El antagonismo en Euskaltzaindia sobre las l¨ªneas acad¨¦micas agrava su crisis
Las dimisiones desvelan la existencia de un sector cr¨ªtico con el estilo de Andr¨¦s Urrutia
El antagonismo sobre las l¨ªneas acad¨¦micas a seguir y unas gotas gruesas de personalismos enfrentados han larvado en los ¨²ltimos meses una in¨¦dita crisis en el seno de Euskaltzaindia, que parad¨®jicamente ha estallado en la conmemoraci¨®n del D¨ªa del Euskera, el pasado martes. Las sonoras dimisiones de la legendaria Comisi¨®n de Gram¨¢tica de esta Academia de la Lengua Vasca al sentirse ¡°desautorizada¡± en su trabajo y del reputado ling¨¹ista Ibon Sarasola, un d¨ªa despu¨¦s, dinamitan un escenario que desvela la existencia de un sector, minoritario eso s¨ª, enfrentado al estilo del presidente de la instituci¨®n, Andr¨¦s Urrutia.
Ninguna de las dos partes claramente reconocibles en el conflicto quieren alimentar sus diferencias antes del plenario del pr¨®ximo 20 de diciembre, aunque desde el seno de la comisi¨®n ¡°no ven¡± posibilidades de un entendimiento, al que se apunta, en cambio, el entorno de Urrutia, quiz¨¢ desde la obligaci¨®n propia del cargo. En el medio, personas ligadas al euskera que asisten incr¨¦dulas a una pugna ¡°que se ve¨ªa venir y que no nos favorece en nada¡±, recuerdan.
Todo empez¨® en marzo de este a?o, aunque las diferencias con el mandato de Urrutia, acad¨¦mico, abogado, economista y notario de profesi¨®n ¡ªfue elegido en diciembre de 2004 en sustituci¨®n de Jean Haritschelhar¡ª son anteriores. ¡°He visto hacer llorar a un acad¨¦mico¡±, dicen en contra del presidente.
Discrepancias sobre el modo de realizar una gram¨¢tica de uso com¨²n
La pasada primavera, el presidente traslad¨® una serie de observaciones a las comisiones de Fonolog¨ªa y Gram¨¢tica que abrieron la brecha de las disidencias, incluida la petici¨®n de que tres personas se incorporaran a los trabajos de la renovaci¨®n del diccionario. Sin embargo, la din¨¢mica nada perentoria de la Acad¨¦mica permiti¨® que hasta el pasado mes de septiembre no prendiera la llama.
Fue entonces, cuando en un documento de ocho p¨¢ginas, Urrutia propone a Gram¨¢tica que se siga reduciendo en una extensi¨®n aproximada de 1.200 p¨¢ginas (un m¨¢ximo de uno o dos tomos) los siete libros ya elaborados y que la comisi¨®n asume. Sin embargo, la disidencia surge cuando el presidente de Euskaltzaindia propone generar en una edici¨®n de f¨¢cil manejo una gram¨¢tica de uso com¨²n acorde con las necesidades de los nuevos tiempos sociales y que no espere a la compactaci¨®n de los tomos ya escritos.
Desde la Academia se entiende que ¡°no se puede esperar tres a?os o m¨¢s a que se reduzcan los tomos porque el idioma tiene que actualizarse¡±, recordando el ejemplo seguido con la gram¨¢tica b¨¢sica espa?ola. Pero la comisi¨®n rebate que ¡°de lo peque?o no se puede ir a lo mayor¡± y que, por eso, ¡°se debe acabar la reducci¨®n de los tomos y luego abordar la gram¨¢tica m¨¢s descriptiva¡±. Incluso, esgrimen un axioma de Resurrecci¨®n Mar¨ªa de Azkue, presidente de Euskaltzaindia desde su fundaci¨®n en 1919, quien asegur¨® que ¡°solo los fot¨®grafos pueden pasar de lo peque?o a lo grande¡±.
Urrutia quer¨ªa, adem¨¢s, que en el trabajo de esta gram¨¢tica de uso com¨²n se incorporaran representantes de otros sectores del euskera, otra iniciativa que no agrad¨® en el seno de la comisi¨®n, que empezaba a inquietarse por ¡°la invasi¨®n¡± de su libertad de trabajo que, advierten, ¡°no ha ocurrido jam¨¢s en sus 32 a?os de existencia¡±, como admiten acad¨¦micos de la trayectoria de Pello Salaburu, Miren Azkarate o Patxi Goenaga. ¡°Han variado el corpus ling¨¹¨ªstico¡±, denuncian los cr¨ªticos.
La Academia ve imprescindible adecuarse a la realidad social
Desde el entorno de la presidencia, se entiende, en cambio, que ¡°es imposible¡± esperar un tiempo ¡°entre tres y cuatro a?os¡± para el compendio de los siete tomos del diccionario sin ofrecer a la sociedad una respuesta ¡°m¨¢s actual¡± sobre los cambios experimentados en el euskera. Sobre esta reflexi¨®n, precisamente, radica el prop¨®sito de agilizar el trabajo de una gram¨¢tica ¡°m¨¢s manejable¡± incorporando las voces de personas de contacto directo con el euskera.
Pero la comisi¨®n entendi¨® el procedimiento que se le requer¨ªa como una ¡°desautorizaci¨®n¡± y bajo este argumentario redact¨® un documento en la v¨ªspera del plenario del pasado viernes para su defensa ante el resto de acad¨¦micos. Su justificaci¨®n no encontr¨® cobijo entre la mayor¨ªa de los asistentes, que respaldaron la petici¨®n de Urrutia. Horas despu¨¦s, redactaron su dimisi¨®n que no fue conocida hasta el pasado martes, en pleno D¨ªa del Euskera en medio del estupor generalizado por la coincidencia ya que convulsion¨® la mayor¨ªa de los actos programados.
Los derrotados asumen ¡°la decisi¨®n mayoritaria¡±, pero su malestar obedece, sobre todo, al estilo seguido por Urrutia que califican de ¡°diametralmente opuesto¡± al vivido en la Academia con anterioridad a su mandato, seg¨²n uno de sus portavoces cualificados, reticente, no obstante, a profundizar en diferencias personales. ¡°Gana votaciones, pero no de forma eminentemente democr¨¢tica¡±, acusa.
Mientras, los dos proyectos de singular envergadura siguen paralizados. Nadie ha querido pisar el acelerador en sus respectivas l¨ªneas de actuaci¨®n para no enconar el conflicto. Desde la direcci¨®n se insiste en que ¡°siempre ha habido acuerdo cuando han surgido discrepancias¡±, pero los cr¨ªticos no ven posible el acercamiento ya que supondr¨ªa aceptar un principio del que reniegan.
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