En el hotel ¨²ltimo todas las ¡®suites¡¯ son de Bach
Una notable comedia dram¨¢tica sobre el intento postrero de recomponer unas relaciones paternofiliales desvencijadas
Una comedia dram¨¢tica incisiva, con doble filo. Mejor historia que la nuestra habla del pulso an¨ªmico que mantienen Luis, profesor universitario sesent¨®n decidido a afrontar su c¨¢ncer terminal sin quimio ni radioterapia, y Maite, de 29 a?os, reci¨¦n llegada de Berl¨ªn para compartir las semanas de vida postreras de pap¨¢. Luc¨ªa Carballal (Murcia, 1984), su autora, nos introduce en el conflicto sin pre¨¢mbulos: entre Luis y Maite hay una incomunicaci¨®n flagrante, cuya causa es ¨¦l, pues no la escucha y le niega sus m¨¦ritos. En cambio Roberto, pareja de Maite, no pierde ocasi¨®n de ponderarla por ver si hace mella en Luis, m¨¢s pendiente de Paula, su cuidadora, que con sus 19 espl¨¦ndidos a?itos ha venido a ocupar el lugar de su hija. Cuando Luis habla de Paula, se le cae la baba, hasta el punto de que piensa regalarle un autom¨®vil con el dinero que se ahorra en tratamientos.
El centro de este espect¨¢culo, bien temperado por el joven director Francesco Carril, es la mesa del comedor, centro simb¨®lico de una convivencia familiar que no acaba de orquestarse jam¨¢s porque el evasivo padre de Maite da siempre la callada por respuesta a sus peticiones de que se siente con Roberto y con ella a comer. Recibir un ¡°no¡± le hubiera dolido menos. Maite intenta conectar con pap¨¢ por tierra, mar y aire, como vemos en la escena en que le sugiere que mantenga encendido el interfono reci¨¦n colocado en su mesilla de noche (¡°o¨ªr tu respiraci¨®n me tranquilizar¨¢¡±), mientras que para ¨¦l semejante idea resulta indeseable de todo punto.
'Mejor historia que la nuestra'
Autora: Luc¨ªa Carballal.
Direcci¨®n: Francesco Carril.
Teatro Lara, los mi¨¦rcoles, hasta el 25 de junio.
Solo cuando Maite le echa un ¨®rdago a Paula (¡°?Te quedar¨¢s hasta el desenlace? Porque si es as¨ª me puedo ir tranquila ma?ana mismo¡±), su padre reacciona, at¨®nito y dolido ante la posibilidad s¨²bita de que la presencia y el amor incondicional de su hija se desvanezcan. Encarnado por un cuarteto de actores de primera, lo que en una lectura epid¨¦rmica puede parecer un obstinado pugilato entre un hombre maduro empe?ado en apurar cuanto antes el c¨¢liz de su agon¨ªa y una hija que se opone a ello con fuerza, se convierte en un drama sobre el intento unilateral de recomponer una relaci¨®n paternofilial desvencijada.
En la interpretaci¨®n verista, doliente y kamikaze de Chema Mu?oz,Luis esun hombre escurridizo, y su locuacidad, la tapadera de un r¨ªo revuelto de emociones. El rostro sonriente de laMaite deMamen Camacho respira determinaci¨®n y tiene el signo del enigma pintado desde esa primera entrada suya magn¨¦tica. Roberto, el marido inasequible al desaliento, respira abnegaci¨®n y presencia de ¨¢nimo, encarnado por Antonio Cos. Y Paula, larvado objeto de deseo de los dos caballeros, tiene contornos de Lolita y esp¨ªritu de Campanilla en la seductora composici¨®n que de ella hace Paloma Zavala. El trabajo de todos est¨¢ calibrado cuasi perfectamente para esa distancia cort¨ªsima que impone el hall del Teatro Lara, con el p¨²blico a tres bandas.
Mejor historia que la nuestra, acc¨¦sit del Premio Marqu¨¦s de Bradom¨ªn para J¨®venes Autores (uno de los pocos que ayudan econ¨®micamente al estreno de las obras galardonadas) es, en suma, una buena cata en las inquietudes y el tipo de escritura, a caballo entre la obra bien hecha y el teatro postdram¨¢tico, que caracterizan a la generaci¨®n nov¨ªsima.
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