Velocidad y tocino
Algunas variables a utilizar como gu¨ªa para evaluar la realidad en esta coyuntura tan aerodin¨¢mica
Cuando la sensaci¨®n de celeridad lo copa todo, siempre es pr¨¢ctico buscar un par de puntos fijos de referencia. Eso, que tan ¨²til resulta en el trance de practicar sexo, puede serlo tambi¨¦n para contemplar todo lo contrario. Es decir, la realidad. Lo que aqu¨ª sigue es una serie de variables fijas que viajan conmigo para evaluar la realidad desde que los pol¨ªticos locales, tan dados al inmovilismo, les ha dado por la aerodin¨¢mica. Espero que les sean tan ¨²tiles como a m¨ª para discernir verosimilitud y propaganda.
Variable 1. Lo que hay. En Diciembre de 2013 los bancos alemanes hab¨ªan cobrado una parte llamativa de la deuda privada del Sur existente en 2007. En el caso de Espa?a, seg¨²n Consolidated Banking Statistics, se ha pagado m¨¢s del 50%. Se podr¨ªa pensar que ya no son necesarias las medidas de choque/guerra que se establecieron en Espa?a para acabar con la crisis. Pero nunca lo fueron. Fueron una opci¨®n pol¨ªtica, no relacionada necesariamente con la soluci¨®n de la crisis, sino con un cambio radical al que, parece ser, ya nos hemos aclimatado.
Ejemplo: Alcampo, en sus ¨²ltimos balances (2012), ganaba un 154% m¨¢s pese a una ca¨ªda inaudita de sus ventas. Su beneficio no est¨¢ ya en el consumo, sino en los sueldos. El beneficio, vamos, consiste en recortes de derechos. Es el proceso pol¨ªtico en el que est¨¢ inmerso el continente. Josep Fontana lo califica como el mayor momento de reacci¨®n desde el siglo XVIII. En Europa solo se han escapado de esta din¨¢mica los pa¨ªses escandinavos que, o no est¨¢n en la UE, o negociaron su entrada con gran garantismo democr¨¢tico.
Variable 2. La Bicha. El ¨¢mbito de decisi¨®n ¡ªde la crisis; es decir, de todo¡ª ya no es el Estado. Ha sido la UE. Una UE a la que le ha importado una higa solucionar la crisis. S¨®lo ha solventado, y muy bien, la crisis bancaria, creando una crisis econ¨®mica, democr¨¢tica e, incluso, humanitaria. Algo muy en su car¨¢cter, si entendemos que la UE no es una instituci¨®n de car¨¢cter democr¨¢tico. Es muy poco probable que la UE, motor del recorte de la democracia, se interese en intensificarla. En Espa?a, Catalunya, o en Lima.
La democratizaci¨®n de la UE es el reto del siglo XXI. Si pensamos como nos fueron los retos en el XIX ¡ªLibertad, Igualdad y Fraternidad¡ª, y en el XX ¡ªel reparto y la correcci¨®n de la riqueza¡ª, es para mirar ese reto como los cruyffistas miramos la Liga 2013-14. Y con el despiste agregado que da saber que el Parlamento Europeo, ¨²nica instancia electa de esta cosa rara, tiene m¨¢s atribuciones para legislar sobre el cigarrillo electr¨®nico que sobre la invasi¨®n de Polonia, que es lo que quer¨ªamos.
Variable 3. O la deshonestidad gubernamental. Los Gobiernos del Sur ¡ªestamos equipados de serie con dos¡ª, carecen de soberan¨ªa. Lo que puede ser un alivio si pensamos que tambi¨¦n carecen, por falta de uso, de la capacidad intelectual para ejercerla. Eso se percibe en la pr¨¢ctica de las atribuciones que m¨¢s se parecen a la soberan¨ªa. A saber: la capacidad de legislar, otra vez, sobre cigarrillos electr¨®nicos, gestionar el orden interior, y modular el ¨²nico debate que se autorizan: el territorial.
Simult¨¢neamente a estos hobbies, la gran actividad gubernamental por aqu¨ª abajo es ¡ªpresuntamente y a falta de que los casos B¨¢rcenas, Ferrovial, ITV, Millet/hotelazo PSC, The Urdangarettes, pasen por el tr¨¢mite de su juicio y su indulto¡ª, parecen ser los negocios. Que ¡ªverbigracia: venta de Sanitat, o de los tramos rentables de TV3 a hoolligans gubernamentales¡ª son un gran brote verde/esquizofr¨¦nico. Gobiernos que no nos han defendido de la contra-reforma, sino que la han impulsado, y han creado con ello presumibles beneficios en el colectivo jabibi, ?son fiables democr¨¢ticamente para teorizar una ampliaci¨®n de la democracia?
Variable 4. El Proc¨¦s, versi¨®n adultos. La gesti¨®n gubernamental del Dret a Decidir qued¨® explicada en su desnudez en el Congreso. No es un proceso de autodeterminaci¨®n, sino que consiste en dos puntos: a) celebraci¨®n de un refer¨¦ndum ¡°no vinculante¡±, y b) negociaci¨®n de cualquier cosa a partir de su resultado. No es una propuesta de ampliaci¨®n de la democracia, sino de apropiaci¨®n gubernamental de una propuesta ciudadana. La respuesta del Gobierno ¡ªnegar incluso una consulta no vinculante¡ª, lo es a¨²n m¨¢s. Ambas ilustran terror a la democracia directa. La del Govern, terror a que la democracia sean m¨¢s cosas y formas de las que se?ala.
Variable 5. El periodismo. El periodismo local habla de cambios, de un Proc¨¦s que a) existe y es un no parar, o que b) existe y es preciso parar. Uno defiende un Proc¨¦s gubernamental que no est¨¢ claro que exista, y otro una constituci¨®n que tal vez no existe. Ninguna de esas dos grandes escuelas controla el poder ¡ªUE, empresas y lo que queda del Estado y de la Generalitat¡ª. Lo que pasa en gran parte del periodismo no est¨¢, pues, pasando. O no pasa si no miras la ventanilla y s¨ª los puntos de referencia. El poder, en fin, no est¨¢ para mirarlo, sino para controlarlo. Otra cosa que tampoco est¨¢ pasando.
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