Sale el sol en Riazor
No falta jam¨¢s el esfuerzo colectivo y el compromiso defensivo, anclado en la superlativa labor de Lopo e Insua
En la jornada 34 de hace dos campa?as el Deportivo festej¨® una matinal victoriosa que le dej¨® l¨ªder nueve puntos por encima del ascenso tras aquel gol de Borja en tiempo de descuento ante el Celta. Ahora, a id¨¦ntica altura del trayecto, el equipo de Riazor se distancia en cabeza seis puntos sobre el tercero y a nueve del cuarto, su rival de ayer, el Recreativo al que super¨® por 2-0 con goles de Juan Carlos e Ifr¨¢n. Quince puntos, siete victorias y 22 goles marcados menos que aquella campa?a con Oltra sirven ahora casi para sostener id¨¦ntica posici¨®n de privilegio. Como adem¨¢s en el f¨²tbol las sensaciones se renuevan cada semana las que contemplan ahora al equipo se ti?en de optimismo: si el ascenso se aguarda entre los 70 y los 72 puntos la meta est¨¢ tan cercana como a tres victorias y un empate en ocho partidos, si uno de los rivales directos para el ascenso fue el que pas¨® este domingo por el estadio coru?¨¦s cabr¨ªa sin rubor parafrasear a Joan Laporta y concluir que ¡°al loro, no estamos tan mal¡±. O al menos en otras latitudes est¨¢n mucho peor.
Primaveral por una vez en su f¨²tbol, combinativo, grato de contemplar, el Deportivo avanza hacia la Primera Divisi¨®n tras su actuaci¨®n m¨¢s convincente en Riazor. No ten¨ªa muy alto el list¨®n, pero lo elev¨® de golpe en uno de los partidos que se supon¨ªa de mayor exigencia. No es novedad que el equipo ofrezca su mejor versi¨®n justo ante los rivales de mayor tron¨ªo, por m¨¢s que el Recreativo mostrara una faz paup¨¦rrima. Siempre cabe la duda de si una lamentable actuaci¨®n como la de los onubenses en el partido de ayer tiene que ver con dem¨¦ritos propios o fortalezas ajenas. Incapaz de desahogarse ante la presi¨®n alta planteada por el Deportivo, sin f¨²tbol, con una idea n¨ªtida, pero lastrada por una incre¨ªble cantidad de pases fallados y errores en gestos t¨¦cnicos incluso en situaciones no apuradas, el Recreativo desterr¨® desde que el bal¨®n ech¨® a rodar cualquier temor fundado en la escasa solvencia del equipo de Fernando V¨¢zquez en su feudo. Gan¨® bien el Deportivo y la mejor noticia es que adem¨¢s se gust¨® porque disfrut¨® en el campo, porque agrup¨® a futbolistas que sintonizaron con la pelota en una idea que el t¨¦cnico asegura que en alg¨²n momento pretendi¨® buscar y que de manera inopinada apareci¨® justo ayer cuando ya casi se renunciaba a ponerla en marcha.
Resta alguna lectura que puede resultar ¨²til para el futuro m¨¢s inmediato. Una tiene que ver con que los buenos futbolistas, por capacidad o por oficio, juegan all¨¢ donde les pongan. Lo demostr¨® Manuel Pablo como central en Valdedebas y lo hizo ayer Juan Dom¨ªnguez trabajando en solitario por delante de la zaga como si fuese un Pirlo aut¨®ctono. Lo hace el efervescente Sissoko, evolucione por dentro o en un flanco, un talento que invita a so?ar con lo que hubiera sido un Deportivo en el que se hubiese juntado, como estaba planeado, con Salomao. No falta jam¨¢s el esfuerzo colectivo y el compromiso defensivo, anclado en la superlativa labor de Lopo e Insua. V¨¢zquez agrup¨® presi¨®n y talento sobre el c¨¦sped, incomod¨® la salida de bal¨®n del rival y allan¨® la propia. Acert¨® adem¨¢s en tiempo y forma con los cambios, premiados con un gol, el de la sentencia, fabricado y transformado por N¨²?ez e Ifr¨¢n, los dos jugadores a los que acababa de dar vuelo justo cuando el equipo flaqueaba en el esfuerzo de mantener al oponente lejos de la meta de Lux. Nadie llam¨® a enrocarse en la zaga de cinco. Hay d¨ªas en los que el sol parece brillar m¨¢s que otros y as¨ª pareci¨® la ma?ana dominical en Riazor, pero visto lo visto parece prudente no guardar ni la ropa de invierno ni el paraguas. Aquel ascenso de hace dos a?os se acab¨® sustanciando tras varias agon¨ªas. Por eso lo prudente es no olvidar que jam¨¢s hubo primavera en A Coru?a que en el mes de abril encadenase verano.
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