Toda una vida con la OBC
Tres m¨²sicos de 100, 98 y 91 a?os recuerdan el primer concierto con la orquesta, en 1944
La m¨²sica de Mahler suena con plenitud en el Auditori de Barcelona. Mentras Pablo Gonz¨¢lez y la OBC ensayan un pasaje de la Octava sinfon¨ªa del compositor bohemio, en las filas de platea se sientan tres espectadores de excepci¨®n: el contrabajista Josep Poch, de 100 a?os, el violinista Adri¨¤ Sard¨®, de 98, y la arpista Maria Llu?sa S¨¢nchez, de 91. Vibran con Mahler, pero tambi¨¦n con los recuerdos de una vida profesional ligada a la historia de la OBC desde su nacimiento, hace 70 a?os: el 31 de marzo de 1944. Fue bajo la direcci¨®n del gran violinista, director y compositor Eduard Toldr¨¤, tocaron en el Palau en el primer concierto de la Orquesta Municipal de Barcelona, viviendo el nacimiento de lo que hoy es la OBC.
Los tres pioneros del conjunto barcelon¨¦s se emocionaron durante el ensayo al recibir los aplausos de los m¨²sicos que la OBC, como invitados de honor en la celebraci¨®n del 70 aniversario de la orquesta, que este fin de semana ha celebrado la efem¨¦ride con tres audiciones ¨Cviernes, el s¨¢bado y domingo,- de la monumental Sinfon¨ªa n¨²m. 8, De los mil, en la que intervienen m¨¢s de 400 instrumentistas y cantantes.
A sus 100 a?os, Josep Poch recuerda perfectamente las vicisitudes que rodearon en 1943 el reclutamiento de los m¨²sicos que iban a formar parte de la plantilla fundacional de la Orquesta Municipal de Barcelona, creada en plena posguerra. ¡°En esos a?os exist¨ªan varias orquestas en la ciudad, pero en todas tocaban casi siempre los mismos, escogidos a dedo. Con la convocatoria de Toldr¨¤ conseguimos algo tan importante como entrar por oposici¨®n y cobrar un sueldo fijo, poco, pero cada mes, explica el centenario int¨¦rprete, que fue primer contrabajista en la orquesta. El sueldo era de 5.500 pesetas al a?o y, para la mayor¨ªa, significaba una fuente fija de ingresos, pero tan escasa que les obligaba al pluriempleo.
¡°En esos a?os exist¨ªan varias orquestas en la ciudad, pero en todas tocaban casi siempre los mismos, escogidos a dedo"
El violinista Adri¨¤ Sard¨® r¨ªe con ganas al evocar aquellos tiempos en los que muchos m¨²sicos de la formaci¨®n, que en 1967 pas¨® a llamarse Orquesta Ciudad de Barcelona (OCB), tambi¨¦n tocaban en la orquesta del Liceo. ¡°A veces, si el concierto en el Palau acababa un poco m¨¢s tarde de lo habitual, no daba tiempo a llegar al comienzo de la ¨®pera, as¨ª que no era nada raro ver c¨®mo, ya empezada la ¨®pera, el foso del Liceo se iba llenando a medida que llegaban m¨¢s m¨²sicos¡±, dice entre risas. Adem¨¢s del doblete, algunos prolongaban la jornada laboral tocando en salas de fiesta y cabarets de la ciudad.
Hablan de Eduard Toldr¨¤ con absoluta devoci¨®n. ¡°Tocar bajo su direcci¨®n es lo mejor que me ha pasado en mi vida musical¡±, afirma Maria Llu?sa S¨¢nchez. ¡°No solo era un gran m¨²sico, tambi¨¦n era una gran persona, afectuoso y sensible. Hacer m¨²sica con ¨¦l era maravilloso¡±, recuerda con gratitud. ¡°Era un m¨²sico extraordinario, sab¨ªa transmitir sus ideas a la orquesta con exquisita naturalidad y conoc¨ªa a fondo el repertorio. Nos ense?¨® lo que era la m¨²sica. Nadie despu¨¦s de Toldr¨¤ ha alcanzado tal nivel de calidad¡±, a?ade Sard¨®, que siempre estuvo a la cabeza en la representaci¨®n de los m¨²sicos en los primeros conflictos laborales.
Poch se?ala que el primer gran logro de Toldr¨¤ fue consolidar una secci¨®n de cuerdas de primer nivel. ¡°En la primera plantilla entraron los metales de la Banda Municipal de Barcelona, que eran muy buenos, pero la cuerda parti¨® de cero y, desde el primer concierto, el p¨²blico y la cr¨ªtica aplaudieron su calidad¡±, dice con orgullo. Y eso que los programas eran entonces mucho m¨¢s largos. ¡°Ten¨ªan tres partes, con dos descansos, y en la parte central lo habitual era programar una obra con solista¡±, explica.
¡°En la primera plantilla entraron los metales de la Banda Municipal de Barcelona, que eran muy buenos, pero la cuerda parti¨® de cero y, desde el primer concierto, el p¨²blico y la cr¨ªtica aplaudieron su calidad¡±
En el concierto inaugural tocaron el preludio de Los maestros cantores de Nurenberg, de Wagner, el Concerto grosso n? 6 de H?ndel, la Sinfon¨ªa n¨²m 6, Pastoral, de Beethoven, el Preludio a la siesta de un fauno, de Debussy, dos danzas de El sombrero de tres picos, de Falla, y Las travesuras de Till Eulenspiegel, de Strauss. ¡°Al acabar, el p¨²blico nos aplaudi¨® con entusiasmo y sent¨ª una emoci¨®n que nunca podr¨¦ olvidar¡±, asegura Maria Llu?sa S¨¢nchez. ¡°Era un programa muy del gusto de Toldr¨¢, al que le encantaba Strauss y la m¨²sica francesa y espa?ola. Y hac¨ªa un Brahms como no he vuelto a escuchar en mi vida¡±.
Los tres se fueron jubilando a lo largo de la d¨¦cada de los ochenta, cuando el titular era Antoni Ros Marb¨¤ y la formaci¨®n se llamaba Orquestra Ciutat de Barcelona (OCB). ¡°No nos gust¨® nada el cambio de nombre, pero nadie nos pidi¨® nuestra opini¨®n¡±, explica la nonagenaria arpista, quien, al igual que sus compa?eros, evita criticar a los titulares que accedieron a la titularidad del conjunto tras la muerte de Toldr¨¤, fallecido en 1962.
Eso s¨ª, los tres coinciden en el mismo diagn¨®stico. ¡°Ninguno ha sido tan extraordinario como Toldr¨¤, por su experiencia y prestigio¡±. Y si ya no les gust¨® el primer cambio de nombre, declinan hacer cualquier comentario sobre el largo y poco pr¨¢ctico nombre de Orquestra Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), en uso desde 1994.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.