Aneri: ¡°Yo solo era el relaciones p¨²blicas¡±

Jos¨¦ Luis Aneri, empresario y due?o de Sinergia Empresarial, el ¨²nico encarcelado por la macroestafa de los cursos de formaci¨®n subvencionados con dinero p¨²blico, dice que no se acuerda pr¨¢cticamente de nada, echa la culpa de todo a su hermano Joaqu¨ªn y a su contable, Santiago P. A?ade que su ¨²nico cometido en la compa?¨ªa que gestion¨® los cursos era ¡°hacer de relaciones p¨²blicas¡±.

Ese es, en resumen, el contenido de la declaraci¨®n que prest¨® Aneri el pasado 5 de marzo ante la juez de Madrid que instruye el caso. De su testimonio, se deduce que la memoria le flaquea cuando se le pregunta por asuntos que le inculpan y, en cambio, se muestra n¨ªtida cuando le exculpan.

Ante la juez, Aneri insisti¨® en que ¨¦l solo era un relaciones p¨²blicas encargado de ¡°captar clientes¡± y que su trabajo en Sinergia siempre hab¨ªa estado al margen de las cuentas. Pero algunos correos internos de Sinergia, a los que ha tenido acceso este diario, y testimonios de extrabajadores indican lo contrario: que era ¨¦l quien daba las ¨®rdenes, quien organizaba los cursos y el que elaboraba el papeleo.

Aneri era el due?o de un entramado de sociedades (una veintena de empresas cuya matriz es Sinergia Empresarial) que dieron cursos on line a miles de alumnos inventados. Cuantos m¨¢s alumnos m¨¢s cuantiosa era la cantidad de la subvenci¨®n. La investigaci¨®n policial eleva lo sustra¨ªdo al erario p¨²blico por los falsos cursos, de momento, a unos 16 millones de euros, unos 11 millones de dinero estatal y otros cinco de la Comunidad de Madrid.

Sus clientes eran una treintena de asociaciones empresariales que recib¨ªan esas subvenciones para hacer cursos que finalmente encomendaban a las empresas de formaci¨®n de Aneri. El empresario admiti¨® ser el ¡°due?o y administrador¡± de Sinergia, pero dijo que no sab¨ªa qui¨¦nes eran los otros socios. ¡°Solo s¨¦ que est¨¢ mi hermano, pero del resto no s¨¦ nada¡±, declar¨®.

A trav¨¦s de Sinergia como empresa matriz (y de otras sociedades tejidas supuestamente para blanquear el dinero p¨²blico), se canalizaban los cursos de formaci¨®n con alumnos fantasma. El dinero llegaba por adelantado de la Administraci¨®n a las asociaciones, que muchas veces pon¨ªan a Aneri como persona de contacto.

El empresario admiti¨® que cuando se cre¨® Sinergia, en 2007, ¨¦l era el encargado de todo y habl¨® tambi¨¦n de sus socios, Alfonso Tezanos y V¨ªctor Porta, actualmente en libertad con cargos. ¡°Yo mismo llevaba a cabo todas las funciones¡±, dijo Aneri refiri¨¦ndose a esos a?os. ¡°Los socios eran Tezanos, a trav¨¦s de su hija, ?ngela Tezanos, y tambi¨¦n V¨ªctor Porta Chac¨®n, que creo que participaba con un 25%, aunque no recuerdo si participaba a trav¨¦s de su esposa¡±, declar¨®.

Tezanos y Porta fueron las dos personas que introdujeron a Aneri en el mundo empresarial madrile?o en 2007. Ambos ocupaban cargos en la C¨¢mara de Comercio y en la patronal CEIM antes de que estallara el caso.

A preguntas de la juez, Aneri precis¨® que ¨¦l prestaba ¡°servicios de asesoramiento a asociaciones de empresas respecto a calidad y formaci¨®n. Y que, en aquel momento, pesaban, m¨¢s que la formaci¨®n, los [cursos de prevenci¨®n de] riesgos laborales¡±. Sinergia hac¨ªa los cursos con las asociaciones pero ¡°sin suscribir ning¨²n contrato con ellas, salvo que alguna lo pidiera expresamente¡±, dijo. Es el caso de la Confederaci¨®n del Taxi, que firm¨® un convenio con Aneri en 2012 que inclu¨ªa una cl¨¢usula con una gratificaci¨®n del 20% de la facturaci¨®n, lo que distintas fuentes de la investigaci¨®n consideran una mordida en toda regla.

