Cuando el p¨²blico baja a la arena
En '?Qu¨¦ hacemos con la abuela?' los espectadores participan activamente en la obra: paran la funci¨®n y toman el relevo de los actores
Alfred Jarry insufl¨® al teatro un esp¨ªritu iconoclasta perdido; Stanislawski, una verosimilitud olvidada; Brecht, le devolvi¨® su car¨¢cter pol¨ªtico; Grotowski, su ritualidad primigenia, y Augusto Boal, lo reconvirti¨® en asamblea. Antes que creadores, los maestros del teatro contempor¨¢neo fueron m¨¦diums: reconectaron el aqu¨ª y ahora con ¨¦pocas en las que el arte de Tal¨ªa no se andaba con barnices. Poco conocido para el gran p¨²blico, Boal (R¨ªo de Janeiro, 1931-2009) es el director y te¨®rico teatral m¨¢s influyente del universo de los BRICS (acr¨®nimo de Brasil, Rusia, India, China y Sur¨¢frica, potencias emergentes cuya influencia empieza a sentirse en el ¨¢mbito cultural).
Para Boal, el arte es vector de cambios. De ah¨ª que montase adaptaciones propias de cl¨¢sicos con nervio pol¨ªtico (Lis¨ªstrata, El mejor alcalde, el rey; El p¨²blico¡), pero su impronta se deja sentir sobre todo a trav¨¦s de iniciativas como el teatro del oprimido, el teatro legislativo y el teatro forum, cuyo com¨²n prop¨®sito es que la gente de a pie tome las riendas de su destino. La compa?¨ªa The Cross Border Project, creada en Nueva York por la joven directora vallisoletana Luc¨ªa Miranda para poner en escena un lope panhisp¨¢nico (De Fuenteovejuna a Ciudad Ju¨¢rez), ofrece el domingo 6 una oportunidad extraordinaria de participar en una obra de teatro forum, en la nueva sala El Umbral de Primavera (Primavera, 11), en el barrio de Lavapi¨¦s.
?Qu¨¦ hacemos con la abuela?
Autora y directora: Luc¨ªa Miranda. Int¨¦rpretes: ?ngel Perab¨¢, Bel¨¦n de Santiago, Laura Santos. Sala El Umbral de Primavera, 6 de abril.
En ?Qu¨¦ hacemos con la abuela?, Laura Santos, Bel¨¦n de Santiago y ?ngel Perab¨¢, int¨¦rpretes j¨®venes a cual mejor, representan dos veces seguidas una funci¨®n breve sobre el conflicto que se plantea en una familia cuando Carmen, que cuida a su anciana madre, con alzh¨¦imer avanzado, se ve sobrepasada y busca el auxilio de los suyos, sin ¨¦xito. Tras la primera representaci¨®n, se abre un debate con el p¨²blico. Durante la segunda, cualquier espectador puede cortar la acci¨®n en el momento en que sienta que si Carmen, su marido, su hija o Floren, la cuidadora rumana, cambiaran de actitud o dieran otra respuesta, los mal encaminados acontecimientos tomar¨ªan una direcci¨®n favorable. A quien corta, le toca tambi¨¦n exponer que es lo que ¨¦l har¨ªa y salir a hacerlo.
Lo que hace este juego de roles tan complejo como la vida misma es que ning¨²n espectador puede tomar el papel de Juli¨¢n, el hermano caradura (que se opone a toda soluci¨®n porque se beneficia del estado de cosas actual), ni puede proponer tampoco soluciones m¨¢gicas. Mediante ensayo y error, p¨²blico y equipo art¨ªstico van haciendo camino y luz. En Senegal, donde The Cross Border estren¨® ?Qu¨¦ hacemos con la abuela?, el problema ni se plantea: los nietos se llevan a los abuelos a sus casas: "all¨ª los europeos les parecemos salvajes", explica la directora. "En Breta?a el papel de la cuidadora rumana no existe: hay cuidadores para todos, v¨ªa impuestos", explica una espectadora. En Espa?a, andamos en tierra de nadie: entre el modelo de familia extensa, periclitado ya, y la sociedad del bienestar, a cuyas puertas nos quedamos.
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