La peor resaca del ladrillo
Sanxenxo liquida la Gerencia de Urbanismo mientras el juez imputa a sus gestores Las arcas locales sufren una sangr¨ªa por los desmanes del pasado
Pocos lugares hay en la costa gallega donde el pinchazo del globo urban¨ªstico tenga un efecto m¨¢s traum¨¢tico que en Sanxenxo, donde el desfile judicial de esta semana de alcaldesa, t¨¦cnicos y asesores presentes y pasados oscureci¨® un tr¨¢mite simb¨®lico en el pleno municipal del lunes. Los insultos y reproches entre Gobierno y los partidos de la oposici¨®n ¡ªy estos entre s¨ª¡ª permitieron no obstante el acuerdo un¨¢nime para suprimir la Gerencia de Urbanismo, el ap¨¦ndice administrativo que ha supervisado todo lo que al ladrillo se refiere en el tur¨ªstico municipio pontevedr¨¦s en la ¨²ltima d¨¦cada. Pero las ra¨ªces del desparrame alcanzan m¨¢s atr¨¢s en el tiempo, a los a?os setenta.
Eran los tiempos del efecto Benidorm, descritos en un informe elaborado hace algo m¨¢s de un lustro para un congreso judicial por el magistrado Antonio Castro y el funcionario municipal Victoriano Otero, hoy jubilado, sobre el devenir urban¨ªstico de la localidad, con un subt¨ªtulo, Entre el fe¨ªsmo y la impunidad, que sirve tambi¨¦n de conclusi¨®n. Entre los ejemplos m¨¢s aparentes, uno que saluda a los visitantes a la entrada de la localidad, el edifico Herpi, mole de ocho pisos cimentada sobre la arena de la praia da Carabuxeira. Otro s¨ªmbolo es el edificio de la Praza do Pazo, que muestra c¨®mo levantar una plaza interior estilo barriada en el centro, justo a la espalda de un edificio se?orial del siglo XVIII.
Eran tiempos de arbitrariedad que experimentaron una especie de par¨®n en los noventa, una d¨¦cada movida en lo pol¨ªtico. Una moci¨®n de censura sac¨® al PP del Gobierno en 1993. ¡°El urbanismo aqu¨ª siempre fue un tema muy delicado y conflictivo, siempre con muchos intereses, siempre condicionado a los votos¡±, resume Dora P¨¦rez Alarc¨®n, protagonista de aquel vuelco que dio la alcald¨ªa a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez, del PSOE. Los socialistas arrasaron dos a?os despu¨¦s, con una mayor¨ªa absoluta que el grupo no asimil¨®. Tres ediles dieron la espantada y las elecciones siguientes devolvieron al PP al poder. Casi 15 a?os despu¨¦s Rodr¨ªguez es el sost¨¦n de los populares en el Ayuntamiento con un partido independiente. La otra pata de aquel conflicto era Jaime Corral, que sofoca un exabrupto antes de rechazar educadamente recordar esos d¨ªas.
¡°Aqu¨ª lo que hab¨ªa que haber hecho es aprovechar la vertical e ir separando la edificaci¨®n de la playa. Se hizo al rev¨¦s. Parece que todo es una finca que se prolonga hasta el mar¡±, cuenta Corral, que lleg¨® a la pol¨ªtica desde el movimiento vecinal, fue presidente de la asociaci¨®n de libreros de Galicia y ha vuelto a las movilizaciones con SOS Panadeira, una asociaci¨®n que ha peleado en el ¨²ltimo a?o por evitar que el puerto deportivo ampl¨ªe sus pantalanes y se cargue otro arenal. ¡°Han macizado el municipio. ?Qui¨¦n tumba esto ahora?¡±, lamenta.
Tras la debacle socialista lleg¨® a Sanxenxo un alcalde de los nuevos tiempos, constructor, mirada azul refulgente e ideas claras. La ley del suelo de Aznar cambi¨® el paradigma y declar¨® urbanizable todos los terrenos no vetados expresamente a la construcci¨®n. ¡°Soy un ganador¡±, dijo Telmo Mart¨ªn siete a?os despu¨¦s, cuando dej¨® Sanxenxo para emprender la aventura pontevedresa. Mart¨ªn trajo bajo el brazo la propuesta para elaborar un plan general de ordenaci¨®n que se aprob¨® en tiempo r¨¦cord, no sin alg¨²n acontecimiento curioso en su tramitaci¨®n, como la renuncia del primer equipo redactor, basado en Madrid, por motivos de salud.
El siguiente equipo, de Vigo, entreg¨® un documento que tras alguna revisi¨®n propuso 30 nuevos suelos urbanizables, un mill¨®n de metros cuadrados edificables y unas previsiones de una poblaci¨®n estable ¡ªsin contar residentes veraniegos¡ª de 25.000 personas. Tambi¨¦n se ampli¨® el puerto deportivo y se planific¨® una nueva v¨ªa urbana de acceso de cuatro carriles, que part¨ªa una parroquia en dos. El presupuesto aument¨® de forma vertiginosa. En 2007, primer a?o de Catalina Gonz¨¢lez (PP) como regidora, se alcanz¨® el r¨¦cord de 114 millones. Sanxenxo iba a ser una ciudad. La nueva alcaldesa se subi¨® el sueldo. Despu¨¦s se avino a recortarlo.
La poblaci¨®n oficial hoy es de 17.604 habitantes y el presupuesto de 31,4 millones. El aceler¨®n urban¨ªstico dej¨® un reguero de resoluciones judiciales gravosas. La ampliaci¨®n del puerto supuso 850.000 euros de multa por excesos en la construcci¨®n, previos a la adquisici¨®n municipal de las instalaciones pero asumidos por el consistorio con la compra. Las urbanizaciones proyectadas en el ¨¢rea de Monte Faro ya le han supuesto al Ayuntamiento otros 3,8 millones en indemnizaciones a la promotora, que corresponden a otros tantos ingresados en las arcas locales a cambio de renunciar a la obligaci¨®n de construir viviendas p¨²blicas. Otra sentencia para una urbanizaci¨®n similar, esta vez de 4,8 millones, depende ahora de lo que el Supremo dicte. El pol¨ªgono de Nantes, polo industrial proyectado durante la ola, est¨¢ casi vac¨ªo. El Ayuntamiento quiere ahora soterrar su tendido el¨¦ctrico. Entre tanto, el Sareb, el banco malo, vende los terrenos para una urbanizaci¨®n de 14 hect¨¢reas que iba a ser de 400 pisos y hoy acumula maleza. Adem¨¢s, los litigios suscitados solo entre 2006 y 2009 le supusieron al Ayuntamiento 900.000 euros en minutas, pagadas a un bufete externo.
En todo ese aluvi¨®n ocup¨® un papel central la Gerencia de Urbanismo. El argumento que enunci¨® Mart¨ªn para justificar su creaci¨®n fue excluir los criterios pol¨ªticos de las decisiones sobre la materia. ¡°La gerencia fue un filtro, una especie de traductor de las decisiones pol¨ªticas de Telmo Mart¨ªn a lenguaje t¨¦cnico¡±, opina el portavoz local del BNG, David Otero, que se estren¨® con el documento reci¨¦n aprobado. El edil recuerda que desde ahora y hasta el final de 2017 el Ayuntamiento tendr¨¢ que pagar 225.000 euros por trimestre para compensar excesos pasados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.