¡®Toque de queda¡¯ comercial en un barrio de Lleida para combatir la inseguridad

La inseguridad ha obligado al Ayuntamiento de Lleida a recuperar el toque de queda comercial para todos los establecimientos del barrio de Universitat, excepto bares y locales de ocio. La medida, reclamada por los vecinos, comportar¨¢ que las tiendas de la zona tendr¨¢n que estar cerradas entre las diez de la noche y las siete de la ma?ana.

El barrio Universitat, situado en la parte alta de la ciudad, hab¨ªa sido hasta hace unos a?os muy tranquilo, pero desde la apertura de numerosos establecimientos regentados en su mayor¨ªa por inmigrantes se ha disparado el nivel de conflictividad, principalmente en el tri¨¢ngulo comprendido entre las calles Maragall, Joan Baiget, Ciutat de Fraga, Doctor Combelles y adyacentes.

El cerrojazo? comercial durante esa franja horaria ya estuvo en vigor en el barrio durante 2012 y la misma medida se est¨¢ aplicando desde hace dos a?os y medio en el centro hist¨®rico de la ciudad, donde, pese a ello, la inseguridad ciudadana no ha desaparecido.

Los comerciantes de Universitat respetaron al principio la nueva norma por temor a ser sancionados, pero en el momento que baj¨® la presi¨®n policial en la zona volvieron a incumplir los horarios de cierre y algunos establecimientos estaban abiertos hasta la medianoche.

El Ayuntamiento recupera la medida de cerrar los comercios del barrio Universitat entre las 22 horas y las 7 de la ma?ana hasta final de a?o

La concentraci¨®n de clientes ante determinados establecimientos provoc¨® las quejas de los vecinos y, ante ello, el Consistorio ha tenido que recurrir al decreto que acota el horario comercial nocturno. La concejal responsable del barrio, Montse M¨ªnguez, justifica la medida e el jhecho de que pretende "garantizar la convivencia, el orden p¨²blico y evitar ruidos en horas nocturnas que interfieren en el descanso de los vecinos¡±.

El Ayuntamiento ha detectado un aumento de los indicadores que reflejan de forma m¨¢s evidente un clima de inseguridad en una determinada zona. Las actuaciones policiales de identificaci¨®n de sospechosos, consumo de estupefacientes, peleas en la calle, viviendas o bares y los robos aumentaron el 54% durante los primeros meses del a?o pasado y las detenciones, el 10%.

El toque de queda comercial en Universitat se prolongar¨¢ hasta finales de a?o y se complementar¨¢ con una mayor presencia policial en la zona. ¡°Algunas veces la situaci¨®n se hac¨ªa insostenible para los vecinos que viven cerca de los locales que cerraban tarde. Las broncas y altercados eran diarios y no pod¨ªan dormir¡±, explica un miembro de la asociaci¨®n de vecinos del barrio.

Los comerciantes divergen sobre la oportunidad de la medida municipal. Anna Roig¨¦ y Bamba afirman que cerrar la panader¨ªa a las diez de la noche les hace perder la venta de varias cajas de pan diarias. ¡°Tengo muchos clientes que vienen a partir de esa hora porque salen de trabajar tarde y esos no crean ning¨²n problema. Compran y se van. No tenemos m¨¢s remedio que acatar la normativa¡±, se?alan.

A. Majid, que regenta una tienda de alimentaci¨®n en la confluencia de Ciutat de Fraga y Maragall, uno de los puntos m¨¢s conflictivos, aplaude la medida de cerrar a las diez porque con el horario diurno los comerciantes ya tienen suficiente, sostiene. ¡°Es verdad que hay mucho ruido en la calle¡±, a?ade, ¡°pero no lo provocan los comercios sino los bares. ?Por qu¨¦ no los cierran?¡±, se pregunta.

Hay vecinos que consideran insuficiente el toque comercial y reclaman que se extienda tambi¨¦n a bares y restaurantes para acabar con la conflictividad que hay en algunas calles.