Rosa D¨ªez graba una versi¨®n de ¡®Boig per tu¡¯
Su caso se estudia en los departamentos de antropolog¨ªa y mutaciones pol¨ªticas de las universidades de todo el mundo
La tarde del 22 de julio de 2000 Rosa D¨ªez abandon¨® el Palacio de Congresos Municipal de Madrid mientras Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en el interior del auditorio oficializaba como nuevo secretario general del PSOE la llegada del new look a la calle de Ferraz. La todav¨ªa l¨ªder vasco-socialista se dirigi¨® a un jard¨ªn cercano donde sobresal¨ªa un macizo de higos chumbos y cogiendo el r¨¢bano, no por las hojas, sino por donde m¨¢s pincha, mientras apretaba con su pu?o el fruto espinoso proclam¨® con orgullo herido: ¡°A Dios pongo por testigo que no volver¨¦ a ser humillada, ni marginada ni por supuesto la candidata socialista menos votada¡±. Y arroj¨® el higo chumbo a la inmensidad celeste.
En esos momentos la tarde se cubr¨ªa de un manto crepuscular anaranjado. ¡°A partir de ahora voy a ser yo: Una, grande y libre¡±, dijo la aspirante derrotada con voz solemne ante el asombro de algunos transe¨²ntes que la confundieron con una predicadora del fin del milenio. El cielo milagrosamente como en una pel¨ªcula de John Ford se ti?¨® de color magenta y su rostro se ilumin¨® cenitalmente mientras desde las alturas bajaba una voz -que unos confundieron con la del periodista Federico Jim¨¦nez Losantos y otros con la de Mat¨ªas Prats padre ¨C le dictaba: ¡°Rosa, sobre ti fundar¨¦ mi partido, que no ser¨¢ ni blanco ni rojo ni azul, sino de color de cachumbo¡±. La pol¨ªtica todav¨ªa socialista y vasca por nacimiento mirando el cielo en toda su belleza crepuscular respondi¨®: ¡°?Y por qu¨¦ no de color rosa fucsia?¡±.
Esa misma noche -se cuenta a modo de leyenda urbana- que la vieron dirigirse al monumento en honor de los h¨¦roes del 2 de mayo y ante el grupo escult¨®rico erigido por el artista Aniceto Marinas jur¨® defender Espa?a de ahora en adelante contra socialistas asim¨¦tricos, comunistas procastristas, antitaurinos, secesionistas, partidarios de la devoluci¨®n de las ciudades de Ceuta y Melilla al Reino de Marruecos, opositores del toro de la Vega y de otras tradiciones de honda raigambre espa?ola, detractores del himno nacional, independentistas gibraltare?os y corruptores de la sangr¨ªa y el gazpacho manchego.
Como Mois¨¦s despu¨¦s de su ascensi¨®n al Monte Sina¨ª, la pol¨ªtica en tr¨¢nsito ideol¨®gico recibi¨® los 10 mandamientos del nuevo nacionalpatriotismo espa?ol. O c¨®mo transformarse en un plis plas de socialista federal en neofalangista liberal sin que se te caigan los anillos y otras piezas de tu guardarropa ¨ªntimo. Desde entonces su caso se estudia en los principales departamentos de antropolog¨ªa y mutaciones pol¨ªticas de las universidades de todo el mundo.
Atr¨¢s dejaba la Internacional y a los parias de la tierra, los viejos camaradas del pu?o y la rosa que aplaud¨ªan el verbo de una mujer sin pelos en la lengua que defend¨ªa el derecho de autodeterminaci¨®n de los pueblos seg¨²n las santas hemerotecas. Hasta le hab¨ªan obsequiado como premio de consolaci¨®n con un stage comunitario en el Parlamento Europeo. Pero su destino no se encontraba en el epicentro de la Europa comunitaria, sino en el centro de la plaza del Sol. Como la nueva Evita que desde el balc¨®n y rompeolas de todas las Espa?as anunciara la llegada de la regeneraci¨®n eterna y el nuevo populismo del siglo XXI. Esa voz firme que proclamara con orgullo patri¨®tico: ?Y Viva Espa?a! Que har¨ªa que hasta el difunto Manolo Escobar vibrara en su tumba de alegr¨ªa cascabelera.
Tuvo que empezar desde cero mientras los A?os Zapateros de haz el amor y no la guerra brillaban en todo su esplendor de conquistas ciudadanas y los gays santificando el matrimonio. A partir de ahora ser¨ªa como un melodrama de Lana Turner, una mujer sin pasado. Aunque tuviera tantos a?os en pol¨ªtica como patas de gallo en los extremos de cada ojo. Y empezar desde el gallinero del Congreso de los Diputados. Todav¨ªa recordaba aquella imagen desoladora de La Pasionaria y Rafael Alberti sumando casi 200 a?os y subiendo por las escaleras hasta los ¨²ltimos esca?os del Parlamento. Ahora ser¨ªa ella la que har¨ªa aquel tr¨¢nsito por la v¨ªa dolorosa ante sus antiguos compa?eros de partido, como si fuera una apestada b¨ªblica. Y mientras tanto, aguardar y esperar pacientemente la llegada de tiempos mejores.
Y como Dios es bueno y sabe lo que vale una buena decoloraci¨®n, finalmente pudo tener su propio grupo parlamentario y lucir su luminosa cabellera. Nadie pod¨ªa discutirle a partir de ahora su puesto de primera vedette y hasta de pol¨ªtica mejor valorada sin necesidad de haberse sometido a una operaci¨®n de rinoplastia. Como cheerleader del grupo, de momento cuenta con el diputado Toni Cant¨®. Aunque a la vista de la baja parlamentaria del diputado de Ciutadans Jordi Ca?as quiz¨¢s podr¨ªan hacerle una oferta como futuro animador parlamentario dado su verbo correoso y aspecto de sargento bravuc¨®n del Tercio de la Legi¨®n.
Con las pr¨®ximas elecciones europeas a la vuelta de la esquina -y destinadas a confirmar la irresistible ascensi¨®n del partido magenta- la pol¨ªtica que un d¨ªa vend¨ªa las bondades del concubinato nacionalista-socialista y hoy azote del soberanismo tiene tiempo de presentar un libro del diputado Alfred Bosch y practicar el fair play parlamentario. O el marketing de caiga quien caiga. Cualquier d¨ªa nos graba como Shakira una versi¨®n de Boig per tu.
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