La Diputaci¨®n coru?esa crea nuevos altos cargos y aumenta salarios
La Intervenci¨®n los considera ilegales por contravenir las normas del Gobierno Se ampara en la futura y tambi¨¦n pol¨¦mica ley de racionalizaci¨®n y sostenibilidad local
Onerosa, controvertida e incluso ilegal en algunos puntos resulta la amplia reestructuraci¨®n org¨¢nica de la Diputaci¨®n de A Coru?a que culmina estos d¨ªas en solitario el gobierno provincial, del PP, bajo la presidencia de Diego Calvo. Se ampara en la futura y tambi¨¦n pol¨¦mica ley de racionalizaci¨®n y sostenibilidad de la Administraci¨®n local, actualmente en fase final de aprobaci¨®n en el Senado, para llevar adelante esta reforma y adaptarse por adelantado a una norma que prev¨¦ incrementar las competencias y funciones de los organismos provinciales.
El PP ha impuesto, gracias a su mayor¨ªa absoluta, fuertes subidas salariales, la creaci¨®n de una decena de jefaturas cubiertas en su mayor¨ªa con funcionarios procedentes de la Xunta, y una reorganizaci¨®n de la plantilla que hace trizas las tan reiteradas promesas de adelgazar la Administraci¨®n y evitar duplicidades que constitu¨ªan el caballo de batalla electoral del PP cuando lleg¨® en 2011 al gobierno de la Diputaci¨®n coru?esa. La reestructuraci¨®n, aprobada en solitario por el PP en sucesivos plenos de los ¨²ltimos meses, con incrementos de sueldos para unos 25 altos cargos ¡ªuna decena de nueva creaci¨®n¡ª, contraviene ¡°de una forma clara¡± la legalidad vigente, como ¡°la congelaci¨®n salarial establecida por el Gobierno de la Naci¨®n para todo el personal al servicio del sector p¨²blico¡± as¨ª como la prohibici¨®n de ampliar plantilla, advierte el interventor general de la Diputaci¨®n en su ¨²ltimo informe. Tiene fecha del 18 de noviembre pero reitera advertencias ya manifestadas en mayo, cuando el Gobierno de Diego Calvo inici¨® esta gran reforma creando, con la oposici¨®n frontal de PSOE y BNG, cuatro direcciones de ¨¢rea.
Exch¨®feres con plus
De 18 a cinco redujo hace ya un a?o la Diputaci¨®n de A Coru?a su flota de coches oficiales. La medida buscaba ahorrar un buen dinero a las arcas provinciales dado el elevado coste de mantenimiento de unos veh¨ªculos que rondaban los 20 a?os de antig¨¹edad. Pero cuatro funcionarios del parque m¨®vil, destinados a otras funciones desde entonces, mantienen sus pluses espec¨ªficos de conductores. ¡°Resulta inexcusable¡± adaptar la plantilla y la relaci¨®n de puestos de trabajo de la instituci¨®n, advierte el interventor, a esa nueva situaci¨®n laboral de los cuatro conductores. Y que dejen de cobrar pluses de su antigua condici¨®n de ch¨®fer.
Hace ya m¨¢s de un a?o que en sucesivos informes, reiterados el pasado noviembre, que el ¨®rgano fiscalizador reclama que esos funcionarios ¡°sean retribuidos seg¨²n las funciones que realizan¡± y dejen de ¡°mantener¡± los pluses ¡°propios¡± de un puesto de conductor, como especial dedicaci¨®n, turnos, disponibilidad de festivos y nocturnidad. Uno de esos ch¨®feres lleva desde mayo de 2012 ejerciendo de t¨¦cnico-capataz en el pol¨ªgono coru?¨¦s de Sab¨®n, y los otros tres de auxiliares administrativos de la Diputaci¨®n.
Son puestos de libre designaci¨®n con sueldos de unos 60.000 euros anuales, al asignarles un complemento espec¨ªfico y un nivel, inicialmente 29 y luego elevado, en noviembre, al m¨¢ximo de 30, sin que exista ¡°motivaci¨®n o raz¨®n¡± como exige la ley, advirti¨® varias veces Intervenci¨®n. ¡°Ni tan siquiera se singulariza la raz¨®n por la cual a un determinado puesto se le atribuye un nivel y a otros de igual contenido no se les da¡±. Tampoco est¨¢ justificado, alerta el ¨®rgano fiscalizador de la Diputaci¨®n, que esos cuatro altos cargos, sin variar sus tareas o responsabilidades, hayan visto en apenas dos meses aumentar sus n¨®minas con un complemento de destino de 5.624 euros cada uno. Dos de esos puestos recayeron en funcionarios procedentes de la Xunta, como el exjefe territorial de Traballo Luis Alfredo ?lvarez Freijido o Jos¨¦ Antonio Serantes.
Pero la arbitrariedad y esos cuatro puestos de direcci¨®n de nuevo cu?o no son las ¨²nica pegas del ¨²ltimo informe de Intervenci¨®n. Resulta demoledor: los fuertes aumentos salariales a unos 25 altos cargos incumplen el art¨ªculo 22 de los Presupuestos del Estado para este a?o y el pr¨®ximo que proh¨ªbe cualquier subida en las n¨®minas del personal del sector p¨²blico. Y, contin¨²a el interventor, la creaci¨®n de cuatro jefaturas en el ¨¢rea de Tesorer¨ªa y Gesti¨®n de Tributos, sin que se amorticen o transformen puestos ya existentes, supone una ampliaci¨®n de plantilla que tambi¨¦n proh¨ªben las leyes de Presupuestos, ¡°de obligada aplicaci¨®n, como es conocido, a todas las Administraciones p¨²blicas¡±.
Es cierto, destaca Intervenci¨®n, que con esta reforma org¨¢nica no se incrementar¨¢n en 2014 el conjunto de los gastos de personal del organismo. Pero tampoco o apenas los adelgaza. Tan solo se ahorrar¨¢n 138.282 euros, un 0,20%. Siguen representando casi el 25% de los presupuestos de la Diputaci¨®n para 2014. Los 236.964 euros m¨¢s que, seg¨²n calcul¨® Intervenci¨®n, suponen el aumento de n¨®minas y los nuevos puestos se compensan con la supresi¨®n de 17 plazas que estaban vacantes ¡ªun dinero presupuestado pero que en realidad no se gastaba¡ª y la reducci¨®n de complementos a seis empleados.
No obstante, a¨²n sin aumentar los gastos de personal, s¨ª que contraviene normass legales. Y tambi¨¦n infringe, seg¨² Intervenci¨®n, ¡°los principios de racionalidad y eficiencia en la asignaci¨®n del gasto p¨²blico¡±. ¡°Los incrementos retributivos de numerosos puestos de trabajo de la Diputaci¨®n excepcionan de forma clara la congelaci¨®n salarial¡±, sin que ¡°por el momento se hayan modificado competencias o funciones¡±. Y adem¨¢s la reorganizaci¨®n ¡°no garantiza una mejor prestaci¨®n¡± de las tareas que realiza ¡°sin una grave deficiencia¡± esta Diputaci¨®n.
PSOE y BNG hab¨ªan cuestionado, en un pleno el 31 de mayo, la legalidad de la reforma. ¡°No tengan dudas sobre su encaje legal¡±, les replic¨® Diego Calvo, ¡°la ley establece claramente que no puede haber incremento en la masa salarial, ni en efectivos, y ninguna de las dos cosas se produce¡±. Intervenci¨®n ya alertaba entonces de lo contrario.
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