Nuevo antiguo r¨¦gimen
Las cinco debilidades del nuevo/viejo Estado que explican el cada vez m¨¢s limitado per¨ªmetro de discusi¨®n pol¨ªtica
El R¨¦gimen de la Transici¨®n ha dejado de ser el D¨ªa de la Marmota. Est¨¢ cambiando, radicalmente y dentro de su l¨®gica. Este art¨ªculo es una meditaci¨®n del Nuevo Viejo Estado, a trav¨¦s de cambios que, desde el Gobierno ZP, est¨¢n dibujando:
Un Estado sin soberan¨ªa. Poseer la Constituci¨®n con menos soberan¨ªa popular del mercado europeo ha creado una cultura con poco control ante la intervenci¨®n externa. Incluso poca percepci¨®n. Algo, por otra parte, normal en un Estado al que se le dijo que se desindustrializara en los ochenta y fue y lo hizo. Un pol¨ªtico del terru?o sabe hoy que su trabajo, en buena parte, est¨¢ deslocalizado. Quiz¨¢s por eso, la clase pol¨ªtica local a¨²n no valora en su justa violencia la reforma constitucional expr¨¦s de 2011, que definitivamente reformula el R¨¦gimen, y deja al Estado incapaz de cualquier actividad que no sea la decidida desde fuera. Es decir, el pago de deuda.
Poseer la Constituci¨®n con menos soberan¨ªa popular del mercado europeo ha creado una cultura con poco control ante la intervenci¨®n externa
Un Estado con Parlamento d¨¦bil. ?Pueden defendernos de ello los parlamentos? Como en todas las constituciones posteriores a 1945, los parlamentos locales no tienen una gran capacidad. Pero se reduce m¨¢s a¨²n v¨ªa selecci¨®n de representantes, a trav¨¦s del sistema electoral y a trav¨¦s de una figura inexportable: el secretario de organizaci¨®n, el tipo que decide qui¨¦n ser¨¢ diputado y qui¨¦n dejar¨¢ de serlo, el tipo que bonifica o penaliza comportamientos. Sobre el concepto bonificaci¨®n: sabemos muy poco ¡ªlo que es escalofriante¡ª de los ingresos de nuestros representantes. Ejemplo: la presidenta del Parlament esboz¨®, para descartar un recorte salarial a su egregia instituci¨®n, que un parlamentario cobraba 3.000 pepinos mensuales. Y col¨®, si bien un parlamentario cobra entre 4.000 y 8.000 euros anuales exentos de IRPF solo en concepto de transporte ¡ªa su lado, nuestra T-10 es una bicoca¡ª. Los sueldos van desde los alrededor de 160.000 euros que cobra ella, los 150.000 que cobra una treinta de sus presididos y lo que cobra el resto, que es variable pues el sueldo lo deciden los jefes de grupo; el 30% suele ir al partido. Ese sistema de recompesas y castigos puede ser una de las explicaciones del escaso conflicto que crean nuestros representantes en el trance de votar, pongamos, la contra-reforma democr¨¢tica, a trav¨¦s de leyes y presupuestos.
Un Estado corporativo. Si un representante pasivo puede ver cambiada su econom¨ªa, un pol¨ªtico hiperactivo puede ser ya Califa en lugar del Califa. O, al menos, que el IBEX est¨¦ formado abrumadoramente por empresas reguladas, ilustra que, por aqu¨ª abajo, el Estado y la empresa tienen un rollete. Verbigracia: la cantera de los consejos de administraci¨®n de sectores regulados ¡ªel top: energ¨ªa, banca y comunicaciones¡ª, es el Consejo de Ministros, o, en el caso David Mad¨ª, soberanista de pro, los pre-Consejos de pre-Ministros. La imbricaci¨®n de la empresa en el Estado es tan retorcida que se adentra en el g¨¦nero sucesos. Los casos B¨¢rcenas, Ferrovial o Pujol jr. dibujan la venta de pol¨ªticas a cambio de dinero. El ultim¨ªsimo rescate de la banca m¨¢s s¨®lida del mundo, la no reforma de la Ley Hipotecaria y la ultim¨ªsima Reforma Energ¨¦tica, que ha hecho sonrojar hasta a la UE ¡ªrobot que nunca se sonroja¡ª, ilustran que la disciplina se est¨¢ intensificando, y que tarde o temprano acabar¨¢ llamando la atenci¨®n de Scorsese.
Un Estado irresponsable jur¨ªdicamente. Paralelamente a la renovaci¨®n del business friendly en nuestras instituciones, la irresponsabilidad del Jefe del Estado, en 35 a?os, no s¨®lo no se ha acotado, sino que se ha expandido a la clase pol¨ªtica, que culturalmente no se ve responsable de sus actos. Algo problem¨¢tico en un momento en el que, muerto el ladrillo, la gran fuente de riqueza de nuestras empresas es la venta del Estado a las empresas. La escasez de condenas, el aumento de indultos, el rol de Perry Mason que est¨¢ adoptando Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n o que el segundo intento de imputaci¨®n a la Infanta tenga el grosor de una novela del XIX, explica lo dif¨ªcil que es ¡ªy ser¨¢¡ª someter al control de la Justicia a miembros de la gran famiglia del businessfriendlysmo.
La imbricaci¨®n de la empresa en el Estado es tan retorcida que se adentra en el g¨¦nero sucesos
Un Estado autoritario, nacionalista y confesional. La contra-reforma laboral estaba dictada por entidades no democr¨¢ticas externas. La Ley de Seguridad Ciudadana, la ley Wert o la Ley del Aborto, no. Son preciosismos a-democr¨¢ticos locales. Es decir, implican cierta voluntad m¨¢s all¨¢ del deber fijado desde Europa. La Ley de Seguridad supone que, para evitar el conflicto y elaborar cohesi¨®n social, el Estado renuncia a costosos mecanismos culturales, ya amortizados, y apuesta por la represi¨®n y el control. ?Pueden los Estados Unidos de Europa permitirse un Gran Estado de Texas? Respuesta: tal vez, mientras pague la deuda.
Las otras dos formulaciones de la poca soberan¨ªa existente ¡ªlo de Wert y lo del aborto¡ª suponen el planteamiento del nacionalismo ¡ª¨²nico tema de discusi¨®n permitido en los ¨²ltimos 35 a?os¡ª, y de la confesionalidad ¡ªintento de tema de discusi¨®n substitutivo, introducido por ZP¡ª, como los dos ¨²nicos ejes de fricci¨®n pol¨ªtica posibles. Lo ¨²nico matizable, el combate, la ideolog¨ªa, la calderilla del nuevo/viejo R¨¦gimen. Lo dem¨¢s, me temo, est¨¢ fuera de discusi¨®n. Suerte, amigos.
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