Irujo env¨ªa un recado

Las figuras se env¨ªan recados. Juan Mart¨ªnez de Irujo le ha mandado un mensaje a Olaizola II para darle cuenta de su excelente momento de forma. Los dos mejores pelotaris de los cuadros profesionales se miran de reojo, sobre todo cuando est¨¢ de por medio un campeonato. Ha ocurrido en Tolosa, donde Irujo ha estado a punto de repetir el apabullante marcador que su enemigo eterno logr¨® el d¨ªa anterior en Bilbao, evidenciando su excelente momento.

Todo parec¨ªa indicar que tambi¨¦n en el Beotibar los derrotados no pasar¨ªan del tanto seis como en la cancha del Bizkaia. Pero en esta ocasi¨®n los riojanos Titin III y Merino II abrillantaron t¨ªmidamente el marcador para reducir la diferencia a un 22-10 que tambi¨¦n habla por s¨ª solo. Los vencedores apuntalan su condici¨®n de favoritos en este torneo de parejas y los perdedores llevan camino de sudar demasiado para escalar posiciones con un solo punto.

A diferencia de un experimento anterior, Irujo y Barriola aparecen este a?o compenetrados. En una edici¨®n anterior no funcion¨® la prueba, pero ahora se presentan como una pareja de curtidos pelotaris, dominadores de las situaciones m¨¢s complicadas que pueden dar disgustos cuando se lo propongan. Titin y Merino ya han probado la medicina hasta admitir que era imposible meter la pelota con el enga?o suficiente del tanto.

Irujo ofreci¨® una tacada en Tolosa que record¨® varios de los episodios vividos el s¨¢bado en Bilbao. Mientras los rivales se quedaban en seis tantos, los navarros iniciaron una escalada que no parec¨ªa tener fin. Adem¨¢s, todo fue muy r¨¢pido. Los remates certeros en jugadas r¨¢pidas sin dar opciones al cruce de manos tomaron cuerpo en un marcador que se convirti¨® en un viacrucis para los riojanos. La progresi¨®n se detuvo en el 17-6, pero result¨® un peque?o par¨¦ntesis. Ya era imposible cualquier lectura diferente del partido porque la suerte estaba echada.

Bast¨® en la recta final un cruce de errores de los dos delanteros m¨¢s que de aciertos para que el marcador diera sus ¨²ltimos golpes. Irujo no est¨¢ para permitir alegr¨ªas a los rivales y as¨ª lo ha demostrado al resto de parejas. Ha bastado un fin de semana para comprobar que en esto de la pelota todo sigue bajo los mismos dominios.