Apuntes del Picasso bohemio
M¨¢laga acoge una exposici¨®n sobre los dibujantes del Par¨ªs de principios del siglo XX
Corr¨ªa el oto?o de 1899 cuando Pablo Ruiz Picasso viaj¨® por primera vez a Par¨ªs. A sus 18 a?os, acompa?ado por su amigo Carlos Casagemas, ambos visitan la Exposici¨®n Universal y Picasso queda atrapado por la capital francesa, donde fijar¨ªa su residencia unos a?os m¨¢s tarde, en 1904, en el famoso barrio de artistas de Bateau-Lavoir, en Montmartre. All¨ª goz¨® de la camarader¨ªa de un variopinto grupo de pintores y poetas que dieron color al rinc¨®n parisino donde se gestaron las vanguardias. Picasso se encontr¨® c¨®modo en Montmartre, rodeado de artistas como Juan Gris, Braque, Matisse, Modigliani, Severini o poetas como Max Jacob o Apollinaire, quien se convirti¨® en una especie de mentor del artista malague?o y dio a conocer al Picasso que, tras transitar por sus periodos azul (1901-1904) y rosa (1905-1906), se adentraba en el cubismo.
Pero en sus primeras experiencias parisinas, entre junio de 1901 y enero de 1902, y el oto?o de ese a?o, un joven Picasso que frisaba la veintena tuvo que buscarse el sustento entre una mir¨ªada de creadores que, como ¨¦l, trataban de hacerse un hueco y un nombre en el efervescente Par¨ªs de principios de siglo.
Y al igual que artistas como Toulouse-Lautrec, Kupka, Jules Ch¨¦ret, Th¨¦ophile A. Steinlen, Ferdinand Bac, Joaquim Sunyer o Francisco Sancha Lengo, el joven Picasso encontr¨® en los peri¨®dicos y revistas de la ¨¦poca la v¨ªa para asegurarse unos ingresos y hacer sonar su firma entre esa constelaci¨®n de artistas que hab¨ªan hecho de Par¨ªs su centro de operaciones.
Este periodo temprano de Picasso se repasa en la exposici¨®n Dibujantes con Par¨ªs al fondo. Picasso y las revistas ilustradas, que hasta el pr¨®ximo 18 de mayo acoge la Fundaci¨®n Picasso de M¨¢laga.
La muestra, compuesta por 116 obras procedentes de colecciones privadas, el Museu Picasso de Barcelona, el Museu Nacional d'Art de Catalunya y la Fundaci¨®n M¨¢laga, re¨²ne las colaboraciones en prensa de medio centenar de artistas en el tr¨¢nsito entre los siglos XIX y XX, creadores que encontraron un cauce de difusi¨®n de su obra a trav¨¦s de revistas como Le Rire, L¡¯Asiette au Beurre, Gil Blas o Le Frou-Frou.
El auge de nuevas publicaciones ¨Chab¨ªa m¨¢s de cien cabeceras- y avances t¨¦cnicos asombr¨® al p¨²blico de entresiglos, demandando una gran cantidad de profesionales capaces de elaborar en poco tiempo un ingente n¨²mero de ilustraciones naturalistas y sat¨ªricas.
¡°El artista pl¨¢stico, como un actor m¨¢s dentro del progreso, dejar¨¢ de ser solo pintor, dibujante o escultor para pasar a ser adem¨¢s dibujante de prensa. Abrir¨¢ la puerta del taller para pasar a la sala de redacci¨®n, movido por las posibilidades publicitarias y econ¨®micas del medio, a veces con la simple intenci¨®n de garantizar la difusi¨®n de su obra pict¨®rica con una adecuada reproducci¨®n, otras dibujando o pintando expresamente para la publicaci¨®n, normalmente, pensando en el sustento diario y en la fama y fortuna futura, creando en su tiempo y a veces contra su tiempo¡±, explica el comisario de la muestra, Inocente Soto.
Junto a estampas costumbristas del Par¨ªs bohemio firmadas por Steinlen, Luque Soria, Toulouse-Lautrec, Ch¨¦ret, Sunyer, Sancha Lengo o Duchamp, la muestra exhibe algunos dibujos de Picasso en la prensa parisina ¨CApunte a Zola (1900)-, otros aparecidos en Arte Joven, la publicaci¨®n de la que ¨¦l fue director art¨ªstico en el Madrid de 1901, y su primer acercamiento a la prensa: la revista manuscrita Azul y Blanco que el ni?o Pablo Ruiz Picasso redact¨® e ilustr¨® en La Coru?a en 1894 para compartir con su familia malague?a sus experiencias gallegas.
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