Lanbide tropieza en su modelo
La inacabada estructura interna y los efectos de la crisis la llevan al l¨ªmite
Lanbide, la ventanilla ¨²nica que une la gesti¨®n de las prestaciones por desempleo, las ayudas sociales, la formaci¨®n y la reinserci¨®n laboral, no ha tenido ni un minuto de calma desde que sell¨® la transferencia. La ¡°caja de herramientas para el empleo¡± que naci¨® en 2011 primero como un ente p¨²blico de derecho privado y luego evolucion¨® hacia la actual configuraci¨®n de organismo aut¨®nomo est¨¢ tropezando en su propio zapato. A los problemas externos que est¨¢ teniendo para atender a su cada vez mayor clientela ¡ªhasta el Ararteko asegur¨® a mediados de a?o que en 2012 no funcion¨® bien¡ª se suman los internos de organizaci¨®n de sus trabajadores y de indefinici¨®n de su modelo y falta deestrategia.
El cambio radical de concepto ¡ªhasta 2011 la asistencia social, las prestaciones por desempleo y la activaci¨®n ten¨ªan ventanillas diferentes¡ª y la brutal crisis que ha duplicado los perceptores de RGI hasta los actuales 62.000 y casi 180.000 parados, han convertido Lanbide en un polvor¨ªn. Sus 877 trabajadores, m¨¢s de 300 de los que llegaron con la transferencia, han celebrado ya varias huelgas con el cierre casi total de las oficinas y prev¨¦n otra m¨¢s en la primera quincena de diciembre en protesta por el plan del Gobierno de dejar una plantilla de 814 empleados y una bolsa de trabajo de 86, con afecci¨®n salarial y movilidad. Funci¨®n P¨²blica traslad¨® la propuesta a principios del pasado mes en la mesa negociadora, y despu¨¦s ha mantenido contactos bilaterales con cada una de las fuerzas sindicales.
Ahora sabe que el conflicto de Lanbide tiene m¨¢s aristas de las que parec¨ªa a simple vista, y que se trata de un problema que puede colapsar la apuesta por el pragmatismo que el Gobierno de I?igo Urkullu est¨¢ desplegando en materia econ¨®mica y fiscal, tanto con el PSE como con el PP y tambi¨¦n con la Administraci¨®n central. Regular sus condiciones por decreto encender¨ªa m¨¢s las protestas. La definici¨®n de la Relaci¨®n de Puestos de Trabajo, RPT, una obligaci¨®n de la administraci¨®n es el primero de los problemas. La propuesta de Funci¨®n P¨²blica no gusta en general a los sindicatos.
La clientela de Lanbide
ELA y LAB exigen que todas las personas que est¨¢n ahora trabajando aseguren su continuidad, con seguridad. ¡°Nosotros hablamos de puestos de trabajo, los sindicatos hablan de personas concretas¡±, sostienen desde el Gobierno, tras recordar que de los 877 actuales empleados de Lanbide, 190 tienen un tipo de contrato temporal. La propuesta del Gobierno consolidar¨ªa 814 puestos y el resto hasta 900 serian bolsa de trabajo. Un bloque que seg¨²n Empleo, dejar¨ªa la instituci¨®n preparada para atender a la actual demanda puntual de trabajo y a la futura, cuando pase la crisis y de los 62.000 perceptores se pase al entorno de los 30.000 y la tasa de paro caiga al 8% ¨® 9%. ¡°No est¨¢n haciendo una foto real de las necesidades¡±, responde la responsable del sector p¨²blico de CC OO, Maite Garabieta, habida cuenta de que con la actual plantilla ¡°se llega justo a atender a la RGI¡± dejando totalmente de lado todo lo relativo a la activaci¨®n del empleo.
