El hundimiento del ¡®CNI catal¨¢n¡¯
El centro que protege a la Generalitat de 'hackers' controla a activistas en Twitter El Gobierno de Mas no quiere investigar el robo de datos de un exempleado
De antivirus a pirata, y de pirata a n¨¢ufrago. Es el brev¨ªsimo viaje del Cesicat, un organismo nacido en 2010 para velar por la seguridad de las telecomunicaciones de la Generalitat que, en poco tiempo, ha derivado hacia el espionaje pseudopolicial. La filtraci¨®n de centenares de documentos por parte de Anonymous ¡ªpreviamente robados por un extrabajador¡ª ha destapado que el centro husme¨® en las redes sociales y monitoriz¨® la actividad de activistas y periodistas de izquierdas. Sus responsables, adem¨¢s ¡ªas¨ª consta en los documentos¡ª idearon un proyecto para convertir al Cesicat en el embri¨®n de una suerte de CNI catal¨¢n, lo que ha levantado una polvareda pol¨ªtica y ha puesto en jaque la supervivencia del Centro de Seguridad de la Informaci¨®n de Catalu?a.
El robo y posterior filtraci¨®n de los datos han sacado los colores al Cesicat y ha descolocado al Gobierno catal¨¢n que, sin embargo, permanece inm¨®vil. Pese a que conoce la sustracci¨®n interna al menos desde el pasado verano, el Ejecutivo de Artur Mas se resiste a denunciar los hechos porque eso implicar¨ªa, entre otras cosas, admitir que el Cesicat desarroll¨® actividades ajenas a su misi¨®n original. Seg¨²n explicaron a este diario fuentes del Ejecutivo, un inform¨¢tico que trabaj¨® all¨ª entre septiembre y diciembre de 2012 accedi¨® al ordenador del gerente y copi¨®, en una unidad de memoria extra¨ªble, cientos de archivos y correos electr¨®nicos.
Las filtraciones revelan el robo de 3.000 credenciales de la Generalitat
El Gobierno de Artur Mas ni siquiera admite, de forma oficial, que los documentos sean aut¨¦nticos. Fuentes policiales y del Gobierno, sin embargo, reconocen que el Cesicat desarroll¨® esas actividades, aunque argumentan que no se trata de una intromisi¨®n ileg¨ªtima, ya que las redes sociales son fuentes abiertas y que esas investigaciones solo pretendieron evitar futuros ataques cibern¨¦ticos a los equipos inform¨¢ticos de la Generalitat.
Los documentos acreditan que los t¨¦cnicos del Cesicat ¡ªformado por una docena de inform¨¢ticos y antiguos?hackers, y con un presupuesto que ronda el mill¨®n de euros anual¡ª no solo invirtieron su tiempo en prevenir que un virus atacase los equipos de la Administraci¨®n. Los expertos monitorizaron la actividad en Twitter de activistas sobre temas como la cumbre del Banco Central Europeo, el aniversario del movimiento de los indignaods, as¨ª como las campa?as contra Bankia o contra el pago de peajes en las autopistas catalanas. En los informes se hicieron constar, adem¨¢s, nombres de abogados, periodistas y medios de comunicaci¨®n tradicionalmente ligados al activismo social. En una ocasi¨®n, al menos, el Cesicat elabor¨® un perfil con datos personales y profesionales del fotoperiodista Jordi Borr¨¤s, que ha presentado una denuncia ante la Agencia de Protecci¨®n de Datos.
La filtraci¨®n de esos datos desat¨® la ira en las redes sociales. Los activistas acusaron al Cesicat de orquestar un espionaje ideol¨®gico con ayuda de la polic¨ªa. Seg¨²n fuentes del Cesicat, esos trabajos se realizaron a petici¨®n de los Mossos d¡¯Esquadra. Fuentes policiales, sin embargo, atribuyen la iniciativa al organismo y consideran que la utilidad de la informaci¨®n recopilada a trav¨¦s de Twitter ¡ªuna fuente abierta, recuerdan¡ª es pr¨¢cticamente nula. La ¨²ltima revelaci¨®n, conocida ayer, indica que el sistema inform¨¢tico de la Generalitat sufri¨® un ataque que dej¨® en manos de hackers las credenciales de m¨¢s de 3.000 funcionarios p¨²blicos.
Diversos correos aluden a una reuni¨®n del exempleado con Felip Puig
El exempleado del Cesicat que, presuntamente, se apoder¨® de la informaci¨®n ¡ªseg¨²n su versi¨®n, por desacuerdos con la gesti¨®n del centro¡ª se reuni¨®, presuntamente, con el m¨¢ximo responsable de la instituci¨®n, el consejero de Empresa y Ocupaci¨®n, Felip Puig, que adem¨¢s es el anterior responsable del Departamento de Interior. Seg¨²n diversos correos electr¨®nicos a los que ha tenido acceso este diario, Puig desayun¨® con el que exempleado el pasado 2 de abril en el hotel Neri de Barcelona. La intenci¨®n de la reuni¨®n, seg¨²n fuentes conocedoras del encuentro, era informar al consejero del agujero de seguridad existente en la Generalitat, y, en concreto del robo de esas 3.000 credenciales de funcionarios p¨²blicos.
Fuentes oficiales no confirmaron ayer en el encuentro, pero admitieron el robo de las claves para acceder a ¨¢reas reservadas de la Generalitat. Esas fuentes enmarcan la sustracci¨®n en un macroataque que afect¨® a seis millones de personas de todo el mundo, entre ellos a empleados de la Generalitat. E insisten en que nunca se vio afectado el sistema inform¨¢tico del Gobierno catal¨¢n, y que adem¨¢s se reaccion¨® cambiando en ese momento las contrase?as de los afectados.
Hasta ahora, la crisis del Cesicat hab¨ªa generado revuelo en las redes sociales. El pasado 5 de noviembre, Puig destituy¨® al director general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Informaci¨®n, Carles Flamerich, pero Empresa y Ocupaci¨®n lo desvincul¨® de la crisis en el Cesicat. ¡°Se trata de una p¨¦rdida de confianza¡± sostenida durante meses, alegan las fuentes anteriormente citadas de Empresa y Ocupaci¨®n.
Los activistas acusan al Cesicat de orquestar un espionaje ideol¨®gico
En la situaci¨®n actual, diversas fuentes conocedoras de la crisis tienen una pregunta sin respuesta: ?Por qu¨¦ la Generalitat no denuncia la incursi¨®n en una de sus plataformas de inteligencia llamada a jugar un papel clave en un futuro estado catal¨¢n? ?Existe la intenci¨®n de dejar caer a la instituci¨®n, sin tratar de paliar la crisis?
Otras fuentes aseguran que la denuncia de todas las filtraciones implicar¨ªa el reconocimiento autom¨¢tico de la autenticidad de todos los documentos. Y eso a su vez obligar¨ªa a la instituci¨®n y al Gobierno a explicar por qu¨¦ la fundaci¨®n que naci¨® con una misi¨®n clara ¡ªproteger de ataques inform¨¢ticos a estructuras cr¨ªticas catalanas¡ª ha derivado hacia algo m¨¢s nebuloso, con una misi¨®n y unos objetivos poco claros, en la frontera de lo que se considerar¨ªa una labor policial o de inteligencia.
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