Y el sue?o verde ech¨® ra¨ªces...
El Parque de Mar¨ªa Luisa de Sevilla, un jard¨ªn en el que Forestier sintetiz¨® el paisajismo franc¨¦s y la tradici¨®n hispano-musulmana, cumple cien a?os
El sue?o lo tuvo el duque de Montpensier a mediados del siglo XIX, quien ide¨® un jard¨ªn rom¨¢ntico para su palacio de San Telmo; lo continu¨® su viuda, que en 1893 leg¨® a la ciudad de Sevilla esos terrenos en los que verdeaba una soberbia colecci¨®n de plantas ex¨®ticas, pero se hizo realidad gracias al genio del paisajista Jean-Claude Forestier. Y ese sue?o, que se llama Parque de Mar¨ªa Luisa en honor de la duquesa, lo disfruta desde hace un siglo la ciudad de Sevilla.
El jard¨ªn, inaugurado el 18 de abril de 1914, ocupa 41 hect¨¢reas y alterna los exquisitos dise?os paisaj¨ªsticos de Forestier, inspirados en la jardiner¨ªa hispano-musulmana, con las construcciones regionalistas destinadas a albergar la Exposici¨®n Iberoamericana de 1929, una cita prevista en principio para 1911, pospuesta a 1914 y que el estallido de la I Guerra Mundial retras¨® definitivamente al 29.
El parque, convertido hoy en el para¨ªso dom¨¦stico de los sevillanos, es una suma de elementos tan peculiares como las personas que lo han hecho posible. Aunque el primer parque urbano de Sevilla, y uno de los primeros de Europa, fue la Alameda de H¨¦rcules creada en 1578; la ciudad no goz¨® de un gran jard¨ªn p¨²blico hasta que se abri¨® el Parque de Mar¨ªa Luisa.
El espacio, con 41 hect¨¢reas, ha duplicado su extensi¨®n original
Los arquitectos e investigadores Antonio Tejedor y Mercedes Linares han estudiado la evoluci¨®n y el desarrollo del parque, cuyo germen fueron las 22 hect¨¢reas que la duquesa de Montpensier regal¨® a sus conciudadanos.
¡°Cuando Forestier presenta su proyecto al comit¨¦ de la Exposici¨®n Iberoamericana en 1911, antes hab¨ªa visitado los mejores jardines de Sevilla, C¨®rdoba y Granada e incorpora todos los recursos hispano-musulmanes a su bagaje de paisajista franc¨¦s. Fue a partir del conocimiento de la jardiner¨ªa andaluza cuando Forestier encontr¨® su identidad como jardinero¡±, comenta Tejedor, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla y especialista en jardines hist¨®ricos. ¡°Forestier superpone la trama geom¨¦trica a lo que ya exist¨ªa, no destruye nada. Aprovecha todo el trabajo del jardinero del duque, Andr¨¦ Lecolant, y del arquitecto Balbino Marr¨®n, autores de la traza anterior inspirada en la idea de rom¨¢ntica del jard¨ªn ingl¨¦s¡±, a?ade Tejedor.
¡°Se trata, en definitiva, de urbanizar la naturaleza. El jard¨ªn sevillano fue su primer gran proyecto en Espa?a y el que le abri¨® las puertas a Barcelona donde hizo el Parque Montju?c, entre otros muchos proyectos¡±, apunta Mercedes Linares, tambi¨¦n profesora de Arquitectura y autora de la tesis Balbino Marr¨®n y Ranero, arquitecto de los duques de Montpensier 1848-1867. Sevilla, territorio y paisaje, arquitectura y ciudad.
¡°El jard¨ªn de los Montpensier naci¨® de la suma de tres parcelas: la huerta de naranjos de la previa Universidad de Mareantes, la huerta del antiguo convento de San Diego ¡ªconvertido en f¨¢brica de curtidos de piel¡ª y la finca La Isabela, de la que en 1832 el Ayuntamiento de Sevilla deslinda 14 hect¨¢reas para convertirlas en un jard¨ªn de aclimataci¨®n, algo as¨ª como un gran vivero, y levanta un muro que lo separa del resto. En esa parte, que el duque alquila al Consistorio, construye un gran invernadero de 70 metros de largo y un alberc¨®n que despu¨¦s se convertir¨¢ en el estanque de los patos¡±, comenta Linares, quien el pasado 20 de marzo particip¨® en las jornadas organizadas por la Sociedad Francesa en Sevilla para celebrar el centenario del parque.
¡°En el Archivo Orleans-Borb¨®n, que est¨¢ en Sanl¨²car, hemos descubierto que Forestier conserv¨® esa divisi¨®n hist¨®rica y convirti¨® el muro en un paseo de acacias que va desde la Plaza de Espa?a hasta la rotonda del puente de Los Remedios [actualmente avenida Rodr¨ªguez de Casso]¡°, apunta Tejedor.
Montpensier fue el gran impulsor de la Semana Santa y la Feria de Abril
La intenci¨®n de Antonio Mar¨ªa de Orleans (Neuilly-sur-Seine, 1824¨CSanl¨²car, 1890) de convertir San Telmo en un palacio que pudiese rivalizar con los de la corte de Madrid marc¨® el car¨¢cter ex¨®tico y ed¨¦nico del parque. El infante franc¨¦s, cu?ado de Isabel II y eterno conspirador para hacerse con el trono, se instal¨® en Par¨ªs despu¨¦s de su boda con Mar¨ªa Luisa de Borb¨®n pero la insurrecci¨®n de 1848 acab¨® con el reinado de su padre, Luis Felipe I, y la familia decidi¨® instalarse en Espa?a. ¡°Antoine de Latour, preceptor y despu¨¦s secretario particular del duque, es un gran hispanista y admirador de los viajeros rom¨¢nticos, algo que influye en la elecci¨®n de Sevilla como residencia. Los ministros de Isabel II no quer¨ªan a Montpensier en la corte y le prohibieron instalarse en Madrid¡±, explica Vicente Lle¨®, catedr¨¢tico de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y autor de numerosas publicaciones entre ellas La Sevilla de los Montpensier (1997).
En opini¨®n de Lle¨®, fue un franc¨¦s, Antonio Mar¨ªa de Orleans, quien sent¨® las bases de las costumbres que actualmente definen lo sevillano. ¡°Fue uno de los grandes impulsores de la Feria de Abril, se hizo retratar a caballo vestido de majo y junto a su esposa por Manuel Barr¨®n; promovi¨® la salida de peregrinos desde Sevilla a la romer¨ªa de El Roc¨ªo; foment¨® la Semana Santa con donativos a las cofrad¨ªas...¡±
¡°Montpensier apoy¨® a escritores, como su amiga Fern¨¢n Caballero, y tambi¨¦n a pintores; en definitiva puso de moda a Sevilla. A lo que contribuy¨® que toda la realeza europea pasara por su palacio sevillano¡±, a?ade el catedr¨¢tico de Historia del Arte, quien asegura que sin el talento del duque y de su jardinero Lecolant, Forestier no habr¨ªa podido construir su jard¨ªn en tan solo tres a?os.
Parece que la historia le da la raz¨®n a Benito P¨¦rez Gald¨®s, quien siempre fue de la opini¨®n que a Espa?a le hubiese ido mejor si el Orleans se hubiese casado con Isabel II en lugar de con su hermana.
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