En una Ciudad llamada Justicia
Nuevas acusaciones contra sindicalistas, ninguna investigaci¨®n sobre las muertes en el CIE y sus condiciones
La Ciutat de la Just¨ªcia, en el l¨ªmite de Barcelona y L'Hospitalet del Llobregat, impone. Es uno de los conjuntos arquitect¨®nicos judiciales alzados en las capitales auton¨®micas en lo que llevamos de siglo. Todas estas ciudades son de una arquitectura ampulosa cuyo simbolismo no es sutil. La catalana es particularmente soberbia. Por las ma?anas bulle de actividad y desasosiego a trav¨¦s de los largos y altos pasillos interiores de sus rectas calles y herm¨¦ticos edificios. Por las tardes, vac¨ªa, sus calles se vuelven metaf¨ªsicas y se despliegan solemnes. Como si lo judicial y la justicia se llevaran relativamente bien por la ma?ana y no se hablaran por la tarde. Algunas veces las cosas en estas calles son distintas. A veces llegan all¨ª protestas de trabajadores.
Hace un mes, una de estas calles fue tomada por una escuadra de mujeres y hombres vestidos con camisetas azul celeste, que se dispusieron en filas ordenadas. Luc¨ªan un eslogan: ¡°S¨ª, soy rentable¡±. Eran trabajadores de Telef¨®nica que acompa?aban a dos de sus dirigentes sindicales llamados a declarar por una acusaci¨®n (penal, no laboral) de la empresa de ¡°sabotaje¡±.
Desde enero de 2012, han muerto cuatro internos del CIE.??Por qu¨¦ no se investigan estas muertes?
Han aparecido en los ¨²ltimos tiempos nuevos sindicatos, cuyos nombres no recuerdan en nada a las viejas siglas. En este caso, se trata de En construcci¨®, surgido durante el ERE que entre 2011 y 2012 se deshizo de m¨¢s de 6.500 trabajadores con el acuerdo de los grandes sindicatos. Pero la cosa no qued¨® as¨ª, ahora las cosas siempre tienen m¨¢s cola. Tras el acuerdo han seguido despidos por estar enfermo, por ejemplo. O acusaciones a sindicalistas de sabotaje por difundir en el blog del sindicato las condiciones de trabajo en una de las contratas de la empresa. Miquel Queralt y Francesc Montoliu declararon en la Ciutat de la Just¨ªcia por eso, y est¨¢n a la espera de resoluci¨®n. Mientras, los directivos de Telef¨®nica cada vez cobran m¨¢s y la empresa suma beneficios. Obvio. Demasiado.
Justo al empezar el a?o otro caso similar se dio en Valencia, pero all¨ª la acusaci¨®n ven¨ªa de la polic¨ªa. Decenas de personas se concentraron en la correspondiente Ciutat de la Just¨ªcia para dar su apoyo a Vicent Maur¨ª, destacado dirigente de la Intersindical Valenciana, acusado de desorden p¨²blico por haber ¡°ofendido a la polic¨ªa¡± a finales de julio pasado, en una de las manifestaciones de la ¡°primavera valenciana¡± contra los recortes sociales y laborales. Maur¨ª fue absuelto por falta de pruebas. Por suerte para ¨¦l y para todos, la ley Fern¨¢ndez todav¨ªa no est¨¢ en vigor, que ya veremos qu¨¦ pasa si se aprueba. De momento, acusaciones como esta preparan el terreno contra el sindicalismo pele¨®n.
Volvamos a Barcelona. No lejos de la Ciutat de la Just¨ªcia, est¨¢ el CIE. Los responsables de este centro de internamiento de extranjeros sin papeles, a diferencia de los sindicalistas, claro, obvio tambi¨¦n, est¨¢n protegidos y de momento la Ciutat no les ha llamado a declarar. En dos a?os, desde enero de 2012, han muerto cuatro internos del CIE: Ibrahim Siss¨¦, 21 a?os, a pesar de haber solicitado asistencia m¨¦dica; Mohamed Abagui, 22 a?os, al cabo de unos d¨ªas de entrar; Idrissa Diallo, 21 a?os, por negligencia m¨¦dica, y el pasado 3 de diciembre mor¨ªa Alik Manukian, 42 a?os, dice la polic¨ªa que de suicidio. ?Por qu¨¦ no se investigan estas muertes?
En Nochevieja, los antidisturbios de la Polic¨ªa Nacional atacaron a los internos, causando una veintena de heridos, algunos graves, que no fueron atendidos debidamente. As¨ª lo ha difundido la campa?a Tanquem els CIE (hay nueve en Espa?a), que la semana pasada logr¨® una concentraci¨®n ante el centro y dar as¨ª una cierta visibilidad a este mundo de opacidad extrema. Por las redes se habla de huelga de hambre de internos y de vuelos de deportaci¨®n de madrugada.
No son prisiones pero lo parecen, se dice que el de la Zona Franca es peor que la Modelo
Los CIE est¨¢n sin reglamento desde su creaci¨®n a partir de la ley de extranjer¨ªa de 1985. No son prisiones pero lo parecen, se dice que el de la Zona Franca es peor que la Modelo. Diputados catalanes lograron entrar la semana pasada haci¨¦ndose pasar por familiares de los internos, en una acci¨®n sorpresa. No lo pudo hacer la diputada Ska Keller, de los Verdes alemanes, que s¨ª ha entrado en el de Madrid y otros centros europeos. Y entraron aquel mismo d¨ªa dos jueces de instrucci¨®n, atendiendo a las denuncias de SOS Racisme y otras organizaciones. A ver qu¨¦ dicen los dos jueces. No hay manera de que pueda inspeccionarlo el S¨ªndic de Greuges, por m¨¢s veces que lo ha pedido. Peri¨®dicamente, el Congreso y el Senado organizan visitas institucionales, pero no trascienden ni han aportado hasta ahora ninguna claridad, ni un triste informe.
Los guetos se renuevan y expanden y la Ciutat de la Just¨ªcia mira hacia otra parte. No se ha visto en ella que los trabajadores en colectivo lleven a juicio a sus empresas por sabotaje a los derechos laborales. Ni que se juzguen all¨ª las condiciones de vida de los emigrantes encerrados en un centro de internamiento que recuerda demasiado a los campos que, hace 75 a?os, confinaron a nuestros exiliados.
Merc¨¨ Ibarz es escritora.
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