La venta de 175 empresas en los juzgados ha salvado 5.000 empleos
La Generalitat publicita compa?¨ªas antes de que entren en liquidaci¨®n Cacaolat, Indo o Cubigel, ejemplos de subastas de unidades productivas
La recesi¨®n se ha llevado por delante m¨¢s de 7.500 empresas y 270.000 puestos de trabajo de la industria en solo cuatro a?os. Ante la desaparici¨®n de alrededor del 97% de las empresas que solicitan el concurso de acreedores, la Generalitat y los jueces de lo Mercantil catalanes tratan de salvar el m¨¢ximo del tejido productivo catal¨¢n favoreciendo la venta de unidades productivas a otras empresas. Las transmisiones de las f¨¢bricas de Cacaolat, Cubigel o Indo son algunas de las operaciones m¨¢s emblem¨¢ticas que han llevado a cabo hasta ahora.
Tras firmar un convenio con los jueces, el pasado mes de marzo el Departamento de Empresa y Empleo empez¨® a publicitar y mover entre posibles compradores las empresas en concurso con una actividad viable, con la diferencia de que el comprador se las queda sin deuda. El Ejecutivo catal¨¢n estima que desde entonces ha salvado 175 firmas y 5.000 puestos de trabajo del sector industrial, lo cual supone el 75% de los casos que llegaron a sus manos.
Al acceder a la presidencia del C¨ªrculo de Econom¨ªa el pasado mes de noviembre, Ant¨®n Costas se fij¨® dos prioridades: buscar f¨®rmulas para rebajar la mortalidad de las empresas y realizar propuestas para ¡°reindustrializar¡± Catalu?a. Casi la totalidad de las empresas que solicitan el concurso acaban en liquidaci¨®n. Y muchas de las que consiguen alcanzar un convenio con los acreedores y zafarse de la tutela judicial recaen.
Eso sucedi¨® con el fabricante de ¨®ptica Indo. En 2010 present¨® el concurso de acreedores con un pasivo de 66 millones y lo levant¨® el a?o pasado tras acordar una quita de la deuda del 50% y el pago de sus obligaciones en cinco a?os. La persistencia de la crisis y la falta de cr¨¦dito obligaron este a?o al fabricante a ir a liquidaci¨®n. Este mes de diciembre, sin embargo, el fondo de capital riesgo Sherpa Capital ha adquirido la unidad productiva por 11,47 millones de euros y se ha comprometido a mantener el 90% de la plantilla. Eduardo Navarro, consejero delegado de Sherpa Capital, explica que la adquisici¨®n de una unidad productiva permite liberar a una empresa de la ¡°mochila de la deuda¡±, atraer dinero nuevo y salvar producci¨®n y puestos de trabajo.
La Generalitat tiene una lista para inversores con 77 empresas en venta
El alto ¨ªndice de mortalidad de las empresas que van a la antigua suspensi¨®n de pagos se debe a varios factores. ¡°Las firmas llegan al concurso demasiado tarde y agotadas¡±, asegura el socio de Cuatrecasas Antonio Carre?o. Eso supone que muchas empresas no lleguen a firmar un convenio con los acreedores. Y si al final lo consiguen, es f¨¢cil que recaigan. ¡°Muchos concursos son consecuencia del sobreendeudamiento bancario, de forma que el empresario tiene una mochila con deuda y los pagos pendientes a proveedores. Cuando firma el convenio, debe volver a un negocio que ya ha bajado dedicando pr¨¢cticamente todos los ingresos a saldar esa mochila¡±, asegura Agust¨ª Bou, socio director del despacho Jausas.
El consejero delegado de Sherpa Capital explica gr¨¢ficamente el lastre de una deuda para las empresas: ¡°Se puede estar subiendo el Himalaya con una mochila de 80 kilos y a partir de un momento ser incapaz de seguir. Entonces te quitan 20 kilos, pero no es suficiente para escalar esa altura¡±. ¡°A veces decimos que una empresa necesitar¨ªa dos vidas para pagar toda la deuda¡±, resume Carre?o.
Una de las pocas alternativas que se han hallado para no da?ar todav¨ªa m¨¢s el tejido industrial, que ha perdido un 17% de sus empresas desde 2008, es la venta de las unidades productivas, en especial cuando la empresa es grande y su extinci¨®n puede suponer el fin de otras auxiliares. ?Qu¨¦ es una unidad productiva? ¡°El conjunto de medios humanos y materiales de una empresa: incluye fondo de comercio, marca, subrogaci¨®n de contratos laborales e instalaciones donde se desarrolla la actividad¡±, explica el juez de lo Mercantil Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Seijo. As¨ª se salv¨® el a?o pasado Cacaolat tras el fiasco de Nueva Rumasa, su propietaria. Damm, Cobega y Victory Turnaround se hicieron con la empresa por 75 millones de euros y el compromiso de construir una nueva f¨¢brica en Santa Coloma de Gramenet.
