Raimon y otros, nuevos vetos y multas
Retornar¨¢n los subversivos, los otros, los rojos, en el breviario de c¨®digos de la reconquista con fervor religioso, casi creacionista
No existe, formalmente, censura aunque, con premuras, el poder del PP en Baleares afirmado en su mayor¨ªa pol¨ªtica y con un discurso de bloqueo de otra opini¨®n, impondr¨¢ una ley de prohibiciones: autorizaciones previas, vetos, expedientes y multas por usar s¨ªmbolos que desde la historia y la tradici¨®n, fueron (son) culturalmente propios o afines.
El uso de las cuatro barras y los lazos verdes en las escuelas o ayuntamientos ser¨¢ ilegal, perseguido con sanciones. Retornar¨¢n los subversivos, los otros, los rojos, en el c¨®digo breviario de la derecha en su reconquista, religiosa, creacionista.
No lo ver¨¢ porque se fue r¨¢pido el doctor Antoni Obrador, uno de los universitarios mallorquines en Barcelona, catalanistas culturales, opositores de la dictadura que en los 70 organizaban, solidariamente, asambleas, congresos, libros, y recitales de Raimon y otros cantautores que dicen y dec¨ªan poes¨ªa, suscitaban rebeld¨ªas entre el desgarro y la belleza.
Sin nostalgias ni pasi¨®n militante, aparecen oyentes por placer y necesidad
La censura (previa policial, militar, religiosa, moral, cultural, ideol¨®gica) prohib¨ªa conciertos y tachaba canciones del repertorio, imped¨ªa expresar ideas y s¨ªmbolos disidentes, distintos de los uniformados del r¨¦gimen. El estudiante Obrador, el veterano psiquiatra Nicolau Llaneras que fue gobernante, o Joan Manresa poeta y viajero, fueron (con otros) agentes amigos de Raimon y otros jueces de la canci¨®n en catal¨¢n; improvisaban conciertos y giras. Acud¨ªan obligados a la ¡°autoridad gubernativa¡± -de ra¨ªz fascista por supuesto- para que visara el programa y las letras.
La censura dej¨® una Memoria Hist¨®rica contempor¨¢nea. La Espa?a gris y negra, un poder ileg¨ªtimo hijo del golpe de Franco. La autoridad vigilaba in situ a quienes asist¨ªan a los actos, deten¨ªa, multaba a cantantes y organizadores. Hac¨ªa listas negras. Las actuaciones solidarias se repet¨ªan en cadena.
Este s¨¢bado 21 de diciembre Raimon retorna a Mallorca, donde no act¨²a desde 2009. No ser¨¢ un viaje al pasado, un juego de espejos, canas y p¨®sters. Cantar¨¢ una abreviada antolog¨ªa, un resumen que abarca m¨¢s de medio siglo de trayectoria como cantante y l¨ªder. Ser¨¢ en el Auditorium de Palma y evocar¨¢ al poeta Bartomeu Rossell¨®-P¨°rcel en el homenaje de Salvador Espriu.
El cantante de X¨¤tiva notar¨¢ el im¨¢n del territorio de su c¨®mplice Joan Mir¨®; una cer¨¢mica mexicana que obsequi¨® Raimon al pintor, que le cre¨® portadas para sus discos, se expuso en la apertura de la fundaci¨®n de Palma. All¨ª estaba Raimon y su mujer Annalisa, que retornaron a ¡°la¡± Mir¨® con Pere Portabella que mostr¨® un filme homenaje a Mir¨®. El cantautor valenciano (y escritor) recordar¨¢ a otro gigante extinto, el amigo y su portadista, Antoni T¨¤pies que tendr¨ªa 90 a?os.
La canci¨®n en catal¨¢n tuvo que ser resistente -entonces y hoy-, fij¨® hitos por su alianza pl¨¢stica con artistas comprometidos, aun situados en el negocio del mercado universal. M¨²sicos y pintores comprometidos se expresaron desde una geograf¨ªa concreta con gestos, voces, armon¨ªas y c¨®digos est¨¦ticos, que son huellas de arte. Son indelebles por su calidad y porque emocionan al no haber nacido sometidas.
La rueda del tiempo y la realidad no han derribado todos los muros. Sin nostalgias ni mera pasi¨®n militante aparece oyentes por placer y por necesidad; un p¨²blico extendido en m¨¢s de tres generaciones. Bastantes contempor¨¢neos insulares de Raimon desaparecieron. Balutxo explica que Raimon (1940) fue a Nueva York y cant¨® en 1970 con Pete Seeger gracias a la llamada de Miquel Barcel¨® Perell¨®, que est¨¢ en el cementerio y estuvo en 1969 en la marcha sobre Washington con las Black Panthers (hay foto). Ese Barcel¨® que encamin¨® a Maria del Mar Bonet a cantar a Anselm Turmeda.
El arte y las letras se casan en sus causas. Para nutrir la caja de resistencia de la asamblea de docentes de Baleares, tras su huelga de tres semanas y sus sueldos recortados, siguen a la venta en internet las obras de arte no vendidas en subasta. Es una colecci¨®n de solidaridad y disconformidad. Naci¨® de las donaciones de cientos de artistas que se sienten aludidos, implicados.
Otra causa es primaria, la actuaci¨®n contra el hambre. En Els Caputxins de Palma, donde se forman colas de personas hambrientas, se vender¨¢ arte de Carbonero, Men¨¦ndez, Canyelles, Mayol, Coll, Maraver, L. Sampol, Fabr¨¦, Lambourne, F. Aguil¨®, Mart¨ªnez, K. Portas, C. Palerm, C. Bonn¨ªn y Costa. Un punto de libro y un vino Majoral. Arte para ayudar a comer.
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