Barroco a salvo
La Comunidad declara Bien de Inter¨¦s Cultural el edificio que alberga el colegio y el monasterio de la Orden Mercedaria, vestigio vivo del Siglo de Oro
Han pasado m¨¢s de 350 a?os de lluvias, nieves, calores y avatares durante los cuales una singular edificaci¨®n barroca del caser¨ªo madrile?o, el colegio-monasterio de las religiosas mercedarias, entre las calles de Valverde, la Puebla y Barco, ha resistido mil quebrantos a pie firme, inc¨®lume hasta hoy mismo. Ahora, el Gobierno regional, a trav¨¦s de la Direcci¨®n General de Patrimonio Hist¨®rico de la Consejer¨ªa de Empleo, Cultura y Turismo, ha decidido proteger urban¨ªsticamente este conjunto edificado, mediante una declaraci¨®n como Bien de Inter¨¦s Cultural incoada en 1977.
Se trata de uno de los edificios m¨¢s caracter¨ªsticos del Madrid de los Austrias. Data de 1609, cuando una dama de alcurnia, Mar¨ªa de Miranda, esposa de un noble, Juan de Urrutia y Z¨²?iga, decidiera satisfacer su devoci¨®n religiosa y encomendar la construcci¨®n de un magno convento a la orden mercedaria, dedicada a la redenci¨®n de cautivos. Fue la misma orden religiosa que coste¨® las naves para rescatar y traer a Espa?a a Miguel de Cervantes desde su prisi¨®n de Argel, bien que al cabo ser¨ªa la orden trinitaria la que rescat¨® al escritor, all¨ª retenido tras ser capturado en alta mar por corsarios turcos.
El conjunto monacal madrile?o tiene una extensi¨®n de 3.265 metros cuadrados de superficie. Se encuentra situado entre las calles de la Puebla, del Barco y de Valverde, en el coraz¨®n mismo de la ciudad, a espaldas del rascacielos de Telef¨®nica y frente a la Real Academia de Ciencias, antigua sede de la Espa?ola. La fachada de ladrillo y paramentos de color crema del conjunto conventual, con tres arcos de medio punto y zagu¨¢n de acceso, claustros, patio con fuente e iglesia de una sola nave, m¨¢s fastuoso retablo de orden gigante con una ¨²nica pintura, la Asunci¨®n de la Virgen Mar¨ªa, imita al convento de la Encarnaci¨®n, proyectado por Juan G¨®mez de Mora, arquitecto del barroco madrile?o por excelencia. Si bien se desconoce qui¨¦n edific¨® el monasterio-colegio, aunque se sabe que en distintas etapas colaboraron los alarifes Gaspar de la Pe?a y Melchor de Bueras, todo indica que su acabado, culminado en 1656, coincide con el esplendor del estilo arquitect¨®nico que sembr¨® la almendra capitalina y su exigua periferia de medio centenar de templos, de los cuales tan solo un pu?ado subsiste en las mismas condiciones en las que surgieran a la escena urbana, en una ¨¦poca en la cual fue Madrid capital del mundo.
Entre otras joyas, el colegio monasterio de las Mercedarias atesora los ¨²nicos lienzos existentes en Madrid sobre un pintor de Lorca, Juan de Toledo, antiguo soldado de los tercios en Mil¨¢n, ¡°de cuatro escudos de soldada¡±, cuyos pinceles realizaron tambi¨¦n un San Jos¨¦ y el ?ngel, m¨¢s un San Pedro Nolasco, fundador en el siglo XIII de la orden mercedaria, cuadro este reci¨¦n restaurado por ?lvaro Fern¨¢ndez-Casta?¨®n y Mercedes del Pino. Ambos restauradores, ¡°fascinados por la desenvoltura pl¨¢stica de Juan de Toledo¡±, han acometido asimismo la restauraci¨®n de un Juicio Final que atribuyen al taller o a disc¨ªpulos de Jean Cousin, pintor renacentista, ge¨®metra y grabador adscrito al manierismo franc¨¦s, corriente pict¨®rica descriptiva y muy singular por sus hechuras.
Este lienzo, prodigio de composici¨®n dividida en dos ¨¢mbitos, el celestial y el del submundo de los penados, presenta la particularidad de que Dios aparece provisto de una hoz en la mano izquierda, al igual que los numerosos ¨¢ngeles que se mueven bajo sus ¨®rdenes. La iglesia del monasterio mercedario contiene adem¨¢s el cuerpo de la Beata Mar¨ªa Ana de Jes¨²s, religiosa de gran piedad y dedicaci¨®n al auxilio de los pobres. A su muerte, en 1624, el pueblo de Madrid, a la saz¨®n enfervorizado por su ejemplo, impidi¨® durante tres d¨ªas su entierro. La religiosa tuvo que ser sepultada casi en secreto y pronto ser¨ªa promovida a la beatitud. Una efigie suya figuraba desde 1636 en la primitiva Puerta de Alcal¨¢, que jalonaba el acceso a Madrid por el Este y que fue demolida en el a?o de 1764 para construir la excelsa cancela de Sabatini.
En 1922 y 1966 fue exhumado el cad¨¢ver de la beata madrile?a. Seg¨²n explica Mar¨ªa de los ?ngeles Curros y Ares, historiadora de la Orden Mercedaria, ¡°su cuerpo permanec¨ªa incorrupto, con dos particularidades: la flexibilidad de las extremidades y la emisi¨®n de un l¨ªquido untoso¡±. Y a?ade: ¡°Cuando en el aniversario de su muerte en 1624, cada 17 de abril ¡ªeste a?o lo ser¨¢ el 26 del mismo mes¡ª se saca la urna que contiene su cuerpo, un penetrante olor a manzanas, que se va endulzando poco a poco, invade la iglesia¡±. La restauraci¨®n de los espl¨¦ndidos lienzos ha costado dos meses largos de trabajo y 40.000 euros, seg¨²n el director general de Patrimonio, Jaime Ignacio Mu?oz, quien, junto con Carmen Gonz¨¢lez, la viceconsejera de Empleo, Cultura y Turismo del Gobierno regional, gir¨® el martes visita al edificio reci¨¦n protegido.
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