Funcionarios en el infierno

Aquel d¨ªa de finales de 2008 en que lleg¨® a trabajar al Ayuntamiento de Palas de Rei (Lugo) empez¨® para Celia Gonz¨¢lez una vida de thriller, muy alejada de la apacible existencia que aguarda un funcionario cuando recibe como destino un municipio de poco m¨¢s de 3.500 habitantes. Como secretaria e interventora municipal ha sobrevivido a seis contenciosos fallados a su favor; a a?o y medio de suspensi¨®n ilegal de empleo y sueldo promovida por el alcalde, Pablo Taboada (PP), con el aval de un alto cargo de la Xunta ya dimitido; a los bulos esparcidos por el pueblo sobre su vida privada; al vac¨ªo del resto de trabajadores del consistorio; a una avalancha de encargos imposible de atender ¡ª¡°lo que quer¨ªan es que no cumpliera los plazos¡±¡ª y a un par de bajas m¨¦dicas por depresi¨®n. Su caso ha sido denunciado junto al de otros dos compa?eros (el de Antas de Ulla y la de Barreiros hasta 2012) por el colegio profesional de secretarios de Lugo ante el Gobierno central, la Xunta y la fiscal¨ªa sin que se conozcan consecuencias. Son ejemplos de la desprotecci¨®n en la que se mueven los funcionarios a los que el Estado encarga la vigilancia de las gestiones municipales m¨¢s tentadoras para un pol¨ªtico corrompible.

La casa consistorial de Palas, describe Celia Gonz¨¢lez, es ¡°un pueblo feudal: est¨¢n los que mandan y los vasallos mal pagados que obedecen¡±. ¡°Me opuse a pr¨¢cticas que se hac¨ªan en el Ayuntamiento desde tiempo atr¨¢s, como falsificar facturas para justificar subvenciones, justificar subvenciones de obras no ejecutadas, modificar asientos del registro de entrada y salida de correspondencia, efectuar pagos sin consignaci¨®n presupuestaria...¡±, enumera. Al alcalde de Palas y a su antecesor, Fernando Pensado (tambi¨¦n del PP), as¨ª como a cuatro empleados municipales, los mantiene imputados una juez de Chantada por acoso, prevaricaci¨®n, falsedad documental y fraude de subvenciones, tras la querella que la secretaria-interventora present¨® en mayo de 2011 recopilando las irregularidades detectadas. Gonz¨¢lez se reincorpor¨® a su puesto el pasado enero gracias a que la justicia anul¨® en sentencia firme el expediente disciplinario con el que el regidor de Palas se la quit¨® de en medio, pero el thiller a¨²n no ha llegado a su fin. ¡°Estoy exactamente igual que hace dos a?os¡±, lamenta, sin acceso directo a los expedientes ¡ª¡°todo se lo tengo que pedir al alcalde por escrito y me lo da o no¡±¡ª y con permiso para usar solo la fotocopiadora que tiene memoria ¡ª¡°as¨ª controlan lo que copio¡±¡ª.

El alcalde, sin embargo, considera que la vida discurre en su Ayuntamiento de forma ¡°normal¡± pese a los dos a?os de conflicto con la secretaria municipal. ¡°Que yo sepa yo no obstaculizo el trabajo de nadie¡±, sostiene Taboada, quien se reafirma en que Gonz¨¢lez era merecedora del expediente disciplinario que ¨¦l le abri¨® y que luego anul¨® la justicia porque, esgrime, se neg¨® a redactar un informe sobre una licencia que exig¨ªa la ley. ¡°Yo le pido asesoramiento pero si se niega a asesorarme o me asesora mal...¡±, alega. El popular supone que ¡°expedientes a secretarios se abrir¨¢n habitualmente¡± y desliga su caso de los manejos destapados por las escuchas telef¨®nicas de la Operaci¨®n Pok¨¦mon entre miembros del gobierno popular de Santiago para apartar a un secretario que se negaba a certificar la falsa legalidad de un contrato millonario. En Palas, arguye, las cantidades de dinero que mueven las adjudicaciones son modestas. Y sobre las demandas de mayor protecci¨®n para los funcionarios que deben vigilar a los pol¨ªticos, Taboada responde: ¡°Yo pido la m¨¢xima protecci¨®n para los secretarios, los alcaldes y los periodistas¡±.

¡°Los colegios pedimos que las potestades disciplinarias est¨¦n lo m¨¢s alejadas posibles de la persona controlada¡±, subraya Jos¨¦ Antonio Rueda Valenzuela, presidente del colegio de secretarios de A Coru?a, quien considera que ¡°a todos los alcaldes les interesa tener una bala en el rev¨®lver para usarla en un momento dado¡±. El Colegio Oficial de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administraci¨®n Local de Lugo ha remitido a la fiscal¨ªa toda la documentaci¨®n sobre el expediente disciplinario que se le abri¨® a la secretaria de Palas porque considera que tanto el alcalde como el ex director general de Administraci¨®n Local de la Conseller¨ªa de Presidencia Norberto Uzal cometieron un delito de prevaricaci¨®n. El segundo, que en los noventa fue jefe territorial de Falange Espa?ola Independiente, emiti¨® dos informes avalando que el regidor ten¨ªa potestades para castigar a la funcionaria cuando la justicia ha dejado claro que no.

A la ex secretaria municipal de Barreiros el alcalde Alfonso Fuente Parga (PP) le abri¨® tres expedientes disciplinarios con el aval tambi¨¦n del excargo de la Xunta Norberto Uzal. Para ella la pesadilla comenz¨® en 2006, cuando el gobierno local empez¨® a aprobar de forma masiva licencias urban¨ªsticas para construir miles de viviendas en parcelas sin accesos ni suministro de agua. Ella les advirti¨® primero que eran ilegales ¡ªlos tribunales han ido anulando esos permisos posteriormente¡ª y despu¨¦s redact¨® informes contrarios que el alcalde ignor¨®. ¡°Empezaron a machacarme. Me presionaron, me hac¨ªan desprecios delante de funcionarios y vecinos...¡±, recuerda a¨²n con la voz temblorosa Mar¨ªa Antonia Mart¨ªnez Barcia. En 2009 tuvo que coger una baja por depresi¨®n y en 2012 opt¨® por escapar a otro destino: ¡°Me cost¨®. No entend¨ªa por qu¨¦ ten¨ªa que irme yo si lo ¨²nico que hac¨ªa era cumplir con mi deber. Pero tuve que hacerlo, por mi salud y mi familia¡±.

En 2011 este peri¨®dico public¨® que el entonces alcalde de Gondomar por el PP, Mart¨ªn Urgal, hab¨ªa apartado a la secretaria municipal que emit¨ªa informes negativos sobre sus licencias para contratar a un abogado externo dispuesto a darles el visto bueno. Nadie desde otras Administraciones o desde su partido tom¨® medidas. El pasado noviembre Urgal fue condenado por prevaricaci¨®n por esta maniobra. La sentencia concluye que se salt¨® la normativa ¡°de forma bastante grosera¡±.