El imposible di¨¢logo social en Euskadi
El bloqueo de ELA y los efectos de la reforma laboral impiden la concertaci¨®n
Euskadi seguir¨¢ durante mucho tiempo sin di¨¢logo social. Esta es la lapidaria conclusi¨®n a la que llegan en un ¨¢nimo de cierta resignaci¨®n cada uno de los agentes implicados en una te¨®rica concertaci¨®n ¡ªGobierno, patronal y sindicatos¡ª, consultados por EL PA?S. A pesar de los llamamientos coincidentes en favor de un di¨¢logo social en un escenario de crisis econ¨®mica, y al que se ha incorporado hasta el propio lehendakari, I?igo Urkullu, no existe atisbo alguno a corto plazo de que pueda reactivarse este clima de entendimiento. ¡°Vamos a sondear a los sindicatos para ver en qu¨¦ ¨¢mbitos nos pod¨ªamos mover, pero necesitar¨ªamos al menos que hubiera un acuerdo en alg¨²n convenio sectorial importante para que se contagiara ese clima de di¨¢logo, pero es que no lo hay y as¨ª es imposible¡±, se lamentan desde el Gobierno vasco.
Pero hay quienes ven en esta posici¨®n preventiva del Ejecutivo una ¡°falta de valent¨ªa¡± para intentar un di¨¢logo social ¡°sin ELA¡±, admite un sindicalista, aunque en la legislatura del Gobierno de Patxi L¨®pez ya se alcanz¨® entre 2009 y 2012 una concertaci¨®n sin la presencia del sindicato abertzale. El departamento vasco de Trabajo niega esta dependencia y atribuye la ausencia de di¨¢logo a la ¡°desconfianza que hay entre los agentes implicados y mientras no la restablezcan as¨ª es imposible porque no se trata de llamarles a todos para hacerse una fotograf¨ªa y que no haya acuerdo¡±.
Desde la aplicaci¨®n de la reforma laboral ¡°ya nada es como antes¡±, coinciden Gobierno y sindicatos. ¡°Si no funciona la negociaci¨®n colectiva que es la base para crear un clima de acuerdos, ?c¨®mo va a funcionar una mesa para el di¨¢logo social?¡±, se preguntan cr¨ªticamente desde el Ejecutivo. Y es aqu¨ª donde se introduce el factor ELA, desequilibrante para la b¨²squeda siquiera de una aproximaci¨®n y una referencia permanente en el an¨¢lisis de las causas del actual bloqueo del di¨¢logo. ¡°A ELA le ha dejado de interesar hace mucho tiempo el di¨¢logo social porque ve que por ah¨ª no tiene crecimiento alguno y su partido se juega en otro sitio¡±, analiza un profesor universitario. Pero fuerzas sociales y empresariales insisten en que es ¡°posible y necesario que se llegue al di¨¢logo social como tampoco ha dejado de funcionar el Parlamento vasco porque no estaba la izquierda abertzale¡±. Eso s¨ª, esta misma fuente recuerda que ¡°tendr¨ªamos que ser conscientes de que puede salir adelante aunque estar¨ªa coartado ya que se estar¨ªa dejando fuera al 40% de la representaci¨®n sindical¡±. No obstante, la patronal ve una clara voluntad de la central mayoritaria por ¡°desbaratar¡± cualquier acercamiento y considera que ¡°nada es casual¡± en su acci¨®n sindical, m¨¢s volcada a llevar la negociaci¨®n al terreno ¡°de empresa por empresa¡±. En una opini¨®n procedente de la universidad se asume que ¡°ya est¨¢ interiorizado que ELA no va a participar jam¨¢s de este di¨¢logo social y en funci¨®n de esta postura habr¨ªa que decidir qu¨¦ pueden hacer los dem¨¢s¡± a prop¨®sito de procurar una concertaci¨®n. En su criterio, ¡°claro que se puede vivir sin di¨¢logo social, pero si lo hay la pol¨ªtica econ¨®mica sale mucho m¨¢s reforzada¡±, subraya.
La patronal
La patronal vasca, Confebask, puede perder pie en el tri¨¢ngulo tradicional junto a Gobierno y sindicatos en un escenario que difumina su papel, seg¨²n la mayor¨ªa de las fuentes consultadas. Incluso, en medios de esta organizaci¨®n empresarial se admite que la situaci¨®n derivada les resulta "complicada".
La ausencia de un di¨¢logo reconocido m¨¢s all¨¢ de contactos puntuales sin repercusi¨®n, el inmovilismo latente en la negociaci¨®n colectiva y el pronunciamiento cada vez m¨¢s creciente de voces propias y sin sinton¨ªa desde las patronales territoriales ensombrecen el papel a corto y medio plazo de Confebask. "Se est¨¢n dando las condiciones opuestas a la raz¨®n de ser de Confebask que es la de trasladar una posici¨®n com¨²n porque entendemos que al hacerlo juntos es mucho m¨¢s efectiva", admite una fuente interna de esta organizaci¨®n. Incluso, hay quien lamenta que Confebask "no tenga ese liderazgo en la actual situaci¨®n econ¨®mica que es cuando se hace m¨¢s necesaria porque parece incapaz de aunar criterios en las posiciones territoriales".