Para los sindicatos es un error definir una RPT cuando no existe un plan estrat¨¦gico hasta 2016, y cuando la coyuntura invita a pensar que todav¨ªa el desempleo y sus consecuencias van a segur creciendo en 2014. La realidad es que el modelo definitivo depende sustancialmente no s¨®lo del n¨²mero de puestos, sino de la definici¨®n del n¨²mero de oficinas por zonas que permita pasar del modo RGI, ahora colapsado, al de activaci¨®n y formaci¨®n para el empleo, directamente abandonado. Pr¨¢cticamente toda la clientela de Lanbide tiene motivos para estar enfadado comolo reflejan ante el Ararteko.
A los retrasos y los problemas con la RGI se han sumado los inconvenientes de las huelgas y paros, y las molestias derivadas de la poca seriedad con las subvenciones de los aut¨®nomos, los pagos a las empresas de inserci¨®n, y en las subvenciones por fomento del empleo. ¡°Estamos hablando de empleo, de formaci¨®n, de reinserci¨®n laboral, de conceptos fundamentales que hay que prestar con calidad y que tenemos que prestigiar entre todos¡±, dice Garabieta y para eso ¡°es necesaria plantilla suficiente¡±. El secretario general de UGT, Ra¨²l Arza asegura que la clave est¨¢ en el dise?o de oficina.
Nos hemos olvidado de que hay m¨¢s parados que perceptores de RGI"
¡°Nos hemos olvidado que la otra parte del servicio, quiz¨¢s la m¨¢s importante, es la de la orientaci¨®n y la formaci¨®n¡± y no hay que perder la perspectiva de que ¡°hay muchos m¨¢s parados que perceptores de la RGI¡±. En el actual dise?o que ha propuesto la administraci¨®n hay excedentes en San Sebasti¨¢n que se solucionar¨ªan con una tercera oficina. Las fuerzas sociales piden a la administraci¨®n un mapa m¨¢s ambicioso de oficinas y con un modelo de dotaciones y servicios que permita ofrecer un servicio de calidad ahora y en el futuro, pase lo que pase con el desempleo y con la demanda de ayudas. ¡°No se puede crear un organismo para el futuro porque vivimos en el presente¡±, aseguran las fuerzas sindicales frente a una plantilla que tiene por delante el reto del rejuvenecimiento. La media de edad del personal de Lanbide est¨¢ en el entorno del medio siglo.
Rebaja salarial: "Casus belli"
La tard¨ªa transferencia de las pol¨ªticas activas de empleo gener¨® en origen un desnivel salarial considerable, hasta que en 2011, CC OO y UGT con el anterior Gobierno pactaron la homologaci¨®n sobre la base de una serie de complementos que equipararan los niveles de la administraci¨®n vasca a las funciones que estaban haciendo ya los nuevos empleados de Lanbide que llegaban del Servicio P¨²blico de Empleo Estatal. ¡°No vamos a firmar nada por debajo de eso¡± afirma taxativo Arza. Cualquier intento de adaptar los salarios a las titulaciones y por lo tanto en muchos casos rebajar las n¨®minas sin tener en cuenta las funciones, ser¨ªa ¡°casus belli¡±. La parte m¨¢s d¨¦bil son precisamente quienes vinieron del SEPE que ten¨ªan salarios bastante m¨¢s bajos. ¡°Hacer la transferencia bien era hacerlo con salarios homologados desde el primer momento, no se pod¨ªa andar con parches¡±, explica Arza. ¡°En este momento nadie se pasa de las escalas salariales de la administraci¨®n vasca, luego no hay porqu¨¦ ajustar a la baja. Cualquier criterio que se use para ello ser¨¢ interpretado como una excusa para recortar y no es admisible¡±, concluye Garabieta. A partir de ah¨ª todo lo dem¨¢s es negociable pero teniendo en cuenta que hay tres l¨ªneas rojas que en la actual coyuntura no se puede sobrepasar como es ¡°el mantenimiento del empleo, el mantenimiento de los actuales niveles salariales, y finalmente que la movilidad se haga de forma pactada¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.