabilidad [del 3,73%] con disponibilidad inmediata¡±, explica Planas. Un a?o despu¨¦s, se le recomend¨® adquirir valores Santander, cuyo canje quedaba fijado en ese momento. El banco dio varias ventanas de salida a los clientes, pero con p¨¦rdidas. ¡°A Planas le insistieron que era como adquirir un dep¨®sito¡±, insiste su abogado.
El Col¡¤lectiu Ronda ha ganado recientemente un caso en el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 20 contra IPME 2012, la heredera de Bankpime. Esta ha tenido que devolver a un cliente el dinero que destin¨® a la compra de bonos de la inmobiliaria Aisa, hoy en concurso de acreedores. La juez declar¨® nula la orden de compra de los bonos al considerar que ¡°la informaci¨®n¡± que se facilit¨® al cliente no pod¨ªa considerarse ¡°suficiente¡±. Aisa, entonces participada por la Agrupaci¨® M¨²tua presidida por F¨¨lix Millet, que tambi¨¦n controlaba Bankpime, realiz¨® dos emisiones de bonos en 2001 que ascend¨ªan a 45 millones de euros y otra en 2006 por 25 millones. No es el ¨²nico producto t¨®xico que comercializaba Bankpime. El abogado del Col¡¤lectiu Ronda ?scar Serrano, cuyo bufete ha atendido ya a m¨¢s de 10.000 personas por cuestiones relacionadas con estos productos, explica que trabaja en casos de bonos de los bancos islandeses Landsbanki y Kauphing Bank comercializados por esa entidad o bien de fondos del banco norteamericano Lehman Brothers, que quebr¨® en 2008.
¡°La banca siempre ha sido la intermediaria¡±, denuncia el presidente de la Asociaci¨®n de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), Manuel Pardos, quien matiza que no todas las entidades se han comportado de la misma forma. ¡°Ante las demandas que hemos presentado, algunos bancos han decidido llegar a acuerdos para resolver las situaciones, otros no lo hacen¡±, asegura Pardos, quien tambi¨¦n comparecer¨¢ ante el Parlament para dar voz a sus representados.
P¨¦rdidas en el ladrillo
El inmobiliario ha sido otro sector que tambi¨¦n ha resultado especialmente t¨®xico. Al principios quedaron atrapados en el ladrillo los peque?os inversores que adquirieron solares ¡ªcuyo valor cay¨® a cero e incluso a valores negativos¡ª o en viviendas que nunca se hicieron porque la empresa entr¨® en concurso de acreedores. Luego quedaron tambi¨¦n atrapados en los fondos inmobiliarios. El ¨²ltimo caso ha sido el de CatalunyaCaixa, cuyo fondo CV Propietat-FII ha dejado atrapados 3.336 clientes que, seg¨²n el Col¡¤lectiu Ronda, no recuperar¨¢n algo de su dinero hasta que se realice su ¡°liquidaci¨®n ordenada¡±.
Junto a las preferentes, las hipotecas han sido el otro producto que ha suscitado m¨¢s reclamaciones en los juzgados: desde los swaps a las cl¨¢usulas suelo. La representante de los afectados de CatalunyaCaixa, Elvira M¨¢rmol, detall¨® en el Parlament otro de los productos que ha dado problemas: las hipotecas multidivisa. ¡°Hay personas que se vieron abocados a firmar hipotecas ininteligibles, como las multidivisa, y para las que deb¨ªan conocer la evoluci¨®n del franco suizo o el yen. Muchas se colocaron a inmigrantes, que no hablaban catal¨¢n ni castellano¡±, asegur¨®.
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