Primarias
Dudo mucho que los militantes hayan llegado a enterarse de las propuestas de los dos candidatos
Los socialistas valencianos han conseguido superar con nota el primero de los obst¨¢culos existentes para conseguir unas primarias abiertas, la inscripci¨®n para votar ¡ªl¡¯apunt¨¤, como tan maliciosa como despectivamente la ha calificado un colega¡ª. M¨¢s de 67.000 personas, militantes y simpatizantes, est¨¢n convocados hoy a las urnas para elegir entre Ximo Puig y Toni Gaspar el candidato del PSPV a la presidencia de la Generalitat. Ahora solo queda por saber cu¨¢ntos de los inscritos ejercer¨¢n su derecho al voto para certificar definitivamente si este experimento de primarias abiertas es realmente un ¨¦xito o se ha quedado en una iniciativa bien intencionada que ha creado m¨¢s problemas que soluciones a sus promotores.
Parece claro que un buen n¨²mero de los simpatizantes que han decidido suscribir el manifiesto progresista y pagar dos euros para poder votar han sido captados directamente por los militantes. Nadie deber¨ªa de sorprenderse. En todos los pa¨ªses donde se celebran primarias abiertas son los militantes de los partidos quienes se esfuerzan en atraer para la causa de su l¨ªder al mayor n¨²mero de votantes. Cualquiera que haya visto una pel¨ªcula o una serie estadounidense sobre c¨®mo se eligen los candidatos a ocupar la Casa Blanca sabr¨¢ de lo que hablo. Pero en la Comunidad Valenciana, en Espa?a, la cultura sobre el desarrollo de unas elecciones de estas caracter¨ªsticas est¨¢ en mantillas. Uno de los aciertos innegables del secretario general del PSPV y candidato, Ximo Puig, ha sido poner en marcha el proceso, con independencia de que las fechas m¨¢s adecuadas para su celebraci¨®n fueran estas o aquellas.
Consecuencia de esa falta de cultura democr¨¢tica han sido los no-debates entre ambos candidatos. Contra lo que dice Gaspar, la cuesti¨®n de fondo no ha sido el reducido n¨²mero de cara a cara entre ambos candidatos. El problema real es que el temor a facilitarle argumentos al PP para que hurgara en la herida de una aparente divisi¨®n interna de los socialistas, les ha llevado, tanto a Puig como a ¨¦l, a encorsetarse y a ser timoratos en sus propuestas. Los esfuerzos de los periodistas para que cualquiera de ellos explicara cu¨¢les eran sus m¨¦ritos frente al otro fueron totalmente in¨²tiles. A esa campa?a de perfil bajo contribuy¨® notablemente la estrategia del secretario general del PSPV, consistente en ignorar hasta donde le fuera posible a su contrincante y centrar su discurso en mensajes dirigidos a los ciudadanos. Pero ni tan siquiera ha conseguido esto ¨²ltimo. Ha puesto tanta sordina que dudo mucho que incluso entre los militantes socialistas hayan venido a enterarse de cu¨¢les son sus propuestas para el caso de que alg¨²n d¨ªa llegue a gobernar en la Comunidad Valenciana.
No ha sido mucho mejor la campa?a de Toni Gaspar. El alcalde de Faura se ha preocupado mucho m¨¢s de las cuestiones internas. Sus mensajes ten¨ªan m¨¢s que ver con la necesaria regeneraci¨®n y apertura del PSPV a la sociedad. Gaspar se ha presentado como ¡°lo nuevo¡± frente a ¡°lo caduco¡± que, seg¨²n ¨¦l, representa Puig. El cartel realizado por algunos de sus simpatizantes, present¨¢ndole como un l¨ªder carism¨¢tico que camina entre los viejos dinosaurios del PSPV (Joan Lerma, Cipri¨¤ Ciscar y el propio Ximo Puig) refleja con bastante exactitud el n¨²cleo central de su mensaje, pese a que Gaspar se haya quejado de que an¨¦cdotas como ¨¦sta eran la letra peque?a de sus discursos que ocultaba sus propuestas de fondo. La realidad es que esa letra peque?a, sustanciada en sus protestas ante el presunto uso y abuso del aparato en beneficio del secretario general de los socialistas, ha dominado el escenario de su campa?a.
Hoy tienen la palabra los militantes y simpatizantes del PSPV. De su participaci¨®n depende que estas primarias sean un ¨¦xito y un modelo a seguir en el resto de Espa?a. Una concurrencia a las urnas de alrededor del 50% ser¨ªa un ¨¦xito (en las pr¨®ximas europeas el porcentaje ser¨¢ menor. Al menos eso es lo que dicen las encuestas) y legitimar¨ªa un proceso que tiene a Ximo Puig como aparente claro favorito. Pero nada est¨¢ escrito hasta que no se recuenten los votos. Y hay victorias p¨ªrricas.
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