El ¡®mapa de riesgos¡¯ de Industria ha salvado al 70% de empresas en peligro
Los jueces de lo Mercantil se dieron cuenta, no obstante, de que el principal problema para el ¨¦xito de esas operaciones era ¡°la falta de publicidad de las oportunidades de inversi¨®n en unidades productivas¡±, ya fuera como una forma de participar en la compa?¨ªa o de adquirirla, seg¨²n dijeron en el texto de un convenio que firmaron con el Departamento de Empresa y Empleo. El acuerdo alcanzado entre los jueces y la consejer¨ªa que dirige Felip Puig preve¨ªa que los administradores concursales suministrar¨ªan informaci¨®n sobre las unidades productivas a la Administraci¨®n para que esta la trasladara a ¡°posibles interesados¡± siempre que la empresa tenga ¡°actividad real¡±.
El director general de Industria, Antoni Grau, explica que en el primer a?o de funcionamiento del convenio se han salvado 175 empresas y m¨¢s de 5.000 puestos de trabajo. ¡°Estar¨ªa bien que las empresas con dificultades nos llegaran antes, porque cuanto m¨¢s al l¨ªmite est¨¢n, m¨¢s dif¨ªcil resulta controlar los da?os¡±, asegura. El departamento trabaja adem¨¢s con un ¡®mapa de riesgos¡¯ con compa?¨ªas que pueden entrar en crisis. ¡°Eso nos ha permitido salvar entre el 70% y el 80% de los empleos que entran en esa zona¡±, a?ade el director general de Industria. En la p¨¢gina web de la consejer¨ªa hay una lista con 77 unidades productivas en venta. Las que ahora hay publicitadas son compa?¨ªas con una facturaci¨®n de menos de cinco millones de euros entre las que predominan las industrias, aunque tambi¨¦n hay inmobiliarias y constructoras. En el caso de las inmobiliarias es m¨¢s frecuente la subasta de los activos. Es el caso del edificio Estel de Barcelona, la antigua sede de Telef¨®nica, que su administrador, Jausas, adjudic¨® a Renta Corporaci¨®n por 56 millones.
La lista de empresas cuya unidad productiva ha sido vendida es amplia y hay casos en todos los sectores. Faro, por ejemplo, se hizo con Biosca y Botey a cambio de quedarse con su deuda con los proveedores y mantener la plantilla; pero tambi¨¦n han pasado por ese proceso Sati; Itowa, en la que entr¨® un grupo indio; Cubigel, que adquiri¨® la china Huayi; Cl¨ªnica del Pilar, ahora en manos de IDC; o Idagua ha sido comprada por MAT Holding. ¡°La parte positiva es que te transfieren la sociedad limpia, con lo cual facilita su viabilidad. El ¨²nico inconveniente es que la empresa ha estado sometida a una fase de destrucci¨®n de valor que repercute en la marca¡±, explica Pau Relat, consejero delegado de MAT Holding.
La venta de una unidad productiva no es un proceso exento de complicaciones, en especial con los acreedores, que cobrar¨¢n con el dinero que se obtenga de la transacci¨®n. ¡°S¨ª es una f¨®rmula m¨¢s exitosa para reestructurar una empresa. Lo vemos aqu¨ª, pero tambi¨¦n en Gran Breta?a, Estados Unidos o Alemania. Y all¨ª hemos visto algunos puntos de conflictos. El primero, que la cantidad que recuperan los acreedores puede ser algo menor que la que retornar¨ªa por la v¨ªa del convenio. Y el segundo ata?e a la competencia: muchas empresas acuden a esta figura para mantener actividad y empleados sac¨¢ndose deuda de encima, lo cual perjudica a los competidores y tener un efecto domin¨®¡±, explica Juan Ferre, socio del despacho Jones Day.
El juez Fern¨¢ndez Seijo coincide en que ¡°se puede correr el riesgo de perjudicar a los acreedores¡±. Sin embargo, el abogado Antonio Carre?o, de Cuatrecasas, opina que ¨¦stos dif¨ªcilmente obtendr¨ªan m¨¢s en los procesos de liquidaci¨®n, mientras que estas ventas permiten ¡°mantener actividad, empleo y recaudaci¨®n para las arcas p¨²blicas¡±. ¡°No es un tema pac¨ªfico, por eso el proceso debe ser ¨¢gil pero transparente¡±, zanja Fern¨¢ndez Seijo.
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