Que viva el capital (for¨¢neo)
Los economistas ven el control externo de las grandes empresas gallegas como un proceso casi inexorable aunque de resultado incierto
El ahorro gallego en manos de un peque?o banco venezolano, el principal astillero privado bajo los designios de una empresa p¨²blica mexicana y la gran compa?¨ªa pesquera, referente mundial, dependiendo ahora del est¨®mago de los acreedores bancarios y de una oferta de una empresa cervecera catalana. Novagalicia Banco, Barreras y Pescanova dejar¨¢n de estar regidas por gallegos en un proceso que cumple la m¨¢xima de que el capital no tiene fronteras, una de las reglas de oro del mercado internacional a la que m¨¢s asteriscos se pueden apuntar hist¨®ricamente. Cinco economistas consultados por EL PA?S coinciden en que la situaci¨®n era tan terrible ¡ªpor el contexto nefasto y por errores propios en la gesti¨®n¡ª que cualquier medida que evitase la quiebra total es buena noticia. Sobre el futuro, las opiniones divergen desde la incertidumbre al pesimismo, pasando por la de asumir los cambios como un devenir del mercado.
Novagalicia. El economista y profesor de la Universidade de Santiago Xan L¨®pez Facal ve en la venta de Novagalicia el mayor de los riesgos. ¡°Es, seguramente, la p¨¦rdida estrat¨¦gica de mayor dimensi¨®n y peores consecuencias potenciales en el proceso de liquidaci¨®n que experimenta la econom¨ªa gallega¡±, se?ala, y lamenta el ¡°irritante¡± compendio de ¡°incertidumbres, acuerdos tard¨ªos, oscuridad y precipitaci¨®n final¡± que acarre¨® el proceso, pero ve en la entrada de Banesco la alternativa menos mala. ¡°Cualquier soluci¨®n espa?ola da?ar¨ªa mucho m¨¢s objetivos como el de preservar la red de sucursales, el empleo y la centralidad decisoria, por lo menos en t¨¦rminos relativos¡±, indica, si bien ve como ¡°incierto y problem¨¢tico¡± que un banco tres veces m¨¢s peque?o que el adquirido y con una cultura bancaria ¡°muy diferente¡± pueda afrontar la consolidaci¨®n de la entidad, objetivo al que a su entender podr¨ªa ayudar la adquisici¨®n previa del centenario Etcheverr¨ªa.
¡°Es una soluci¨®n costos¨ªsima, pero es la menos mala¡±, abunda Jorge Gonz¨¢lez Gurriar¨¢n, catedr¨¢tico de la Universidade de Vigo, que ve tambi¨¦n como positivo de la venta a Banesco que se evite ¡°la vor¨¢gine del oligopolio¡± de los tres grandes bancos espa?oles [Santander, BBVA y Caixabank], que ¡°va siempre en perjuicio de los demandantes de cr¨¦dito y los depositantes¡±. ¡°Por lo menos no es como con el Pastor: parece que se mantendr¨¢n los centros de decisi¨®n, servicios centrales y la interrelaci¨®n con el entorno¡±, concede, por su parte, Santiago Lago Pe?as, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada tambi¨¦n en Vigo.
Barreras.? ¡°La sensaci¨®n es de que el pa¨ªs est¨¢ en venta. Los activos est¨¢n tan devaluados que el capital extranjero aprovecha para hacerse con las piezas m¨¢s importantes de nuestra estructura econ¨®mica. ?C¨®mo es posible que alguien compre Barreras por cinco millones?¡±, resume Manuel Lago, economista de amplia trayectoria sindical en CC OO, que sospecha de los motivos que llevaron a la petrolera estatal mexicana a comprar una factor¨ªa naval gallega que no est¨¢ especializada en ese sector ¡°cuando puede comprar barcos en astilleros de todo el mundo en concursos p¨²blicos¡±. ¡°A Repsol no se le ocurre tener un astillero¡±, contrapone, y alerta de que lo que la operaci¨®n puede tratar es de ¡°desarrollar astilleros en M¨¦xico utilizando los enormes conocimientos del naval gallego¡±. Para Gurriar¨¢n, que fue directivo de Vulcano, la entrada de la compa?¨ªa puede ser, por el contrario, un ¡°revulsivo¡± para un sector con una gesti¨®n ¡°que no fue mod¨¦lica y que no supo aprovechar las vacas gordas para las flacas¡±.
De lamentable a deseable
La econom¨ªa en 2006 iba como un tiro y las alertas sobre la dependencia fatal del ladrillo apenas ten¨ªan eco medi¨¢tico, de modo que la venta de la constructora Fadesa a Martinsa y su p¨¦rdida de galleguidad se encaj¨® mal en ciertos sectores, entre los que se encontraba el entonces l¨ªder de la oposici¨®n, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, de cuyas cr¨ªticas a la operaci¨®n todav¨ªa se pueden encontrar retales en su blog de candidato que contrastan con su entusiasmo actual respecto a las operaciones con Novagalicia, Barreras y Pemex.
