Las seis visitas de Berenice

Pasen y acom¨®dense en el cuarto de estar de Sim¨®, protagonista de S¨¦ de un lugar: ¡°Soy snob y racista. Mi madre me educ¨® en el p¨¢nico a los extranjeros. Lo m¨¢s ex¨®tico que hab¨ªa en su casa era Tint¨ªn en el Congo¡±. Descalzo, en di¨¢logo franco con el p¨²blico, Sim¨®, guionista catal¨¢n, nos revela que de ni?o a su padre, natural de Andaluc¨ªa, lo ve¨ªa como a un forastero. Siempre se sinti¨® inc¨®modo con ¨¦l. Hasta que durante un viaje en tren a C¨¢diz, en su departamento entraron dos gitanillos de poco fiar y, en medio del miedo que se apoder¨® de Sim¨®, su progenitor tuvo un gesto desenvuelto que sirvi¨® para que los chavales empezaran a tratarles como a colegas y para que ¨¦l mirara a pap¨¢ con otros ojos en adelante.

Con el relato de ese momento m¨¢gico en el que el ni?o descubre la val¨ªa de un padre que hasta entonces en nada le hab¨ªa servido de modelo, Iv¨¢n Morales prende nuestra atenci¨®n por la solapa y enfoca el tema de esta comedia sobre las afinidades electivas, el valor de la perseverancia y la b¨²squeda de una prueba emp¨ªrica de que existe alg¨²n v¨ªnculo definitivo entre la persona que ama y su amada. Harto de escribir pel¨ªculas alimenticias, extraviado an¨ªmicamente, Sim¨® se a¨ªsla del mundo (cual su tocayo el Estilita o el Miguel Canales del vallenato de Rafael Escalona) y, cuando lleva ya semanas sin pisar la calle, recibe la visita sorpresa de Berenice, su exnovia, reci¨¦n llegada de buscarse a s¨ª misma por el Nepal. Pero su presencia, en vez de tirar de Sim¨®, lo torna m¨¢s anacoreta. Cada vez que vuelve a verlo, lo encuentra peor.

El tema y la estructura de la comedia est¨¢n inspirados en los de El tr¨ªo en mi bemol, pel¨ªcula de Eric Rohmer, y el v¨ªa crucis al que Sim¨® se somete evoca los castigos que para hacerse insensibles se inflig¨ªan los gemelos protagonistas de El gran cuaderno, de Agota Kristof, pero cuanto sucede est¨¢ perfilado con el trazo optimista de un c¨®mic de l¨ªnea clara y presidido por un humor jovial. Aunque alg¨²n mon¨®logo se extienda y avance en ciertos momentos por terreno trillado, el espect¨¢culo recupera el rumbo siempre, hasta desembocar en una epifan¨ªa con la que la fortuna premia la constancia de Berenice (del macedonio Ber¨¦nike: Ver¨®nica, la que trae la victoria). Xavi S¨¤ez y Anna Alarc¨®n insuflan respiraci¨®n y verdad genuinas a esa pareja que dej¨® de serlo por impago de deuda afectiva, y est¨¢n a sus anchas en el trato de t¨² a t¨² con el p¨²blico, al que se lanzan hasta el punto de que un espectador hace cada d¨ªa el papel de Shahrukh (nombre indio que suena como el catal¨¢n xaruc: carcamal), el vecino que le hace a Sim¨® la compra y al que llama amigo mientras mantiene con ¨¦l una relaci¨®n vertical. Tan sencilla como inspirada, la luz de Marc Lleix¨¤.