Ajuar manuscrito del siglo XIX

Estudiosos e historiadores del trepidante siglo XIX espa?ol van a poder disponer, en el Archivo Regional de Madrid y a partir de las pr¨®ximas semanas, de un tesoro documental de copiosa riqueza. Tanta, que les puede permitir recomponer una sustanciosa parte, hasta ahora solo superficialmente conocida, del devenir de aquella atribulada centuria, a trav¨¦s del legado escrito de uno de sus principales protagonistas: el parlamentario, diplom¨¢tico y pensador de proyecci¨®n internacional Juan Donoso Cort¨¦s.

Los descendientes de pol¨ªtico han cedido gratuitamente ayer en el Complejo El ?guila, sede del archivo de la Comunidad de Madrid, hasta 29 densos legajos y documentos de extraordinario valor hist¨®rico, en un dep¨®sito por cinco a?os recibido oficialmente por Isabel Mari?o, consejera de Cultura, Empleo y Turismo de la Comunidad de Madrid. La direcci¨®n general de Archivos, que regenta Antonio Gonz¨¢lez Quintana, se propone comenzar la digitalizaci¨®n, ordenaci¨®n y clasificaci¨®n inmediatas de tan rico ajuar testimonial, conservado en muy buenas condiciones.

Juan Donoso Cort¨¦s hab¨ªa nacido en el Valle de la Serena en 1809. De familia noble, era descendiente de Hern¨¢n Cort¨¦s. Intelectualmente superdotado, tras licenciarse en Leyes por la Universidad de Sevilla, ser¨ªan principalmente Madrid y Par¨ªs, as¨ª como Berl¨ªn, las ciudades donde desarrollar¨ªa una activ¨ªsima vida pol¨ªtico-diplom¨¢tica como brillante parlamentario y plenipotenciario de la Corona en cruciales misiones europeas, adem¨¢s de connotado conspirador, negociador con el entonces rampante carlismo, periodista de diestra pluma y te¨®rico del conservadurismo, que, con el tiempo, inspirar¨ªa al pensador alem¨¢n Karl Schmitt varios ensayos y atraer¨ªa la atenci¨®n intelectual incluso del pos-marxista Herbert Marcuse en la Universidad californiana de La Jolla.

Como pensador, el pr¨®cer pacense recorri¨® velozmente el hondo trecho que separaba al liberalismo avanzado del tradicionalismo cat¨®lico, ya que si bien fue en su juventud temprana secretario del Gobierno de Juan ?lvarez Mendiz¨¢bal renombrado desamortizador de los bienes de manos muertas de la Iglesia cat¨®lica en 1836- el a?o de la muerte de Donoso en 1853, el Papa P¨ªo IX reconoci¨® su contribuci¨®n al pensamiento cristiano en una carta que se conserva en el legado ahora cedido.

Entre las causas de la transformaci¨®n ideol¨®gica de Donoso desde el liberalismo moderado al ultramontanismo figuraron la adquisici¨®n de tierras desamortizadas, con su conversi¨®n en propietario, y la consternaci¨®n que experimenta ante la revoluci¨®n de 1848 en Par¨ªs, donde cree ver que ha surgido el Anticristo encarnado en la figura del anarquista Proudhon. As¨ª lo sugiere el historiador Jos¨¦ ?lvarez Junco que estudi¨® la vida y la obra de Donoso Cort¨¦s en un curso monogr¨¢fico dirigido en la universidad californiana de La Jolla por Herbert Marcuse.

Despierta curiosidad descubrir a trav¨¦s de la caligraf¨ªa del intrigante Donoso algunas de las cuitas m¨¢s impenetrables de la vida pol¨ªtica de la turbulenta primera mitad del siglo XIX, como plan de combate liberal del segundo sitio de Bilbao durante la guerra carlista o aquella en la que el extreme?o pide a varios senadores su voto para impedir que la regente Mar¨ªa Cristina pierda la tutela de su hija, la adolescente reina Isabel II, a manos de los pol¨ªticos Arg¨¹elles y Espoz y Mina. La intrigante regente amas¨® una fortuna millonaria a costa del erario p¨²blico. Empero, Donoso Cort¨¦s llegar¨ªa a convertirse en secretario privado de ella e incluso actuar¨ªa como buz¨®n secreto entre la reina y sus hijas para eludir la vigilancia parlamentaria, seg¨²n confirma la correspondencia lacrada ahora expuesta. Otro de los documentos, cifrado de ¡°muy reservado¡±, procede de la jefatura del Gabinete y en ¨¦l se pide a Donoso que, desde la Embajada de Espa?a en Francia, de la que era titular, ¡°con suma cautela (¡­) procure vigilar la conducta (¡­) de los generales Juan Prim y Jaime Ortega, que han obtenido licencia para viajar a Par¨ªs, para que, sin causarles alarma, pueda estar al corriente el Gobierno de Su Majestad de cuantos intentos o proyectos contra el orden¡­¡±

En el legado figuran tambi¨¦n diplomas, como el de su ingreso en la Academia Espa?ola, nombramientos de la reina Isabel II, correspondencia con el general Narv¨¢ez, con los ministros Gonz¨¢lez Bravo e Ist¨²riz, adem¨¢s de un sinf¨ªn de escritos muy necesarios para desentra?ar hondos misterios de tan zozobrante siglo como el que vivi¨® Donoso Cort¨¦s, que cuenta en Madrid con una importante arteria cerca del barrio de Arg¨¹elles, su importante adversario.