Bonaparte se top¨® con la M-30
La salida del pasaje, encargo de Jos¨¦ I, est¨¢ encerrada por debajo del nivel de Madrid-R¨ªo debido al soterramiento de la v¨ªa de circunvalaci¨®n
Si Jos¨¦ Bonaparte pretendiera acceder hoy a la Casa de Campo desde los jardines del Palacio Real atravesando el t¨²nel que mand¨® construir al arquitecto real Juan de Villanueva en 1809, se topar¨ªa con los muros de hormig¨®n de otros t¨²neles, construidos casi dos siglos despu¨¦s, los de la M-30. La infraestructura, de 45 metros de longitud, que parte de los jardines del Campo del Moro y discurre por debajo de la calle Virgen del Puerto, no ha desaparecido pero ha quedado a unos cuatro metros por debajo del nivel de Madrid-R¨ªo, debido a las obras de soterramiento de la M-30.
El pasaje desemboca ahora en una gran sala de 300 metros cuadrados y casi siete metros de altura, realizada en hormig¨®n, donde tambi¨¦n se encuentra una de las salidas de emergencia de la M-30. Subiendo unas escaleras se sale a los cuidados jardines de Madrid-R¨ªo. Fuera se ha situado una placa con un plano de Carlos Ib¨¢?ez e Ib¨¢?ez de ?bero de 1874 donde aparece el eje que traz¨® Villanueva que discurre desde la fachada oeste del Palacio Real hasta la Casa de Campo, del que formaba parte el el t¨²nel de Bonaparte. En la actualidad, no se puede acceder a ¨¦l ni desde Madrid-Rio ni desde los jardines del Campo del Moro, donde la entrada est¨¢ cerrada con una puerta realizada con cuarterones trasl¨²cidos, que no deja adivinar lo que hay detr¨¢s.
Gin¨¦s Garrido, director del equipo de arquitectos que dise?o Madrid-R¨ªo, recuerda las horas que destinaron a encontrar una soluci¨®n para que el pasaje no desapareciera. ¡°Creamos un gran espacio en el lugar donde sale, pensando que en un futuro se podr¨ªa utilizar como una sala multifuncional¡±, explica mientras baja las escaleras que dan acceso al cubo de hormig¨®n.
Salvemos la Casa de Campo critica que la M-30 no respetara el el pasadizo
Cuando el equipo de arquitectos, formado por Burgos & Garrido, Porras La Casta y Rubio & A-Sala con la colaboraci¨®n de West8, se enfrent¨® al reto de crear Madrid-R¨ªo en 2005 se encontraron con un descampado ¡°totalmente incomprensible¡±. ¡°Al principio no entend¨ªamos nada, hab¨ªa rejillas y elementos que no sab¨ªamos porque hab¨ªan acabado en el lugar donde estaban¡±, comenta. A partir de semejante galimat¨ªas, tuvieron que ir modelando el terreno. Y fue imposible que la salida del t¨²nel de Jos¨¦ Bonaparte quedara en el exterior.
Algo que lamentan profundamente en la Plataforma Salvemos la Casa que luchan por la supervivencia de los jardines y su patrimonio. ¡°La construcci¨®n de la M-30 desvincul¨® totalmente la Casa de Campo de los jardines del Campo Moro y descontextualiz¨® el t¨²nel de Bonaparte¡±, explica Luis de Vicente, miembro de la Plataforma. As¨ª lo repiti¨® en m¨²ltiples escritos enviados a diferentes cargos de las Administraci¨®n. ¡°Se ha perdido una ocasi¨®n perfecta de poner en valor el eje que cre¨® Villanueva¡±, sostiene.
El Ayuntamiento respondi¨® a De Vicente con una carta que califica de ¡°tranquilizadora¡± en febrero de 2006. La misiva finalizaba indicando que ¡°es indudable, que una vez concluidas las obras de la M-30 este Ayuntamiento dejar¨¢ la parte exterior del t¨²nel que le corresponde en consonancia con la magn¨ªfica obra realizada por Patrimonio Nacional¡±. Se refer¨ªa a una restauraci¨®n que llev¨® a cabo Patrimonio en la que se elimin¨® la decoraci¨®n, a?adida en el siglo XIX, a base de rocalla que daba al t¨²nel aspecto de gruta. As¨ª apareci¨® el ladrillo visto original.
Desde la subdirecci¨®n general de Patrimonio Hist¨®rico del Ministerio de Cultura, la respuesta se encontraba en la misma l¨ªnea. Se aseguraba a De Vicente que ¡°en ning¨²n momento¡± se hab¨ªa pensado en hacer desaparecer el t¨²nel¡±. Lo que se pretend¨ªa era prolongarlo desde el Campo del Moro a la Puerta del Rey de la Casa de Campo.
Patrimonio Nacional se encarga de su limpieza y mantenimiento
La infraestructura no tiene consideraci¨®n de Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC), pero al partir de los jardines Campo del Moro, que cuentan con la calificaci¨®n de Paisaje Hist¨®rico, estar¨ªa afectado por dicha protecci¨®n, explican fuentes de Patrimonio Nacional. Hace a?os se elabor¨® un proyecto para recuperar el t¨²nel, del que ya hab¨ªa desaparecido parte cuando se construy¨® la M-30, en el que se contemplaba su posible apertura, pero finalmente no se llev¨® a cabo.
Garrido opina que los ingenieros responsables de la obra de la M-30 ¡°hicieron lo que pudieron¡±. El arquiecto aclara que el lugar es muy complicado. Por encima del pasaje discurren dos ramales de salida de la M-30 y por debajo, a unos 10 metros, la l¨ªnea 6 del metro. A lo que hay que a?adir las nuevas v¨ªas soterradas. Si se realizara un corte de la secci¨®n, la foto se asemejar¨ªa a un queso gruy¨¨re. Un futuro que no se pod¨ªa imaginar Jos¨¦ Bonaparte cuando decidi¨® residir en el palacete de los Vargas, a la entrada de la Casa de Campo. All¨ª se sent¨ªa m¨¢s seguro y, al mismo tiempo, estaba cerca del Palacio Real. El lugar perfecto al que Villanueva quer¨ªa llegar por un pasadizo privado, que el paso de los siglos ha enterrado un poco m¨¢s.
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