La dial¨¦ctica del chantaje
?Por qu¨¦ las exigencias de Eurovegas, BCN World o Ryanair ni siquiera causan sorpresa?
La aerol¨ªnea irlandesa de bajo coste Ryanair es una experta en lanzar ultimatums a la administraci¨®n, de los que casi siempre obtiene alg¨²n beneficio. Su estrategia es bien conocida: primero ofrece instalarse en un aeropuerto o abrir nuevas conexiones a cambio de bonificaciones, que han de ser sustanciosas, y una vez instalada amenaza con irse si no se le aumentan las ayudas. Lo hizo ya en 2011 y le sali¨® muy bien. Tras poner contra las cuerdas al gobierno de la Generalitat amenazando con dejar sin actividad los aeropuertos de Girona y Reus, acab¨® consiguiendo un nuevo acuerdo por el que recibir¨ªa 5,8 millones de euros m¨¢s en 2012 y otros tantos en 2013 a cambio de mantener la actividad, pero las previsiones del acuerdo no se han cumplido pues en lugar de ampliar vuelos los ha reducido.
Ahora ha vuelto a la carga con un nuevo ¨®rdago: si la Generalitat aplica la nueva tasa medioambiental sobre el despegue de vuelos comerciales, rebajar¨¢ a¨²n m¨¢s la actividad en esos aeropuertos. Y hasta ha cuantificado el alcance de su amenaza: solo con reducir un 20% las frecuencias semanales en el aeropuerto de Girona, Catalu?a dejar¨¢ de recibir 80.000 visitantes y el sector tur¨ªstico dejar¨¢ de ingresar 71 millones de euros.
?Por qu¨¦ ser¨¢ que ni la impudicia del gesto ni la osad¨ªa del envite causan ya ni sorpresa ni indignaci¨®n? Sabemos que los poderes econ¨®micos hacen lobby y presionan siempre que pueden en los despachos del poder. Pero ¨²ltimamente algunos de ellos ni siquiera se molestan en disimular. Plantean el chantaje a cara descubierta, como si fuera la m¨¢s normal de las formas de relacionarse con el poder pol¨ªtico, como hemos visto en las negociaciones sobre los proyectos de Eurovegas y BCN World.
Estos son los ejemplos m¨¢s recientes y descarados pero la din¨¢mica que nos ha conducido hasta ellos se inici¨® hace tiempo, cuando muchos ayuntamientos comenzaron a competir en los a?os ochenta por la localizaci¨®n de empresas concediendo facilidades, reformas urban¨ªsticas y bonificaciones fiscales a demanda. Tambi¨¦n las autonom¨ªas entraron en la l¨®gica de la competitividad basada en la renuncia con rebajas de impuestos y grav¨¢menes. Luego, en los noventa, tuvieron que ofrecer ayudas para que esas y otras empresas no se marcharan, a pesar de lo cual la oleada de deslocalizaciones produjo un ¨¦xodo interminable. Ninguna ayuda era suficiente para competir con mercados laborales m¨¢s explotables. Nos consolamos entonces diciendo que siempre nos quedar¨ªa la apuesta por el ¡°valor a?adido¡±, el del conocimiento y la innovaci¨®n, pero ahora vemos c¨®mo detr¨¢s de las empresas se est¨¢n yendo los ingenieros, f¨ªsicos, arquitectos e inform¨¢ticos que tanto nos ha costado formar. Y ya no competimos por atraer actividad de gran valor a?adido, sino turismo de casinos.
La din¨¢mica de subasta a la baja en la que estamos instalados nos est¨¢ brindando humillantes ejemplos de sumisi¨®n del poder pol¨ªtico a cambio de promesas m¨¢s o menos vagas de crear empleo. Hemos visto a los m¨¢ximos responsables pol¨ªticos de Catalu?a y Madrid peregrinar con su cartera de ofertas a los rutilantes feudos del magnate del juego Sheldon Adelson en Las Vegas. Despu¨¦s de otorgarle ventajosas concesiones en materia urban¨ªstica y laboral y de reducir a m¨ªnimos irrisorios la fiscalidad, ni Madrid, ni Barcelona. Al final ha resultado que al magnate no le interesaba Espa?a.
Ahora es el Gobierno de Artur Mas el que se muestra dispuesto a ceder ante BCN Word, la versi¨®n ¡°nostrada¡± de Eurovegas, con la complicidad vergonzante de un PSC err¨¢tico que pagar¨¢ muy caro este nuevo error. No se puede criticar al Gobierno porque recorta en Sanidad o Educaci¨®n y luego servirle la coartada para que deje de ingresar un dinero que tanto necesitan los servicios p¨²blicos catalanes. A nadie se le oculta que los puestos de trabajo son solo la coartada de unas operaciones que tienen mucho de especulativo. Por supuesto que queremos crear empleo. Pero como se ha visto con Adelson, por m¨¢s facilidades que se d¨¦ a los inversores, si no les interesa no vienen. Y si vienen es porque les interesa. No alcanzo a comprender por qu¨¦ los cuatro casinos que hay en Catalu?a han sido hasta ahora perfectamente rentables tributando por los beneficios del juego al 55% y los seis previstos en Tarragona necesitan que se les rebaje al 10%, y menos teniendo en cuenta la enorme cantidad de turistas y jugadores que aseguran que van a atraer. Con la operaci¨®n urban¨ªstica asegurada, ?qu¨¦ necesidad ten¨ªan de regalarles la rebaja fiscal? Naturalmente las concesiones a BCN World se extender¨¢n a todos los casinos y ahora son las tragaperras y los bingos los que exigen rebajas fiscales. ?Qui¨¦n ser¨¢ el siguiente que se atreva con el Gobierno?
Las leyes, las normativas, no est¨¢n ah¨ª porque s¨ª. Todos perdemos algo cada vez que el poder pol¨ªtico cede a este tipo de presiones. El problema es que cuanto m¨¢s cede y m¨¢s veces lo hace, m¨¢s se debilita el Gobierno y m¨¢s fuertes se sienten quienes tienen algo que ganar con la din¨¢mica del chantaje.
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