Una fosa en el burdel
La juez De Lara cree que una supuesta v¨ªctima del jefe de la 'trama Carioca' permaneci¨® enterrada hasta los ¨²ltimos meses en un alpendre al que el proxeneta no dejaba entrar
"Es que tiene la forma. Lo ves y ya te imaginas lo que pudo haber ah¨ª. El agujero del Queen's es como una tumba, pero tama?o matrimonio, porque la persona a la que presuntamente se le encarg¨® hace poco llevarse de ah¨ª el cuerpo que suponemos estaba enterrado no sabr¨ªa exactamente el punto y necesit¨® abrir m¨¢s de la cuenta". Fuentes relacionadas con el 'caso Carioca' aseguran que el olfato de la juez Pilar de Lara se?al¨® la gran excavaci¨®n descubierta fortuitamente en el primer trimestre del a?o mucho antes que los canes entrenados en la b¨²squeda de cad¨¢veres humanos. En aquel momento se hab¨ªan hallado un par de agujeros m¨¢s, pero ninguno recordaba tanto a esas fosas que se abren en los cementerios a la espera de un inminente sepelio.
A diferencia de las otras excavaciones, aparentemente realizadas con pico y mazo, aqu¨ª el cemento, una capa bastante gruesa, hab¨ªa sido cortada con una sierra radial. El hueco ocupa casi tanto como el suelo de aquella peque?a habitaci¨®n en la que el proxeneta Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, a partir del a?o 2007, seg¨²n diversos testigos del caso, acostumbraba encerrarse prohibiendo el paso a todo el mundo. Tambi¨¦n hasta aquel a?o el suelo, aqu¨ª, fue simplemente de tierra. Los investigadores han recogido testimonios que revelan que Ad¨¢n encarg¨® obras en aquella caseta despu¨¦s de la misteriosa desaparici¨®n, sin dejar rastro, de una trabajadora del club conocida como Sara o como Ana. Estos son los dos nombres de guerra, otro no se le conocen, que usaba la mujer brasile?a cuyo cad¨¢ver, seg¨²n sospecha la juez, habr¨ªa permanecido enterrado casi siete a?os bajo el piso de aquella estancia apartada conocida como el despacho de Ad¨¢n. Desde 2009, Pilar de Lara trata de reconstruir la historia de esta joven cuyo ¨²ltimo paradero conocido fue el prost¨ªbulo en torno al que giraba la mafia investigada en la Operaci¨®n Carioca.
Con gran esfuerzo, porque las exempleadas de Ad¨¢n viven desde entonces atemorizadas, y a¨²n m¨¢s desde que el proxeneta fue puesto en libertad provisional, la magistrada ha conseguido cosechar declaraciones en las que se cuenta c¨®mo presuntamente un d¨ªa de 2007 el due?o del negocio descarg¨® toda su fuerza bruta sobre el cuerpo de esta mujer. Desde su detenci¨®n, Ad¨¢n agot¨® el tiempo m¨¢ximo de prisi¨®n provisional (cuatro a?os en total), pero podr¨ªa volver a la c¨¢rcel nuevamente cuando la Audiencia dicte sentencia en el juicio por malos tratos y detenci¨®n ilegal de la que fue su esposa. Ayer se esperaba este fallo, pero se ha retrasado hasta el d¨ªa 22. La fiscal pide 31 a?os de c¨¢rcel para el proxeneta, que tiene puesta una pulsera localizadora por la orden de alejamiento respecto a 155 testigos que otro fiscal pidi¨® para ¨¦l cuando expir¨® el tiempo de prisi¨®n preventiva. El juicio por la denuncia que present¨® su c¨®nyuge durante los a?os m¨¢s boyantes de su negocio de explotaci¨®n sexual es solo el primero de los que le aguardan a la vuelta de la esquina a este arzuano de 44 a?os como consecuencia de la Carioca.
La habitaci¨®n se?alada por los perros en el inmueble ahora precintado es la tercera de las tres consecutivas en las que se divide una de las dos construcciones levantadas en la gran finca trasera del Queen's, un local de alterne pr¨®ximo al pol¨ªgono de O Ceao en Lugo. Otras estancias tambi¨¦n aparecieron misteriosamente excavadas, pero las fosas abiertas son m¨¢s peque?as y en ellas se supone que pudo haber enterrado dinero, armas o droga, porque en el sumario no faltan declaraciones en las que se describe al proxeneta sepultando valiosas pertenencias en la finca. En los sucesivos saqueos que sufri¨® el Queen's, el refugio trasero de Ad¨¢n perdi¨® la cubierta. Cuando lleg¨® la Guardia Civil, que pas¨® luego semanas custodiando el terreno hasta que el martes llegaron los especialistas de Madrid y A Coru?a, la lluvia y el sol hab¨ªan hecho crecer algo de vegetaci¨®n en la tierra que qued¨® al aire, removida, tras la supuesta retirada de los restos humanos. Los perros del Instituto Armado, entrenados para marcar solo el rastro de cad¨¢veres, olfatearon todo el Queen's y acabaron se?alando con el hocico ¨²nicamente un punto en un lateral del supuesto enterramiento. Los agentes recogieron la tierra de ese lugar, y el material extra¨ªdo en la cata se remiti¨® al laboratorio de Criminal¨ªstica de Madrid. En la imagen se ve claramente esa cuadr¨ªcula dentro de la gran fosa. Seg¨²n personas que trabajaron esa jornada en el Queen's "no hay margen de error". Los perros amaestrados solo marcan la huella de cad¨¢veres humanos, aunque lo ¨²nico que quede sea tierra impregnada en fluidos propios de la descomposici¨®n. El reto, ahora, es lograr obtener ADN de las muestras que se van a analizar.
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