N¨¢ufrago de la burocracia
La Oficina de Extranjer¨ªa deniega el permiso de residencia durante dos a?os y medio a un senegal¨¦s al atribuirle delitos de otra persona El inmigrante reclama 38.068 euros al Gobierno por los da?os
La traves¨ªa administrativa en Espa?a de Cheikh Sadibou Fall, senegal¨¦s de 35 a?os, ha sido peor que la que le llev¨® en cayuco durante cinco d¨ªas desde la isla de San Luis donde viv¨ªa hasta Tenerife. Un insistente error administrativo generado por un mauritano llamado como ¨¦l y con antecedentes y la negativa de la Oficina de Extranjer¨ªa de Sevilla a subsanarlo lo han condenado durante dos a?os y medio a carecer de permiso de residencia, a no salir del pa¨ªs y no poder trabajar con contrato, abrir una cuenta corriente o incluso sacarse el carn¨¦ de conducir y estudiar. Ahora reclama 38.068 euros al Estado por los da?os causados.
Sadibou siempre imagin¨® un futuro ideal desde las playas de San Luis: trabajar en Europa y poder aportar dinero a su madre, enferma, y sus tres hermanos (dos mujeres y un hombre). Su sue?o era compartido y poco a poco se fueron sumando esperanzas de otros 37 adultos que reunieron 600 euros para botar un cayuco rumbo a Tenerife en 2006.
La traves¨ªa, pese a la dureza, transcurri¨® sin incidentes graves y toda la expedici¨®n lleg¨® a salvo a las playas canarias, donde fue localizada y trasladada al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Hoya Fr¨ªa. Sadibou pas¨® de all¨ª a Madrid y luego a Almer¨ªa, con un amigo, donde empez¨® a trabajar en el campo.
Tres a?os despu¨¦s de pisar Espa?a, Sadibou conoce a Ana Mu?oz, una joven sevillana amiga de un conocido del senegal¨¦s con quien se casa el 8 de septiembre de 2011. Parad¨®jicamente, para Sadibou, lo peor estaba por llegar.
Cinco d¨ªas despu¨¦s, solicita permiso de ¡°residencia familiar comunitaria¡± y dos meses despu¨¦s, le remiten una resoluci¨®n deneg¨¢ndosela y reclam¨¢ndole el pago de una multa por ¡°presunto delito contra la propiedad intelectual¡± en Granada, seg¨²n sentencia de 2009. Sadibou no sale de su asombro: nunca ha estado en esa ciudad ni vendido discos, y menos piratas, y es la primera noticia que tiene de una sentencia contra ¨¦l. La pesadilla acaba de comenzar.
El 15 de diciembre, el Gobierno le comunica que ha sido condenado a 10 a?os de expulsi¨®n por la mencionada infracci¨®n y cuatro detenciones m¨¢s por vulnerar la ley de Extranjer¨ªa y por un supuesto delito de lesiones cometido en Valencia, donde Sadibou tampoco ha estado nunca.
¡°No me gustan los l¨ªos, no he hecho nada¡±, repite una y otra vez el inmigrante a su esposa y a los funcionarios, a quienes les insiste que le tomen las huellas y cotejen sus datos con el acusado de los delitos porque ¨¦l sabe que es un error. El sospechoso de los hechos delictivos comparte nombre con ¨¦l, como otros cientos de hombres, desde artistas a pol¨ªticos africanos, pero solo eso. Es de Mauritania y no responde siquiera a la configuraci¨®n f¨ªsica descrita en los partes.
En el piso superior a la ventanilla donde le acusan de los delitos se encuentran los ficheros de Perpol, donde se registran los antecedentes de las ¡°personas de inter¨¦s policial¡±. Sadibou pide que le certifiquen si est¨¢ ¡°fichado¡±, algo que los agentes niegan y certifican.
¡°No te sirve¡±, recuerda que le repet¨ªan en la Oficina de Extranjer¨ªa, en el piso inferior a donde le aseguran que carece de antecedentes. Se ve obligado a recurrir a Gracia Gonz¨¢lez y Mar¨ªa Ferrera, abogadas de Avant Garde, para demostrar su inocencia.
¡°La vida era despertar y dormir. No pod¨ªa hacer nada. Me deprim¨ª porque no pod¨ªa trabajar ni ayudar a Ana. Era una carga y me plante¨¦ volver a Senegal. Pero ella me dec¨ªa que esperara, que todo iba a salir bien¡±, recuerda.
Finalmente, y con un juicio favorable, Sabidou obtiene permiso temporal de residencia familiar hasta el 24 de junio de 2018. Y ha vuelto al trabajo y a sonre¨ªr y a planear ya la posibilidad de volver a ver a su familia, a la que no visita desde que sali¨® de San Luis.
La Subdelegaci¨®n del Gobierno explic¨® que el origen del error se encuentra en que el sistema inform¨¢tico utilizado solo incluye el nombre y la fecha de nacimiento. Una vez analizado el caso, est¨¢ estudiando la posibilidad de conceder un ¡°permiso con car¨¢cter retroactivo que permita reconocer la antig¨¹edad a todos los efectos¡±.
La abogada Gracia Gonz¨¢lez cree que no puede quedar as¨ª, porque durante dos a?os y medio su representado ha sufrido da?os morales y econ¨®micos por su imposibilidad de ser contratado y por su limitaci¨®n de movimientos. Adem¨¢s, lamenta el mal trato recibido tanto por Sabidou como por su esposa y la falta de celo de los responsables de extranjer¨ªa.?
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