Dudas sobre las defensas para Do?ana
El puerto de Sevilla propone 3,8 kil¨®metros de protecciones en el r¨ªo para dragar Losada, experto en el estuario, cree que no es la soluci¨®n y la Junta ve ¡°carencias¡±
Tantas vueltas se le ha dado al pol¨¦mico proyecto para ampliar el calado del Guadalquivir en su ¨²ltimo tramo que las hemerotecas custodian decenas de declaraciones sobre el dragado de profundizaci¨®n que apadrina sin ¨¦xito el puerto de Sevilla desde hace m¨¢s de una d¨¦cada para intentar que a la capital andaluza lleguen buques m¨¢s grandes. Entre esos pronunciamientos destacan los del actual ministro de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente, del que depende el visto bueno final a la operaci¨®n. "Ser¨ªa suicida poner en riesgo un cultivo como el arroz o una zona de protecci¨®n medioambiental tan exclusiva como es el parque nacional de Do?ana", dijo Miguel Arias Ca?ete en agosto de 2013. Unos meses despu¨¦s, insisti¨® en la misma idea: "No quiero pasar a la historia como el ministro que acab¨® con el cultivo del arroz en el Guadalquivir y saliniz¨® las marismas de Do?ana".
El ministro, uno de los mejores situados para encabezar la lista del PP en las pr¨®ximas elecciones europeas, es consciente de que Bruselas escudri?a los pasos que est¨¢ dando el Gobierno espa?ol en este asunto. La Unesco, directamente, ha pedido que no se acometa la obra ante el riesgo de perjudicar el espacio natural m¨¢s importante de Andaluc¨ªa, declarado Patrimonio de la Humanidad.
En este contexto es en el que el ministro ha trazado esas dos fronteras ¡ªno da?ar Do?ana ni los cultivos que viven del r¨ªo¡ª que nunca podr¨¢ traspasar el puerto de Sevilla.
La obra divide a la patronal
A un lado, te¨®ricamente, est¨¢n los empresarios y los sindicatos mayoritarios de Sevilla. Al otro, en contra del dragado, los ecologistas y un grupo de cient¨ªficos que alertan del da?o que se puede causar al estuario. Pero la realidad tiene demasiados matices como para quedarse con esta est¨¢tica foto. El proyecto ha desencadenado una divisi¨®n importante en la Confederaci¨®n de Empresarios de Sevilla (CES). Asaja, la patronal agraria y una de las fundadoras de esta organizaci¨®n, ya mostr¨® en marzo de 2013 su rechazo al apoyo cerrado que la directiva de la CES estaba dando al proyecto del puerto. El presidente de Asaja en Sevilla, Ricardo Serra, ha dado un paso m¨¢s ahora. A mediados de mes se har¨¢ efectiva en una asamblea su renuncia a la vicepresidencia de la CES, una decisi¨®n que tom¨® hace un par de meses. Serra sostiene que no est¨¢ ¡°c¨®modo¡± en la confederaci¨®n debido al apoyo al dragado y a la gesti¨®n que est¨¢ realizando el presidente Miguel Rus. El responsable de Asaja no descarta que su organizaci¨®n acabe abandonando la CES por estos motivos.
Respecto al dragado, Serra recuerda que el puerto ha tenido diez a?os para cumplir con la Declaraci¨®n de Impacto Ambiental de 2003. ¡°No s¨¦ qu¨¦ han estado haciendo, pero no han hecho ni la protecci¨®n de m¨¢rgenes ni se han aplicado las medidas correctoras para evitar los da?os a los regantes¡±. Los agricultores sostienen que, con la ampliaci¨®n del dragado, aumentar¨¢ la salinidad del r¨ªo y no les servir¨¢ el agua. Por eso, ¡°previamente¡±, piden que se acometa un proyecto de modernizaci¨®n ¡ªque cuesta 180 millones¡ª que les permita no depender del Guadalquivir. Serra no descarta tampoco que su organizaci¨®n acuda a los tribunales si se da?an sus intereses y pide que no se ¡°politice¡± este asunto.
