Las pantallas se funden a negro
M¨¢s de una quincena de salas de cine han cerrado en Catalu?a desde 2011
Cobijados en una angosta callejuela del casco viejo de Igualada (Anoia), escondidos entre los soportales que levantan un inmenso letrero blanquecino con su nombre, descansaron durante m¨¢s de 40 a?os los cines Kursal. Varias generaciones de igualadinos se sentaron en las viejas butacas de las tres salas de proyecci¨®n donde, hace poco m¨¢s de un mes, las pantallas se fundieron definitivamente a negro. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de su apertura, el Kursal se suma al incesante goteo de cines catalanes que apagan sus pantallas en los ¨²ltimos a?os. Desde 2011, el Gremio de Empresarios de Cines de Catalu?a (Gremicines) ha certificado que una quincena de cines ha echado el cierre. Uno cada dos meses.
El proceso de digitalizaci¨®n de las salas, los efectos de la subida del IVA cultural al 21% y la impunidad de la pirater¨ªa son los motivos que han abocado al cierre tanto a los peque?os cines de pueblo como a las salas comerciales de algunas grandes empresas del sector. Seg¨²n la directora del Gremicines, Pilar Sierra, la evoluci¨®n del mercado ha sido ¡°muy negativa¡± desde 2004. ¡°Hemos pasado de 29 millones de espectadores en 2004 a 15 millones en 2013¡±, matiza. En cuatro a?os solo han abierto siete nuevas salas en Catalu?a.
¡°Este cine era al que iban mis padres de j¨®venes. Ahora estaba muy viejo, las instalaciones eran anticuadas y no siempre llegaban los estrenos¡±, explica Rosa Bresc¨®, vecina de Igualada que reconoce que, desde hace tiempo, ya prefer¨ªa coger el coche e irse a los multicines a Manresa. El adi¨®s del Kursal ha dejado a toda la comarca de Anoia (unos 117.000 habitantes) sin salas de cines. ¡°Este local estaba en el centro neur¨¢lgico, en el nervio de la cuidad. Formaba parte del paisaje familiar m¨¢s entra?able de la gente de Igualada y alrededores. Ven¨ªan de toda la comarca¡±, describe el concejal de promoci¨®n cultural del Ayuntamiento, Josep Miserachs.
A pesar de las conversaciones entre el consistorio igualadino y la empresa propietaria para mantener abierto el local, la imposibilidad de hacer frente a la digitalizaci¨®n de las salas y los efectos de la subida del IVA cultural hasta el 21%, abocaron a los cines al cierre. El apag¨®n anal¨®gico ¡ªlas distribuidoras dejar¨¢n de suministrar pel¨ªculas de 35mm para hacerlo en formato digital¡ª est¨¢ previsto para los pr¨®ximos meses e implica un desembolso de unos 60.000 euros por pantalla, seg¨²n Gremicines, para adaptar los equipos de proyecci¨®n al sistema digital. Los due?os del Kursal no se acogieron a las ayudas puestas en marcha por la consejer¨ªa de Cultura para adaptar el parque de cines catalanes al sistema digital.
El Plan de la Generalitat, ¡°insuficiente¡± seg¨²n el Gremicines, preve¨ªa una l¨ªnea de ayudas de hasta 20.000 euros para la adquisici¨®n de equipos digitales y otra de pr¨¦stamos de 20 millones para cines con m¨¢s capacidad de inversi¨®n. ¡°No es nada. Para el proceso de reconversi¨®n digital se necesitan fondos muy importantes; por ello, de las 700 pantallas que hay en Catalu?a, solo el 60% est¨¢n digitalizadas. Algunos cines se quedar¨¢n en el camino porque no pueden afrontar estos gastos¡±, se?ala Sierra.
Como el Kursal, otro de los cines que ha echado el cierre a principios de a?o es el Lauren Costa Brava de Blanes. La clausura de sala de proyecci¨®n ha dejado sin oferta cinematogr¨¢fica a toda La Selva. ¡°Hemos perdido un servicio de capital de comarca. Se ha quedado sin cines un ¨¢rea de poblaci¨®n de 200.000 personas y los 10 empleados de las instalaciones han perdido su trabajo¡±, apunta el alcalde de Blanes, Josep Marig¨®.
Los vecinos llevaban tiempo detectando que algo no andaba bien en los Lauren Costa Brava: no se encend¨ªan todas las luces, los dispensadores de palomitas funcionaban a medio gas y los t¨ªtulos que llegaban no eran grandes estrenos. ¡°A veces, en toda la sala, solo hab¨ªa 15 personas¡±, recuerda Mar¨ªa Rosa Mateu, de 72 a?os. La mujer, de la vecina Malgrat de Mar, sol¨ªa ir los festivos con tres o cuatro amigas a las sesiones de tarde. ¡°Ahora, si quieres ir al cines tienes que ir a Calella o a Arenys de Mar, pero est¨¢ lejos y no queremos conducir de noche¡±.
El local donde estaban los cines, ahora propiedad de Catalunya Caixa, permanece cerrado desde mediados de enero. El edil de Blanes asegura que el consistorio ha mantenido contactos con la entidad financiera ¡°para recuperar los cines¡± y los puestos de trabajo: ¡°Econ¨®micamente es viable. En Blanes no hay competencia y tiene un radio de influencia de 20 kil¨®metros¡±.
Les Bruixes de Altafulla (Tarragon¨¨s) es otro de los cines que se ha clausurado ya este a?o. El d¨ªa de Reyes, las pantallas de esta poblaci¨®n de 5.000 habitantes se fund¨ªan a negro, dejando a la zona del Baix Gai¨¤ sin salas de proyecci¨®n. A la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica, la subida del IVA y la falta de espectadores, aqu¨ª se sum¨® la ejecuci¨®n de una sentencia judicial que obliga a tirar la nave del pol¨ªgono donde se levanta el local porque no cumple los requisitos del plan de ordenaci¨®n urbana. ¡°Perder un equipamiento cultural siempre es una pena pero es un negocio privado y tiene que garantizar una supervivencia econ¨®mica", reconoce el concejal de Cultura de Altafulla, Jordi Molinera. El edil, que tambi¨¦n trabaj¨® en los cines antes de entrar en el equipo de gobierno, conoce de primera mano la situaci¨®n: ¡°Desde el ayuntamiento hemos intentado suplir las carencias y hemos habilitado un equipamiento para que se pueda proyectar cine, aunque no podemos hacerlo al mismo ritmo que un cine comercial¡±.
La ola de crisis que arrastra el sector se ha llevado por delante no solo a los peque?os cines de pueblo, sino tambi¨¦n a numerosas salas de las grandes ciudades. En 2013, Barcelona vio bajar las persianas de emblem¨¢ticas salas como el Alexandra, el Lauren Gracia o el Urgell. La crisis no entiende de territorios.
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