Rayban, rock y sensatez
Concierto de Calamaro en Razzmatazz con lleno, p¨²blico rendido y ¨¦xito apabullante
Y la moneda cay¨® por el lado de la soledad, dice Calamaro en Cr¨ªmenes perfectos.Tomando esta letra en relaci¨®n a su concierto del martes en la noche, Razzmatazz lleno, p¨²blico rendido, ¨¦xito apabullante, podr¨ªa decirse que en esta ocasi¨®n la moneda cay¨® por su cara m¨¢s brillante, la de un Andr¨¦s centrado, de locuacidad contenida, desgranando su repertorio sin piruetas y sorteando los jardines dial¨¦cticos en los que ocasionalmente entra. Solo su defensa de los toros, comprensible y respetable, pinch¨® en hueso, un detalle menor en un concierto de dos horas en el que Calamaro mostr¨® su mejor cara: eficiente, disciplinado y concentrado artista al servicio de canciones que parecen partes de la vida de quienes en la platea las gritaban con ¨¦l. Un concierto inapelable.
ANDR?S CALAMARO
Razzmatazz
20 mayo 2014
Y es que Andr¨¦s tiene un repertorio que tocado sin m¨¢s ya es un pasaporte al ¨¦xito. Pi¨¦nsese que ya solo en el arranque del recital sonaron A los ojos, Te quiero y Cr¨ªmenes perfectos antes de dar paso a Cuando no est¨¢s, primer tema interpretado de su nuevo disco, Bohemio. Camiseta negra, reivindicando el vinilo, como corresponde a los ¨¦ticos de su generaci¨®n, pa?uelo con calaveras anudado entorno a la frente, como corresponde a los cincuentones que a¨²n atesoran respingos de est¨¦tica juvenil y gafas de sol Rayban, como corresponde a quienes quieren corresponderse con un paradigma. Banda impecable y sonido que fue, como tambi¨¦n corresponde en estos casos, de menos a m¨¢s. Todo pues en su sitio, comenzando por la estrella.
El concierto tuvo cuatro partes. La primera toc¨® el cielo en su d¨¦cima canci¨®n, Loco, bramada por el p¨²blico. La segunda parte, breve, supuso un baj¨®n, ya que justo antes de Los aviones, la banda se solt¨® con una improvisaci¨®n jazz-rock que aletarg¨® al p¨²blico, sin duda enfrascado en buscar acomodo conceptual a Weather Report en aquella velada. La tercera fue el corto tramo de recital que Calamaro necesit¨® para recuperar el pulso al concierto y la cuarta su ¨¦xtasis final con cl¨¢sicos como El salm¨®n, Estadio Azteca, Sin documentos, Flaca, Paloma, Alta suciedad y Los chicos. Infalible. Sin estar excelente con su voz, aunque eso apenas inquiet¨® a sus canciones, Andr¨¦s Calamaro firm¨® un concierto apote¨®sico. La moneda cay¨® por el lado de la sensatez, conducta que, como las Rayban, tambi¨¦n casa con el rock.
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