La juez avala el despido de un inmigrante que denunci¨® a la Iglesia por explotaci¨®n
Considera que los comentarios que el trabajador escribi¨® en Facebook justifican el despido La magistrada no entra a valorar la duraci¨®n de las jornadas de trabajo
A Fredy Ram¨ªrez, un emigrante salvadore?o que lleg¨® a Espa?a en 2008, lo despidieron por sus faltas de respeto a la Iglesia en Facebook y no como represalia tras denunciar excesos en sus condiciones laborales. Hasta el pasado mes de diciembre era el conserje de una casa sacerdotal de la Di¨®cesis de Ourense. Durante cuatro a?os y por un salario de 800 euros, trabaj¨® de sol a sol en esta residencia en la que viven medio centenar de personas. Comenzaba a las 7.45 de la ma?ana partiendo barras de pan y terminaba 14 horas despu¨¦s colocando tazones de desayuno. Harto de unas condiciones laborales que le obligaban incluso a pernoctar all¨ª, denunci¨® su situaci¨®n en las redes sociales y ante la inspecci¨®n de trabajo. Al cabo de un mes, la Iglesia lo despidi¨®.
Ahora, la titular del juzgado de lo social n¨²mero tres de Ourense ha sentenciado que Fredy falt¨® al respeto a la Iglesia. Adem¨¢s, le reprocha que no se arrepintiera y no ve explotaci¨®n laboral tras la denuncia. ¡°Se debe tener en cuenta que trabaja para la Iglesia Cat¨®lica y merece un cierto respeto¡±, asegura. Aunque los enmarca dentro de la libertad de expresi¨®n, la sentencia estima injuriosos dos comentarios publicados en su perfil de Facebook. Uno en el que el hombre aseguraba que ¡°los sacerdotes viven de las mujeres y se van de prostitutas¡± le parece especialmente ofensivo. Y la juez destaca la importancia del voto de castidad: ¡°Tiene ¨¢nimo injurioso atendiendo a la propia naturaleza de las personas que est¨¢n en la casa, que son sacerdotes con una especial circunstancia vital como es el voto de castidad¡±.
La sentencia no considera acreditado que los comentarios en su perfil privado ¡°fueron fruto de la rabia por su situaci¨®n laboral¡±, tal y como asegur¨® la abogada del inmigrante durante el juicio. De hecho, asevera que ¡°se ve afectada la imagen p¨²blica y honor siendo totalmente ofensivos¡±. Adem¨¢s destaca que ¡°no hay arrepentimiento del demandante¡±. Los comentarios en internet ¡°tienen la gravedad suficiente para ser causa de despido siendo dicha medida proporcionada¡±, sentencia. La Central Intersindical Galega (CIG) considera escandaloso el fallo porque ¡°se basa en el credo y no en fundamentos jur¨ªdicos¡±, as¨ª que ya anunciado que presentar¨¢ un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
La juez no hace referencia a las condiciones laborales denunciadas. Seg¨²n una orden de trabajo aportada como prueba, Fredy hac¨ªa de todo: limpiaba parte del edificio, atendida a los curas dependientes por las noches, colocaba los ¨²tiles para el desayuno, serv¨ªa comidas, hac¨ªa la compra, atend¨ªa la conserjer¨ªa y hasta repart¨ªa medicinas a los enfermos. ¡°La situaci¨®n m¨¢s humillante la viv¨ª cuando, tras pedir ir a dormir a mi casa porque mi contrato no pon¨ªa nada de pernoctar all¨ª, comenzaron a hacerme fregar los z¨®calos de la planta baja de rodillas¡±, asegura el hombre. ¡°No hay por d¨®nde coger la sentencia porque subordina el derecho de libre expresi¨®n al credo de la Iglesia Cat¨®lica¡±, insiste Etelvino Blanco, secretario de la CIG en Ourense.
El exconserje aport¨® otro escrito en el que, un mes antes del fulminante despido, le ped¨ªan que abandonase su puesto por ¡°ofensas¡± en las redes sociales, ya que ¡°un cristiano como Jesucristo nunca condena a nadie ni es violento ni con la palabra ni con la obra y prefiere que lo crucifiquen como a Jes¨²s¡±. La denuncia ante el juzgado tambi¨¦n destap¨® un acta levantada por una inspectora de trabajo con la que se inici¨® un procedimiento sancionador contra la Di¨®cesis de Ourense. Durante un registro no se entregaron ni el registro diario de la jornada laboral de Fredy ni la relaci¨®n de horas extraordinarias. La Iglesia ha contratado ahora a dos personas para realizar el mismo trabajo que ¨¦l hizo solo durante cuatro a?os.
Pero Fredy volver¨¢ a enfrentarse a la Iglesia dentro de dos semanas. La misma juez deber¨¢ decidir el d¨ªa 22 de abril sobre las horas extra que aseguraba haber trabajado, pero que la Di¨®cesis ourensana no reconoce. Dice no temer otra posible sentencia contraria porque tiene ¡°la raz¨®n y la verdad¡±. ¡°Cuando llegu¨¦ a Espa?a fui a C¨¢ritas pidiendo ayuda y al poco me ofrecieron este trabajo. Estuve agradecido¡±, explica. ¡°Soy cristiano pero no cat¨®lico y respeto todas las confesiones. Pero la situaci¨®n que viv¨ª, las malas condiciones laborales me llevaron a publicar en mi perfil esas denuncias generales contra la Iglesia Cat¨®lica¡±, dice. ¡°Fue un desahogo de la rabia que sent¨ªa porque se aprovecharon de m¨ª por ser inmigrante y no tener aqu¨ª nada m¨¢s¡±, insiste.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.