Dejen paso, viene Olaizola II
El campe¨®n y Aretxabaleta vapulean 22-3 a unos desconocidos Xala y Zubieta
22-3, pero han jugado dos contra dos. No ha habido ventajas por ese lado. En todo lo dem¨¢s, s¨ª. Olaizola II y Aretxabaleta han vapuleado de manera casi vergonzante a Xala y Zubieta en un partido de semifinales del campeonato de mano parejas. El vendaval de los vencedores costar¨¢ tiempo en que se vaya de la memoria, sobre todo para los derrotados, humillados como pocas veces se recuerda en un partido donde no ha habido otro contratiempo que la cruel diferencia entre unos y otros.
Parad¨®jicamente, llega el campeonato a su fase m¨¢s decisiva y se desinfla entre las te¨®ricas cuatro menores parejas del escalaf¨®n. Nadie se ha podido entusiasmar por los partidos de esta ronda con resultados de manifiesta desigualdad, a pesar de la emoci¨®n de la liguilla anterior.? Unos marcadores estrepitosos en las dos jornadas de esta serie final reflejan una desigualdad pat¨¦tica que dice muy poco para retroalimentar el espect¨¢culo.
Como era previsible, aunque quiz¨¢ con algo m¨¢s de miga, todos los aficionados quedan a la espera de ese duelo en la final entre Olaizola II y Mart¨ªnez de Irujo, qie es el de siempre, el de todos los torneos, pero que aporta la emoci¨®n y garantiza el inter¨¦s. El resto, de momento, est¨¢ a muchas leguas de distancia.
Con un 22-3 sobran los comentarios. Ven¨ªa Olaizola II a jugar y el resto del cuarteto le ha dejado pasar. Est¨¢ intratable. Tiene un poder¨ªo incontestable y si encima dispone de un material volador, que se preparen los contrarios porque quedan derrotados de antemano. Esta es la escueta historia de un partido que no se ha jugado y eso que era una semifinal. Como premio, los ganadores ya tiene un puesto en la final, donde siempre se les ha esperado.
Hasta este domingo, Xala y Zubieta han sido una pareja fiable. Bueno, lo siguen siendo. Pero el lunar del 22-3 les puede pesar como una losa, aunque en realidad deber¨ªa ser una espoleta para reaccionar el pr¨®ximo fin de semana. Desde luego, deben una compensaci¨®n a cuantos hasta el ¨²ltimo d¨ªa han cre¨ªdo que eran una alternativa al cuerpo de ¨¦lite, a Olaizola II e Irujo.
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