A esta coyuntura adversa se une por su repercusi¨®n medi¨¢tica el dardo permanente que les dirige asiduamente el sindicato mayoritario ELA. Ausente de los escenarios comunes como el Consejo de Relaciones Laborales, el CES, Osalan o Lanbide, esta central abertzale alimenta un permanente desgaste del papel de los empresarios vascos sobre todo a partir de la reforma laboral en paralelo a su estrat¨¦gica decisi¨®n de fomentar una negociaci¨®n de empresa por empresa que, sobre todo, ningunea a Confebask. "Nada es casual", a?aden fuentes empresariales al analizar el prop¨®sito de "desbaratar" el escenario de di¨¢logo que atribuye a la voluntad de ELA de "romper con lo que hay".
Dos de las organizaciones que participaron en el anterior di¨¢logo social en Euskadi y partidarios de que vuelva a intentarse coinciden en que entonces se hizo ¡°una labor intens¨ªsima sobre todo con la puesta en marcha de Lanbide que era un reto, as¨ª como en el relanzamiento del plan de empleo donde se crearon miles de puestos¡±, recuerda. Incluso, desde la patronal suspiran por el ejemplo que aporta ahora la Comisi¨®n de la UE al incorporar a sindicatos y empresarios en un foro espec¨ªfico en el que se implican para abordar la nueva estrategia pol¨ªtica, denominada Europa 2020, para apoyar el empleo, la productividad y la cohesi¨®n social.
En Euskadi, en cambio, la situaci¨®n es hoy y a corto plazo diametralmente opuesta. No hay acercamiento al di¨¢logo social y en el supuesto de que se abriera esta puerta al entendimiento habr¨ªa que adecuar el contenido de la mesa de concertaci¨®n, porque los principales planes de reactivaci¨®n econ¨®mica de la actual legislatura ya han sido aprobados sin la concurrencia de sindicatos y patronal. ¡°?De qu¨¦ ¨ªbamos a hablar en una mesa si ya han aprobado un plan econ¨®mico y un plan de empleo?¡±, critica un sindicalista. ¡°Tendr¨ªamos que empezar a definir el per¨ªmetro de los temas que nos quedan para concertar¡±, a?ade. El Gobierno entiende, en cambio, que ya ofreci¨® a todos los agentes la posibilidad de posicionarse sobre los planes de empleo ¡°porque el tema pas¨® por el CES y ah¨ª est¨¢n representados sindicatos y empresarios¡±, recuerda.
En este contexto tan adverso, y sobre todo enrarecido desde la reforma laboral, tampoco el Gobierno vasco olvida que la ¡°proximidad de las elecciones sindicales en oto?o¡± influye. ¡°Habr¨¢ que ver el papel de LAB, que es otro elemento clave, a veces err¨¢tico, porque aparece y desaparece y no se atreve a dar el paso¡±, apunta la fuente universitaria en alusi¨®n a las aproximaciones que este sindicato soberanista viene mostrando tanto hacia el bloque de UGT y CC OO como con ELA.
A la mejora de estas intrincadas relaciones entre agentes sociales no ha contribuido desde luego la velada cr¨ªtica de ELA sobre los modelos de funcionamiento y representaci¨®n en el instituto vasco de salud laboral Osalan y en la fundaci¨®n para la formaci¨®n continua Hobetuz al pedir cambios en su funcionamiento que ¡°se alejen de la financiaci¨®n de organizaciones sindicales y patronales¡±. Uno de los sindicatos presentes en estos organismos defiende el ¡°modelo¡± actual porque ¡°se puede influir desde estos ¨¢mbitos y hacer muchas cosas¡± y, sobre todo, rechaza que ELA extienda la ¡°sospecha¡± de la corrupci¨®n.
En esta radiograf¨ªa, nadie atisba un rayo de esperanza sobre el restablecimiento del di¨¢logo entre los agentes sociales. ¡°Si no se firman convenios c¨®mo vamos a pensar en otras cosas¡±, dicen desde el Gobierno. El Consejo de Relaciones Laborales inform¨® el pasado lunes que el 52,1% de los trabajadores asalariados afectados por la negociaci¨®n colectiva tienen sin renovar su convenio y que en el mes de marzo no se registr¨® ning¨²n acuerdo sectorial en Euskadi. ¡°Tampoco los empresarios est¨¢n muy preocupados por la situaci¨®n¡±, admite uno de los sindicalistas consultados. ¡°Con la reforma tienen una situaci¨®n que les resulta muy favorable y muchos la est¨¢n aprovechando¡±.
Por lo tanto, el Gobierno y partidos de la oposici¨®n volver¨¢n a coincidir m¨¢s de una vez en el llamamiento al di¨¢logo social. Pero son conscientes de que no se dan las condiciones m¨ªnimamente necesarias siquiera para una aproximaci¨®n. Y es que no hay confianza.
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