Seg¨²n Aneri, el objeto siempre era impartir acciones formativas concretas para trabajadores. Las asociaciones solicitaban subvenciones a la Comunidad y, si se las conced¨ªan, llamaban a Sinergia dando los detalles e instrucciones. ¡°Y yo me encargaba de que se hicieran los cursos con mi empresa¡±, admiti¨® Aneri en el juzgado. Seg¨²n documentaci¨®n a la que ha tenido acceso este peri¨®dico, Aneri daba instrucciones a sus trabajadores para dise?ar los cursos con manuales plagiados y obtenidos de Google.

El empresario cordob¨¦s se?al¨® ante la jueza que los cursos ¡°los planificaba V¨ªctor Porta¡±. ¡°En 2011 yo no me encargaba de esos detalles. Era Joaqu¨ªn [su hermano] y antes Felipe Granados Mart¨ªnez, que se apoyaba en su pareja [Ionela Oraca, que trabajaba en Sinergia y figura como profesora en algunos cursos]. Granados ten¨ªa mi confianza plena¡±. Felipe Granados, tambi¨¦n imputado, es cu?ado de Alfonso Tezanos y exempleado de Sinergia.

Los investigadores policiales han comprobado que los alumnos, algo m¨¢s de 10.000, eran inventados, as¨ª como la mayor¨ªa del profesorado. ?Qui¨¦n y c¨®mo se seleccionaban los alumnos?, le pregunt¨® la juez. Aneri contest¨® que eran las asociaciones las que lo organizaban y que ¨¦l solo hac¨ªa ¡°tareas operativas¡±.

Aneri declar¨® que su empresa justificaba que los cursos se hac¨ªan: ¡°Hab¨ªa que comunicar antes de siete d¨ªas los alumnos, el temario y aportar una clave para poder operar en Internet. Estas gestiones las hac¨ªa Joaqu¨ªn Aneri Molina y para ello cobraba un gran salario¡±. ?l asegura que nunca tuvo sueldo, aunque admite: ¡°Yo participaba en los beneficios, pero no puedo precisar la cifra¡± de ganancias.

Aneri insisti¨® varias veces en que es su hermano el que tiene toda la documentaci¨®n de la empresa, que vive en C¨®rdoba, y que se la ha pedido. ¡°Pero no he obtenido repuesta¡±, subray¨®.

El descontrol y ausencia de justificaci¨®n de los fondos p¨²blicos obtenidos por las empresas de Aneri para los cursos ha llevado a Hacienda a levantar actas por fraude; y a la Comunidad de Madrid y el Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SEPE) a pedir justificaciones de que esos cursos fueron impartidos y que los alumnos eran reales. De ninguno de estos organismos recuerda Aneri haber recibido ¡°comunicaci¨®n alguna¡±.

¡°Cuando llegaba algo de estos organismos, autom¨¢ticamente se daba [la documentaci¨®n] a las personas encargadas¡±. En su intento de difuminar su huella de las operaciones de Sinergia, Aneri se?al¨® que no ¡°recuerda¡± haber ¡°suscrito ning¨²n contrato como administrador ¨²nico¡± de esas empresas, ¡°salvo uno con la asociaci¨®n Nacional de Empresas de Internet, y otro con Transobras [una de las asociaciones que recibi¨® subvenciones]¡±.

¡°Los precios lo acordaban los clientes [las sociedades que encargaban los cursos]. La subvenci¨®n para Sinergia era irrelevante: el precio era impuesto por la asociaci¨®n y mi empresa aceptaba el precio y daba el servicio. Y se facturaba por alquiler de plataforma tecnol¨®gica, de contenido digital, alojado en esa plataforma...¡±. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, de cada 100 euros, Aneri y sus socios se quedaban con unos 70 tras pagar mordidas y sobres en negro y gastos de infraestructura.

Aneri se?ala que los cursos con los alumnos ¡°se han realizado¡± y que ello se puede comprobar con el resto de las plataformas, a no ser que se hubieran borrado los datos por un inform¨¢tico por encargo de Joaqu¨ªn Aneri¡±. La polic¨ªa, que ha hecho un muestreo con entrevistas personales entre los supuestos alumnos, ha revelado que pr¨¢cticamente todos los alumnos eran falsos o se les hab¨ªan asignado muchos m¨¢s cursos de los que realmente hicieron.

