El Partido Popular intenta rehacerse despu¨¦s de la batalla

La fotograf¨ªa que ilustra esta informaci¨®n proyecta una aparente imagen de unidad, de pi?a, de todos a una detr¨¢s de la persona que ocupa el atril, Juan Manuel Moreno Bonilla (Barcelona 1970), el candidato elegido por el dedo de Mariano Rajoy para presidir el PP andaluz. Pero la imagen puede ser enga?osa. En los extremos de la foto se sit¨²an, y no de manera casual, el presidente del PP de M¨¢laga, El¨ªas Bendodo (a la izquierda) y el del PP de C¨¢diz, Antonio Sanz (a la derecha), dos de los triunfadores de la batalla del PP andaluz en una guerra que se juega a 500 kil¨®metros por el futuro control nacional del partido. En medio, el resto de los jefes provinciales.

Es el paisaje regional despu¨¦s de una trifulca que se ha librado durante m¨¢s de un a?o y que, como todas, ha dejado vencedores y vencidos. En el primer grupo, adem¨¢s de las tres personas citadas, est¨¢ Javier Arenas, el hombre que dice estar ¡°en segundo plano¡±, que ha cincelado a su antojo al principal partido de la oposici¨®n en los ¨²ltimos 20 a?os y que los ha criado a todos. Conoce mejor que nadie el funcionamiento de su partido, pero sobre todo, conoce a la perfecci¨®n al presidente de su partido. ¡°Aqu¨ª ha ocurrido algo inexplicable. Hay personas que desconocen c¨®mo funcionan Rajoy y el PP. Esto es, para lo bueno y para lo malo, un partido presidencialista y Rajoy siempre decide, aunque pueda hacerlo muy tarde¡±, se?ala un dirigente popular.

Inexplicable ha sido el desconocimiento demostrado por la secretaria general, Dolores de Cospedal, rival de Arenas, a no ser que lo que se haya pretendido es dejarla en mala posici¨®n desde el primer momento, aseguran fuentes del PP. Ni Cospedal ni Juan Ignacio Zoido, el presidente del PP andaluz saliente, interpretaron los dos frenazos de Rajoy al lanzamiento de Jos¨¦ Luis Sanz como futuro l¨ªder. A Sanz, todav¨ªa secretario general, se le considera una ¡°v¨ªctima¡± del desastroso proceso de relevo en el PP andaluz, al que le daban por hecha su elecci¨®n cuando no lo estaba. Sanz era el preferido de Zoido y de Cospedal, aun cuando la ¨²ltima versi¨®n del tambi¨¦n alcalde de Sevilla ha sido la de que ¡°jam¨¢s¡± habl¨® con Rajoy y con Cospedal de un solo nombre para liderar al PP. Lo dijo una hora antes de que Moreno Bonilla se hiciera la foto de al lado y pasando por alto que un mes antes en la reuni¨®n del m¨¢ximo ¨®rgano de su partido proclam¨®: ¡°?Qui¨¦n podr¨ªamos poner que sea m¨¢s serio y m¨¢s responsable que Sanz?¡±.

A Moreno Bonilla le toca ahora recomponer, limpiar y suturar heridas. La primera entrevista oficial de hora y media fue con Zoido en el Ayuntamiento. El alcalde se ha ofrecido a hacer de embajador ante los sectores sevillanos refractarios al malague?o, quien deber¨¢ decidir no solo su equipo, sino tambi¨¦n sugerir la continuidad o no de determinadas personas en puestos destacados como los consejos de las entidades financieras de las antiguas cajas, una decisi¨®n que Zoido no ha tomado cuando ha sido sondeado y ha dejado en manos de su sucesor.

La principal preocupaci¨®n del ¨²nico aspirante a presidir el PP es la elecci¨®n del secretario general, el n¨²mero dos del partido, una inc¨®gnita que se despejar¨¢ antes del congreso extraordinario del 1 y 2 de marzo. Moreno Bonilla iniciar¨¢ a partir de ma?ana una ronda de contactos individuales con los presidentes provinciales, a los que oir¨¢ sus peticiones e intentar¨¢ encajarlas con su proyecto. El perfil de n¨²mero dos que persigue es el de una mujer y de Andaluc¨ªa occidental, con dotes de organizaci¨®n y de dial¨¦ctica, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al futuro presidente. La delegada del Gobierno, la almeriense Carmen Crespo, no figura en su lista o al menos no es su primera opci¨®n. ¡°Ella aspiraba a ser presidenta del partido, ?por qu¨¦ va a querer ser ahora la secretaria general y dejar de ser la representante del Gobierno en Andaluc¨ªa?¡±, se pregunta un dirigente ante las decenas de rumores que hay circulando en el partido. Otra decisi¨®n clave es la elecci¨®n del portavoz del grupo parlamentario ¡ªcargo que ahora ocupa el motrile?o Carlos Rojas¡ª, la persona que se medir¨¢ con la presidenta de la Junta, Susana D¨ªaz, en las sesiones de control y en los grandes debates.

Pero el candidato, que parte con un d¨¦ficit total de conocimiento frente a D¨ªaz y que no tiene esca?o en el Parlamento andaluz, tiene otros grandes retos. Uno de los principales, en opini¨®n de algunos dirigentes, es recuperar la principal se?a de identidad del PP andaluz, que no es otra que la unidad y la cohesi¨®n. Su proyecto para gobernar en Andaluc¨ªa lo sit¨²a en un horizonte de seis a?os, por lo que da como misi¨®n imposible lograr el asalto a la Junta en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, previstas para 2016, las primeras en las que se medir¨¢ a la l¨ªder socialista.

Moreno Bonilla sabe que debe forjar un liderazgo propio alejado de la alargada sombra de Arenas. M¨¢s cercano a la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa que al sevillano, en su presentaci¨®n en la sede regional reafirm¨® su propia identidad cuando se le pregunt¨® por la tutela de Arenas: ¡°Soy Juanma Moreno y me debo al PP andaluz¡±, dijo, despu¨¦s de se?alar varias veces que su ¡°principal referente¡± pol¨ªtico es Mariano Rajoy.

El futuro l¨ªder tiene una opini¨®n muy cr¨ªtica del funcionamiento del PP andaluz. Considera que tras lograr vencer en las elecciones andaluzas de 2012, ha vuelto a la inercia de 30 a?os de oposici¨®n, a acomodarse en una extra?a placidez frente al torbellino de Susana D¨ªaz, a la que respeta y valora.

En los 20 meses en los que el PP ha estado dirigido a tiempo parcial por Juan Ignacio Zoido, el PP ha perdido la iniciativa pol¨ªtica y ha ejercido una oposici¨®n marcada por los autos de la juez del caso de los ERE m¨¢s que exhibir un perfil singular de alternativa de gobierno. En su primer acto de partido, Moreno Bonilla opt¨® este s¨¢bado por lo primero: recordarle a la presidenta que en su Gobierno hay miembros ¡°bajo sospecha¡± y cuestionar la arriesgada operaci¨®n pol¨ªtica del PSOE en Navarra al proponer una moci¨®n de censura que podr¨ªa apoyar Bildu. Tambi¨¦n deber¨¢ recuperar la coordinaci¨®n del partido con el Gobierno central y los Ayuntamientos del PP.