La fiscal aumenta de 27 a 31 a?os su petici¨®n contra el jefe de la Carioca

No fue un episodio de detenci¨®n ilegal, sino dos. Seg¨²n la fiscal, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, cabecilla de la mafia Carioca que desmont¨® la juez Pilar de Lara, el proxeneta no solo mantuvo retenida a la que era su esposa, en contra de su voluntad y durante varios d¨ªas, en una ¨²nica ocasi¨®n, sino en un par de ellas, de ah¨ª que esta ma?ana, al filo del final del juicio por malos tratos a su c¨®nyuge, que se ha prolongado desde el lunes, la representante del ministerio p¨²blico ha aumentado significativamente su petici¨®n de pena: de 27 a 31 a?os. Por este segundo caso de detenci¨®n ilegal de su esposa de origen colombiano que no hab¨ªa computado, la fiscal reclama cuatro a?os m¨¢s entre rejas.

Durante estos d¨ªas, por la secci¨®n segunda de la Audiencia de Lugo han desfilado medio centenar de testigos, la gran mayor¨ªa solicitados por el propio acusado, y escogidos entre la propia clientela y las extrabajadoras de los clubes de alterne que regentaba Ad¨¢n antes de ingresar en prisi¨®n provisional en 2009 en el marco de la Operaci¨®n Carioca. Tambi¨¦n estaban llamados a testificar para negar los malos tratos que denunci¨® su exc¨®nyuge varios proxenetas y un pu?ado de agentes, entre miembros la Guardia Civil y la Polic¨ªa Local, tambi¨¦n imputados en el macrosumario que instruy¨® la juez Pilar de Lara. Aunque la Audiencia acept¨® en un principio que declarasen en calidad de testigos presentados por la defensa de Ad¨¢n todas estas personas, hoy por la ma?ana decidi¨® anular estos testimonios. Entre otras, la esperada declaraci¨®n del cabo Armando Lorenzo, otro de los grandes imputados del conocido caso de tr¨¢fico de mujeres en Lugo, pendiente de juicio, no ha llegado a tener lugar, a pesar de que el ex guardia civil viaj¨® desde Asturias (en libertad provisional, tiene prohibido residir en Galicia) para testificar a favor de su amigo el proxeneta.

Durante el juicio, que ha durado cuatro d¨ªas, y a la espera de las conclusiones, se han podido escuchar diferentes relatos. Los de aquellos que dicen que nunca vieron nada y los de otros que recuerdan c¨®mo la mujer aparec¨ªa muchas veces con moratones y golpes. Ad¨¢n fue descrito como un ser dominante, dispuesto a sacar el arma a la primera de cambio. El temor, sino el p¨¢nico, hac¨ªa supuestamente mella en las mujeres que trabajaban a sus ¨®rdenes, pero tambi¨¦n en diversos clientes de los prost¨ªbulos. Nada diferente de lo que se describe en el sumario de la Operaci¨®n Carioca, donde Ad¨¢n aparece dibujado como un ser extremadamente violento y duro. La ex esposa de Ad¨¢n, que empez¨® en el caso de los burdeles como imputada y acab¨® como testigo tras describir a la juez el horror del que era v¨ªctima en el club Queen's, donde lleg¨® a trabajar de encargada, se confirm¨® en todos los aspectos de su denuncia. Sumida en el llanto, varias veces durante su declaraci¨®n, describi¨® las diversas agresiones sexuales que recibi¨® de su marido, los d¨ªas que pas¨® encerrada sin poder comer, la violencia, los insultos y el maltrato que recibi¨® despu¨¦s del sexto mes de quedarse embarazada de la hija de ambos y hasta el final del matrimonio.