En su estrategia por tratar de quitarse responsabilidad en la empresa de la que era due?o, Jos¨¦ Luis Aneri reconoci¨® haber convocado asambleas para aprobar las cuentas, pero que quien ¡°sab¨ªa de todo ese asunto era Santiago P.¡±. ¡°Es en quien confiaba yo y quien me indicaba d¨®nde deb¨ªa firmar. He firmado muchas cosas, pero no era consciente de todo, confiaba en las personas que lo elaboraban¡±. A?adi¨® que ignoraba los beneficios de Sinergia y dijo que la empresa matriz no tuvo ning¨²n auditor de cuentas. ¡°Y si Hacienda no me embargaba nada, era que todo iba bien¡±.

A preguntas del fiscal, indic¨® que s¨ª recibi¨® beneficios de las empresas, pero ¡°el especialista era Santiago y yo firmaba sin conocimiento¡±. Y que de la operativa general de las empresas se encargaba su hermano Joaqu¨ªn desde C¨®rdoba: que ven¨ªa a Madrid una vez a la semana para, hablar con la personas de confianza en Madrid (Felipe Granados), ultimar asuntos y dar las especificaciones oportunas, ya que era ¨¦l ¡°el ¨²nico que dirig¨ªa a todos los empleados¡±.

Sinergia lleg¨® a tener 20 trabajadores. Algunos de ellos han se?alado las irregularidades. ¡°No s¨¦ c¨®mo dicen que no se han dado los cursos, y me gustar¨ªa que me dijeran qui¨¦nes son esos miles de alumnos que dicen que no han recibido los cursos¡±. En los expedientes que el Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SEPE) envi¨® a la polic¨ªa, aparec¨ªan decenas de alumnos de listados procedentes de asociaciones de vendedores ambulantes. Este peri¨®dico contact¨® con el presidente de estos colectivos, Lisardo Hern¨¢ndez Barrul, que asegur¨® que hab¨ªa facilitado esos listados a Aneri y neg¨® que se hubieran dado esos cursos.

Aneri a?ade en su defensa que no era Sinergia la encargada de efectuar las gestiones ante la Comunidad de Madrid para obtener subvenciones. Y lo justifica en que desde hace m¨¢s de tres a?os hay que tener un certificado digital para firmar esa solicitud y entregar todo el papeleo digitalmente. Es la C¨¢mara de Comercio quien conced¨ªa esas firmas. Para ello es necesario que un representante de las organizaciones empresariales lo rubrique. Algunas de las organizaciones han se?alado que Aneri hab¨ªa falsificado sus firmas y aseguran que ¨¦l pose¨ªa los certificados digitales para encargarse de la gesti¨®n de las subvenciones.

A preguntas de su abogado defensor, Aneri se?al¨®, a modo de resumen: ¡°Ni mi empresa ni yo hemos recibido ninguna cantidad de subvenciones p¨²blicas ni he sido requerido para que devuelva dinero alguno de subvenciones p¨²blicas de las Administraciones. No tengo poder de ninguna asociaci¨®n para recibir subvenciones, ni he tramitado en nombre de terceros solicitudes de subvenciones, ni tampoco las he recibido en su nombre. Tampoco mi empresa, Sinergia, ha firmado ning¨²n contrato donde se comprometa a gestionar o tramitar subvenciones. El ¨²nico contrato que he podido firmar era para impartir cursos, la mayor¨ªa de forma verbal. Las indicaciones y el precio de los cursos los pon¨ªa el cliente. Tampoco he recibido ning¨²n requerimiento judicial o extrajudicial por incumplimiento de contrato de servicios de ninguna de las asociaciones ni de ninguna administraci¨®n. La plataforma de cursos on line la dirig¨ªa David de T., el inform¨¢tico, y mi hermano desde C¨®rdoba. La parte contable se llevaba desde C¨®rdoba, bajo la supervisi¨®n directa de Santiago P. y Leornardo R. Unas asociaciones se implicaban m¨¢s en los cursos y otras menos, pero nadie me comunic¨® ninguna irregularidad al respecto¡±.

Con informaci¨®n de Pilar ?lvarez y ?lvaro de C¨®zar