Esa p¨¦rdida del car¨¢cter gallego no responde solo a la voracidad de los capitales for¨¢neos sino a la falta de inter¨¦s de los locales, seg¨²n recuerdan los economistas. ¡°Hubiese sido preferible que los inversores fuesen algunas de las prominentes fortunas gallegas (que, por cierto, fracasaron en su intento con Uni¨®n Fenosa en su d¨ªa) para diversificar sus intereses m¨¢s all¨¢ de lo inmobiliario¡±, se?ala Albino Prada, en referencia al intento de un grupo inversor con Amancio Ortega a la cabeza y los auspicios del entonces presidente de la Xunta, Emilio P¨¦rez Touri?o, por hacerse con la el¨¦ctrica, frustrado por Florentino P¨¦rez y ACS. Gonz¨¢lez Gurriar¨¢n tambi¨¦n es cr¨ªtico. ¡°Tenemos que preguntarnos si las fuerzas econ¨®micas y financieras hacen lo posible por aprovechar estas oportunidades. En Galicia hay capitales muy importantes que en lugar de hacer inversiones en otros objetivos materiales y a veces especulativos, podr¨ªan vincularse a estos sectores¡±. Santiago Lago entiende que no ayud¨® el ejemplo reciente de Novagalicia, donde los en torno a 70 millones de euros captados de inversores de la comunidad con la llegada de Jos¨¦ Mar¨ªa Castellano se perder¨¢n junto a la descomunal aportaci¨®n p¨²blica.
¡°Es una noticia positiva sin discusi¨®n. Queda mucho astillero por reactivar para lamentar demasiado la venta a bajo precio¡±, opina L¨®pez Facal, que apunta en el debe ¡°el peligro de la venta de Barreras a una empresa p¨²blica sin establecer condicionantes¡±, hecho que ¡°poco dice de la capacidad negociadora de las administraciones espa?olas y abre un preocupante interrogante sobre el futuro de la compa?¨ªa¡±. El catedr¨¢tico en Vigo Albino Prada considera, por su parte, que el futuro era esto. ¡°Vamos a tener que acostumbrarnos a convivir con inversores rusos, chinos y fondos ¨¢rabes¡ Es una de las consecuencias de la devaluaci¨®n del capital empresarial espa?ol, derivada de la burbuja de cr¨¦dito de la que nadie se hace responsable. Alemania es nuestra capital econ¨®mica, pero invierte en sus vecinos del este, no en el sur; entonces prefiero que vengan empresas brasile?as aqu¨ª y no ver c¨®mo emigran nuestros j¨®venes a Brasil¡±.
Pescanova. Todav¨ªa por resolver est¨¢ el caso de Pescanova, pendiente de un proceso concursal en el que el perd¨®n masivo de deudas asoma como una de las pocas alternativas, en una aplicaci¨®n a la econom¨ªa productiva gallega del principio de que hay empresas demasiado grandes como para dejarlas caer. ¡°Todo lo que sea salvarla hay que verlo con optimismo, si no ser¨ªa un caos¡±, dice Gonz¨¢lez Gurriar¨¢n, que solo vislumbra dos escenarios: ¡°O ir liquidando poco a poco o hacer lo posible para que no se vaya al tacho¡±. Para alcanzar este segundo objetivo, se muestra partidario de una operaci¨®n acorde¨®n, una reducci¨®n de capital seguida de una ampliaci¨®n en la que se sustituya la deuda por los nuevos t¨ªtulos, y no acaba de creer que la oferta de la cervecera Damm prospere.
L¨®pez Facal anticipa el apocalipsis. ¡°El proceso degenerativo de Pescanova tiene caracter¨ªsticas de final de ciclo: la aventura de la pesca de altura, los buques factor¨ªa y la industria congeladora que Galicia fue capaz de promover desde 1960. Hoy, en venta los mejores activos de Pescanova y con un proceso de involuci¨®n semejante en el grupo Eduardo Vieira, solo cabe deducir que el gran ciclo gallego del mar toca a su fin¡±, explica. ¡°Los escenarios alternativos son dif¨ªciles de prever, aunque tambi¨¦n parece inaceptable que tan enorme caudal de experiencia y vocaci¨®n marina pueda disolverse sin m¨¢s¡±.
A la hora del balance, hay quien busca lo positivo. ¡°Soy muy esc¨¦ptico en cuanto a que el origen de los capitales determine el futuro. Podemos esperar a que inviertan los gallegos, pero si no lo hacen, bienvenidos sean, vengan de donde vengan¡±, expone Gurriar¨¢n. Otros, como Lago, se van al t¨¦rmino medio. ¡°No estoy ni en un extremo ni en el otro. Si te lo cuentan hace cinco o 10 a?os no te lo crees, pero¡ No es para tirar cohetes, pero podr¨ªa ser peor¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Alberto N¨²?ez Feij¨®o
- Pescanova
- Vigo
- Banesco
- Pemex
- Hijos de J. Barreras
- Novagalicia Banco
- Crisis econ¨®mica
- Provincia Pontevedra
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Petroleras
- Petr¨®leo
- Coyuntura econ¨®mica
- Galicia
- Combustibles f¨®siles
- Bancos
- Materias primas
- Combustibles
- Energ¨ªa no renovable
- Empresas
- Banca
- Cultura
- Espa?a
- Fuentes energ¨ªa
- Pol¨ªtica