La quintaesencia del ¡®lied¡¯

En las 20 ediciones que lleva a sus espaldas en el teatro de la Zarzuela, el Ciclo de Lied ¡ªqu¨¦ m¨¦rito, qu¨¦ importante en la vida musical madrile?a¡ª, Winterreise (Viaje de invierno), de Franz Schubert, se ha interpretado en numerosas ocasiones, algo por otra parte de pura l¨®gica, dada su condici¨®n de quintaesencia de la canci¨®n rom¨¢ntica.

El primero que lo abord¨® en estos ciclos fue el bar¨ªtono Hermann Prey en julio de 1995. Pero no solamente los bar¨ªtonos han abordado esta obra maestra. La contralto Nathalie Stutzmann, ahora en Madrid, o el tenor Jonas Kaufmann, pr¨®ximamente en Barcelona, lo han hecho y han grabado adem¨¢s discos. ?Supone una desventaja cantar este ciclo con una tesitura diferente a la baritonal? Seg¨²n c¨®mo se contemple, pero no necesariamente. En el caso femenino hay ejemplos gloriosos como los de Christa Ludwig o Brigitte Fassbaender. Nathalie Stutzmann e Inger S?dergren han grabado juntas los tres grandes ciclos de canciones de Schubert.

La voz de la contralto francesa es bella y su concepto musical suele ser muy atractivo, pero el pasado lunes no acab¨® de redondear una actuaci¨®n a la altura de lo esperado. Le falt¨® sencillez y se adorn¨® en exceso, con lo que la sustancia especial derivada de la fusi¨®n con el texto resultaba a veces superficial, y el estilo se volv¨ªa por momentos manierista, o edulcorado si se prefiere. Ello no impidi¨® momentos magistrales, como en la canci¨®n n¨²mero 21, Das Wirtshaus, transmitida con desnudez expresiva y dramatismo interior ¡ªay, si todo el recital hubiese sido as¨ª¡­¡ª, pero la belleza distante se impuso en demasiados momentos al desgarro interior.