Una de esas condiciones est¨¢ a punto de someterse al dictamen de la Junta de Andaluc¨ªa, que tambi¨¦n tiene un papel protagonista en este asunto, y del Consejo de Participaci¨®n de Do?ana: el proyecto de protecci¨®n de m¨¢rgenes. En la Declaraci¨®n de Impacto Ambiental concedida al dragado en 2003 ¡ªun documento que los ecologistas de WWF han pedido en reiteradas ocasiones que se archive ante los nuevos datos que se han recabado en la ¨²ltima d¨¦cada del comportamiento del estuario¡ª se establec¨ªa que se deb¨ªa acometer una obra para evitar que se da?aran las m¨¢rgenes del r¨ªo a su paso por Do?ana.
El puerto de Sevilla present¨® a finales del a?o pasado a la Consejer¨ªa de Medio Ambiente ese proyecto, que ha sido elaborado por la empresa Ayesa y que tendr¨ªa un coste de 4,27 millones de euros. La comisi¨®n de aguas del Consejo de Participaci¨®n de Do?ana analizar¨¢ el mi¨¦rcoles el documento. Adem¨¢s, ese mismo d¨ªa la Consejer¨ªa de Medio Ambiente presentar¨¢ su informe sobre esta actuaci¨®n, que debe ser validada por la Administraci¨®n aut¨®noma. Fuentes del departamento de Mar¨ªa Jes¨²s Serrano indican que los t¨¦cnicos han apreciado "carencias" o "deficiencias", aunque no avanzan el resultado del an¨¢lisis del documento presentado por el puerto sevillano.
La soluci¨®n que propone la Autoridad Portuaria se basa en la instalaci¨®n de 3,8 kil¨®metros de "geotubos", seg¨²n se apunta en la memoria del proyecto Defensa de la margen derecha del R¨ªo Guadalquivir en el Parque Nacional de Do?ana que ha remitido al Consejo de Participaci¨®n. Estas "estructuras rellenas de arena o material granular procedente del dragado del r¨ªo" se colocar¨ªan en 17 puntos de la margen derecha para defender Do?ana de las olas que provocar¨ªan los barcos en el tr¨¢nsito hac¨ªa Sevilla. "Su recubrimiento se realizar¨ªa mediante geotextil de tonalidad terriza", se se?ala en el proyecto en referencia a la limitaci¨®n del impacto paisaj¨ªstico.
Para el catedr¨¢tico de la Universidad de Granada Miguel A. Losada, uno de los mejores conocedores del comportamiento del estuario, la propuesta tiene un error de partida. "En la memoria del proyecto se adopta, pero no se comprueba o verifica, que la causa principal de la erosi¨®n de la margen derecha es el oleaje generado por el tr¨¢nsito de un barco", apunta este experto. Pero "no se justifica la soluci¨®n adoptada".
Losada, junto al investigador del Instituto de Ciencias Marinas de Andaluc¨ªa Javier Ruiz, coordin¨® el estudio Propuesta metodol¨®gica para diagnosticar y pronosticar las consecuencias de las actuaciones humanas en el estuario del Guadalquivir, concluido en 2010. Este profundo an¨¢lisis, gracias al que todav¨ªa sus autores siguen publicando art¨ªculos en revistas internacionales, se realiz¨® ante las dudas que exist¨ªan de la viabilidad del dragado. Pero sus conclusiones, ¡ªentre las que destaca que la obra afectar¨ªa "negativamente a la din¨¢mica, morfolog¨ªa y biodiversidad del estuario"¡ª parecen haberse obviado. Seg¨²n Losada, en el estudio se establec¨ªa que "la causa principal de la migraci¨®n de m¨¢rgenes son las corrientes transversales secundarias generadas por la circulaci¨®n mareal". Es decir, que tras la erosi¨®n de la orilla no est¨¢n solo las olas que levantan los buques. "Con este diagn¨®stico", afirma Losada, "la soluci¨®n del proyecto no es la adecuada".
El catedr¨¢tico de la Universidad de Granada resalta adem¨¢s que en la memoria no se incluyen "los costes de conservaci¨®n y reparaci¨®n" ni "qu¨¦ Administraci¨®n deber¨¢ atender esta partida econ¨®mica anual".
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