La C¨®rdoba de la concordia se diluye

C¨®rdoba ha cimentado su propia imagen en la convicci¨®n de que es s¨ªmbolo de la concordia entre culturas. Los siglos en que coincidieron en un mismo territorio cristianos, musulmanes y jud¨ªos han permeado en el imaginario colectivo una idea: que la urbe es sin¨®nimo de tolerancia, convivencia y respeto entre culturas y religiones diversas. Y de alguna forma, el principal monumento de la capital, su gran Mezquita omeya, consagrada Catedral cristiana desde 1236, es el gran s¨ªmbolo de esa uni¨®n. Pero desde hace unos a?os, hay intelectuales, historiadores y ciudadanos de a pie que alertan de la apropiaci¨®n que el Obispado de C¨®rdoba est¨¢ haciendo del templo, criticando que se le niegue incluso su nombre de mezquita y se minimice el papel que los andalus¨ªes jugaron en la construcci¨®n del enorme edificio.

A finales de 2013 se constituy¨® la Plataforma Mezquita-Catedral de C¨®rdoba: patrimonio de todos, que exige la titularidad y gesti¨®n p¨²blica del monumento ante la "apropiaci¨®n jur¨ªdica, econ¨®mica y simb¨®lica" por parte del Obispado de C¨®rdoba. Su primera acci¨®n ha sido una campa?a en change.org, que llevaba recogidas la tarde del s¨¢bado m¨¢s de 67.000 firmas en apoyo a su manifiesto.

El escrito redactado por la plataforma es sencillo pero de un gran calado. Pide que el Obispado deje de emplear institucionalmente solo el t¨¦rmino catedral para referirse a todo el monumento. Tambi¨¦n exige el reconocimiento jur¨ªdico de su titularidad p¨²blica. De ah¨ª, se desprende que plantee una gesti¨®n p¨²blica a trav¨¦s de un patronato que, al estilo del que rige la Alhambra, garantice una gesti¨®n cultural y econ¨®mica transparente. Por ¨²ltimo, plantea la redacci¨®n de un c¨®digo de buenas pr¨¢cticas entre las Administraciones p¨²blicas, acad¨¦micas, ciudadanas y la Unesco, para evitar acciones que perjudiquen tanto a la imagen del monumento.

No es un debate nuevo. De hecho, los conflictos entre el Cabildo, los obispos y los estamentos civiles de la ciudad se remontan siglos atr¨¢s. Y existen episodios clave, como el protagonizado en 1523 por el corregidor Luis de la Cerda, quien se opuso ferozmente ¡ªy respaldado por buena parte del cabildo municipal y los vecinos¡ª, al inicio de las obras del crucero cristiano, ordenadas por el Obispado en pleno centro del recinto. Esa intervenci¨®n fue la que termin¨® levantando la actual catedral. "En aquella ocasi¨®n lleg¨® a plantearse que la Mezquita pod¨ªa demolerse tal y como se hab¨ªa hecho en Sevilla para construir la Catedral, pero en C¨®rdoba se evit¨®. Ahora tenemos que evitar que se ejecute esta demolici¨®n simb¨®lica que supone la apropiaci¨®n del monumento por parte del Obispado", se?ala Antonio Manuel Rodr¨ªguez Ramos, miembro de la plataforma y profesor de Derecho Civil en la Universidad de C¨®rdoba.

Los objetivos que persigue este grupo de ciudadanos tienen una cuenta atr¨¢s. La contrarreloj comenz¨® en 2006 ¡ªcuando el Obispado inmatricul¨® como suya la Mezquita en el Registro de la Propiedad de C¨®rdoba¡ª y terminar¨¢ en 2016. "Ese a?o, la Mezquita pasar¨ªa a ser propiedad plena del Obispado. Porque el documento que obtuvieron en 2006, merced a reforma del Gobierno de Aznar, no le da la propiedad en s¨ª, solo una apariencia de propiedad. Pero si se mantiene diez a?os, se consolidar¨¢ y pasar¨ªa a ser el propietario. Tenemos que evitarlo y reconocer que la Mezquita-Catedral es de titularidad p¨²blica", insiste Rodr¨ªguez Ramos.

El manifiesto de la plataforma se refiere siempre a la Mezquita con el acompa?amiento del t¨¦rmino catedral. Fue una de las conclusiones m¨¢s simb¨®licas y definitorias de las metas que aspira alcanzar este grupo ciudadano. "Mezquita-Catedral es el nombre legal que por consenso eligi¨® darle el pleno del Ayuntamiento al monumento. Y es el que debe aparecer", justifica otro de los portavoces de la Plataforma, el cristiano de base Miguel Santiago, profesor de instituto y antiguo coordinador andaluz de la Asociaci¨®n Proderechos Humanos. "Lo que no se puede hacer es lo que el Obispado ha hecho, eliminando el nombre de mezquita de todos los carteles, las entradas, las gu¨ªas y gestionando como le place un monumento que es Patrimonio Mundial", recuerda.

Fue hace justo 30 a?os cuando la Unesco le otorg¨® este t¨ªtulo. Un reconocimiento que va m¨¢s all¨¢ del plano hist¨®rico, art¨ªstico o patrimonial, pues destaca tambi¨¦n su simbolog¨ªa como paradigma de la concordia entre las culturas. "Y eso es lo que podemos perder si dejamos que el Obispado termine de apropiarse de este s¨ªmbolo", subraya Rodr¨ªguez Ramos. Por eso, despu¨¦s de acudir pr¨®ximamente al Defensor del Pueblo Andaluz para pedirle que su oficina canalice sus peticiones a las instituciones, acudir¨¢n a la Unesco, al Parlamento Europeo y al Papa Francisco, si es necesario.