El matrimonio feliz
Mishima ya es un grupo que no necesita ocultar sus debilidades
No es ya una amor puntual, de noche alocada, un si te he visto no me acuerdo pese a que lo pas¨¢ramos muy bien. Tambi¨¦n se dejaron atr¨¢s los tiempos de noviazgo, con sus primeras y t¨ªmidas desavenencias, con esa expresi¨®n un tanto alelada de quien cree que lo mejor del mundo camina justo al lado. Ya es hora del matrimonio, o como quiera denominarse a esa relaci¨®n que se fundamenta en la exclusividad emocional libremente aceptada. Tras a?os de noches locas y posteriores noviazgos. Mishima ha entrado en la fase en la que sus seguidores son la pareja estable, la persona que conoce el olor al amanecer del aliento del otro-a, que est¨¢ al corriente de sus miserias, de sus vicios y limitaciones y que a pesar de todo, o con todo ello a cuestas, le acepta. Mishima ya no tiene novias, tiene esposas y esposos. Mishima ya es un grupo que no necesita ocultar sus debilidades.
MISHIMA
Razzmatazz
16 Mayo 2014
Y no es que mostrara muchas en su concierto en Razzmatazz, donde present¨® oficialmente las canciones de su nuevo disco. Jug¨® a su favor uno de sus mejores recursos, la estructuraci¨®n de un repertorio que cuenta con la enorme ventaja de estar nutrido con un mont¨®n de canciones que son himnos para su parroquia. Arrancando con varios temas recientes -"La brisa", "Mentre floreixen les flors", "La teva buidor"- mostraron de saque canciones tambi¨¦n llamadas a ser cl¨¢sicas y a retrasar paulatinamente su puesto en el repertorio, cayendo hacia su zona noble, el tramo final. El resto, y pi¨¦nsese que eso ocurri¨® en la primera media docena de piezas, fue coser y cantar, ir encadenando ¨¦xito tras ¨¦xito en un concierto sin momentos valle. Identificaci¨®n absoluta entre escenario y pista. Complicidad.
Dado que con el tiempo Mishima ha ido ajustando su directo a los est¨¢ndares requeridos para que el p¨²blico no haya de ponerlo todo de su parte, la banda es ya imparable, la encarnaci¨®n de otra persona que nos habla con ternura y sin faltas sint¨¢cticas ni ortogr¨¢ficas, de aquello que se desea escuchar, un sinf¨ªn de peque?as miserias y heroicidades vinculadas a la vida en com¨²n, a los sentimientos y a las aspiraciones de aquellos que dudan y se atribulan sabedores de la inexistencia de f¨®rmulas magistrales. Eso, entre otras cosas, cuenta Mishima a su pareja, a su p¨²blico, y lo hace cada vez mejor. Tanto que el matrimonio a¨²n no conoce reproches. En su concierto en Razzmatazz todo fueron "te quiero".
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